/BOLETIN-CIUDADES/

El movimiento feminista de Brasil lanzó una campaña por la presencia de la mujer en la corte suprema de justicia, un ámbito exclusivo de los hombres hasta ahora.

La campaña por la "Democratización de la Justicia, una mujer en el Supremo Tribunal Federal" comenzó el lunes de la semana que finaliza, Día Internacional de la Mujer, en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.

La candidata presentada es Salete Macaloz, una jueza local que se destacó con fallos en defensa de los derechos de la mujer.

La esposa del presidente de Brasil, Ruth Cardoso, apoyó el reclamo, al participar de un acto en Sao Paulo, argumentando que ya hay varias juezas, pero ninguna en la máxima corte del país.

En el Poder Judicial se repite, según Cardoso, el panorama de varias carreras profesionales en las que es mayoritaria la participación femenina, pero no en los órganos de dirección, aunque las mujeres tengan mayor escolaridad que los hombres.

Eso se suma a la discriminación general en el trabajo, que hace que el salario de las mujeres se limite a poco más de la mitad de la paga que perciben los hombres.

Para comprobar la capacidad jurídica de las mujeres, una brasileña de 37 años, Cristina Schwansee Romanó, será miembro del Tribunal Penal Internacional (TPI), creado por la Organización de las Naciones Unidas.

Durante un año, Romanó coordinará el trabajo de cuatro fiscales que investigarán delitos y violaciones de los derechos humanos en la provincia yugoslava de Kosovo, donde serbios y kosovares de origen albanés siguen combatiendo.

La justicia brasileña es masculina también en sus leyes. Su código penal aún prevé penas basadas en la moral de muchas décadas atrás. En base a esa legislación, muchos asesinos de mujeres fueron absueltos, favorecidos por el principio de la defensa del honor.

Está en marcha una actualización del código penal, que incorpora muchas conquistas del movimiento femenino. Una comisión concluyó sus propuestas de reforma, cuya promulgación depende todavía de trámites parlamentarios.

Los numerosos actos en celebración del Día Internacional de la Mujer destacaron los nuevos problemas que enfrenta la población femenina, la de mayor tasa de propagación del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

La alta incidencia del sida entre las mujeres es consecuencia de la contaminación por parejas de comportamiento de riesgo en el sexo y en el consumo de drogas inyectables, principalmente.

Otro problema destacado son los riesgos de la actividad sexual precoz. El libro "Embarazo en la Adolescencia", lanzado este lunes en Sao Paulo por el Ministerio de Salud, revela que la actividad sexual de las adolescentes urbanas aumentó al doble en Brasil de 1986 a 1996.

La cantidad de adolescentes que ya son madres, que ya se sometieron a un aborto o que fueron contagiadas de sida aumenta de forma preocupante. Otro estudio presentado en el mismo libro indica que un cuarto de las que practican aborto vuelven a quedar embarazadas al año siguiente. (FIN/IPS/mo/ff/hd he/99

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