/BOLETIN-DROGAS/ PERU: El cambiante escenario del narcotráfico

El gobierno de Perú notificó oficialmente al de Estados Unidos que no podrá instalar en su territorio la base militar aérea antidrogas, que debe evacuar de Panamá, indicó John Dickson, del Servicio Informativo y Cultural de Washington.

El jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, general Charles Wilhelm, se entrevistó en diciembre pasado con el presidente de Perú, Alberto Fujimori, para solicitarle oficialmente que autorizara la instalación en su país de una base aérea.

Las Fuerzas Armadas estadounidenses necesitan nuevas instalaciones, para reemplazar la base que poseen actualmente en Panamá, que deben abandonar en mayo próximo.

Washington ha sondeado también a varios países centroamericanos y a Ecuador sobre la posibilidad de que le sea concedida autorización para instalar bases militares, gestión que ya no se basa en el criterio de la seguridad hemisférica sino en el de la cooperación en la lucha contra el narcotráfico.

Perú recibió la certificación emitida por el gobierno de Estados Unidos en reconocimiento a los resultados exitosos en la represión del narcotráfico, lo que redundará en mayor cooperación financiera, técnica y militar.

Pese a la certificación obtenida, Lima mantuvo su negativa a conceder autorización para que se instale una base aérea militar norteamericana en territorio peruano.

"Esa negativa no significa que el gobierno de Fujimori no esté dispuesto a comprometer a las Fuerzas Armadas peruanas en una aventura contra las guerrillas colombianas, con el pretexto de su presunta asociación con el narcotráfico", opinó el experto Flavio Solórzano.

Un comentario similar fue emitido recientemente por Mirko Lauer, columnista del diario izquierdista La República, a raíz de las críticas del mandatario peruano a las conversaciones de paz entre el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, y las dos principales organizaciones guerrilleras que actúan en ese país.

Tanto Solórzano como Lauer consideran que Fujimori está dispuesto a participar con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en operaciones conjuntas con Colombia y Brasil.

En las últimas semanas, el ejército peruano ha reforzado sus guarniciones en los puestos de la frontera con Colombia y ha desplazado hacia el río Putumayo, limítrofe entre ambos países, algunas unidades fluviales artilladas.

Ricardo Soberón, experto en el tema del narcotrático, destacó que esta situación se produce en el marco de una evolución de los escenarios del narcotráfico en Perú.

Soberón dijo que está cambiando el ámbito geográfico en donde se produce coca en Perú y se rediseñan las rutas de exportación clandestina para adecuarse a las nuevas condiciones en las que se desenvuelve el comercio internacional de cocaína.

"En los últimos años, la producción ilegal de coca ha venido instalándose progresivamente en Colombia, en donde los otrora intermediarios internacionales controlan la producción, refinación y exportación de cocaína", afirmó.

Otro experto, Raúl Serrano, indicó que "cuando Perú era el mayor productor mundial de cocaína, el escenario peruano de la droga era la selva central, ahora el problema se ha bifurcado: la producción se desplazó a la selva sur-central, y la represión se desplazó al norte, en la frontera con Colombia".

La represión de la exportación que se hacía desde los aeropuertos clandestinos de la selva central obligó a los narcotraficantes colombianos a sembrar coca en su propio país.

"Las bandas de narcotraficantes que quedaron en Perú también se desplazaron hacia una zona de producción de coca antes segundona, los valles tropicales del río Apurimac, cientos de kilómetros al sur, desde donde tratan de abrir nuevas rutas de exportación", señaló Serrano.

Soberón sostuvo que una evolución favorable de las conversaciones de paz entre el gobierno y las principales organizaciones guerrilleras de Colombia podría inducir a las bandas colombianas de narcotraficantes a abandonar las plantaciones en su país y retornar a Perú.

El experto indicó que representantes del Departamento de Estado estadounidense participaron en Costa Rica en una reunión con delegados del gobierno del presidente Andrés Pastrana y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor y más antigua fuerza guerrillera del país.

En ese encuentro, las FARC se habrían comprometido a impulsar la reducción de las plantaciones de coca en sus territorios.

En cuanto a las nuevas rutas de los narcotraficantes peruanos, después de cerrada la vía aérea clandestina hacia Colombia, Soberón aseguró que fuentes gubernamentales peruanas le confiaron que se está tratando de crear un eje marítimo de exportación hacia México y Estados Unidos.

"Se han descubierto instalaciones y laboratorios de refinación de pasta básica de cocaína en seudogranjas avícolas en la costa, en Huaral y Chincha, en donde se elaboraba clorohidrato de cocaína, el producto final y de mayor precio en el mercado mundial", expresó.

El experto concluyó que "posiblemente pronto vendrán los mecanismos de asistencia y cooperación norteamericana para el control marítimo de la exportación masiva de cocaína, de modo que la Marina (peruana) será involucrada en las tareas policiales de represión". (FIN/IPS/al/ag/ip/99

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