/BOLETIN-AMBIENTE/ COMERCIO: Bosques del mundo dependen de negociación de OMC

La destrucción de los bosques del mundo podría agravarse si prosperan las negociaciones en curso de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para liberalizar el comercio de los productos derivados de la madera, advirtieron grupos ambientalistas.

Mientras la OMC realizó esta semana un "simposio de alto nivel" para tratar el conflicto entre el comercio y el ambiente, Estados Unidos sigue presionando para lograr un acuerdo que elimine o reduzca los aranceles del comercio mundial de productos de madera.

El acuerdo, fuertemente respaldado por las industrias estadounidenses de madera y papel, lograría que esos productos fueran más baratos y fáciles de comprar, por lo que se aumentarían las ganancias.

Pero los ambientalistas argumentan que el acuerdo, que provocaría una expansión del mercado de la madera, no prevé una protección específica para los bosques que se encuentran en peligro, ni prácticas sustentables de talado.

Esas disposiciones se volvieron necesarias cuando varios de los bosques de las zonas tropicales y templadas del mundo fueron desapareciendo debido al talado, la agricultura y el desarrollo, afirmaron los ambientalistas.

"La liberalización del comercio de los productos de madera aumentará el consumo, diluirá las disposiciones para el manejo de los bosques y desmantelará las disposiciones ambientales", declararon la Alianza Estadounidense de Tierras, el Centro de Recursos y de Ambiente del Pacífico, y el Foro Internacional sobre Globalización.

"El resultado final de este acuerdo de libre comercio será una mayor presión sobre los ecosistemas de los bosques", advirtió el documento.

Washington trató infructuosamente de eliminar los aranceles sobre los productos derivados de la madera en la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) de 1995 y el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC).

Japón se opuso a la eliminación de las barreras comerciales a los productos de madera por temor a que dañe a sus industrias.

Aunque Washington reconoció que existen zonas de choque entre la protección ambiental y las reglas comerciales de la OMC, no advirtió la existencia de un conflicto entre los temores de los grupos ambientalistas y la liberalización del comercio.

"Cuando derribemos las barreras, los países seguramente adoptarán un enfoque de mayor conciencia ambiental en su perspectiva a largo plazo, y planificarán las políticas internas en función de esa mayor conciencia", dijo a IPS Don Phillips, asistente del representante de Comercio estadounidense.

Las autoridades de comercio de Washington planearon otra ronda para presionar por el libre comercio de los productos de madera en la tercera reunión ministerial anual de la OMC, que se celebrará en Seattle, a fines de noviembre y comienzos de diciembre.

El impulso liberalizador de Estados Unidos tiene prioridad en la industria de los derivados de la madera y el papel, la mayor del mundo, que lucha por abrirse a nuevos mercados.

La industria también busca aumentar sus exportaciones a Asia, luego de la drástica caída causada por la crisis financiera de la región.

"Hemos respaldado un mercado global y sin aranceles para los productos de madera durante un tiempo, especialmente en Asia, donde los aranceles de estos bienes son muy altos", dijo Barry Polski, portavoz de la Asociación Estadounidense de Bosques y Papel, un poderoso grupo de presión de la industria maderera.

Pero los ambientalistas declararon que la adopción de aranceles inferiores alimentaría la demanda y el consumo de los productos de madera y conduciría a una mayor tala de los bosques del mundo, muchos de los cuales ya se encuentran en vías de desaparecer.

"Desafortunadamente, el acuerdo no se pronuncia sobre la protección de los bosques o sobre prácticas sustentables de talado", dijo Antonia Juhasz, de la Alianza Estadounidense de Tierras, una organización ambiental de Washington.

El "talado diezmó los bosques del mundo", declaró. "Este acuerdo aumentará esas prácticas, que no son sustentables, y por consiguiente se acelerará la deforestación de los bosques del mundo".

De acuerdo con el Instituto de Recursos del Mundo, ya desaparecieron casi la mitad de los bosques originales del planeta.

Entre 1980 y 1995 se perdieron al menos 200 millones de hectáreas, más que la superficie de México o Indonesia, según el informe del Estado de los Bosques del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas.

Los ambientalistas en la OMC los representantes de la industria intenten eliminar la protección al ambiente, como las disposiciones sobre el comercio de la madera, las normas para el manejo de los bosques y los códigos de construcción que desaconsejan el uso de maderas importadas o de zonas protegidas.

Los grupos temen que las prohibiciones propuestas al uso de la madera tropical procedente de zonas protegidas en los proyectos urbanos de Los Angeles y Nueva York, por ejemplo, puedan ser consideradas barreras al comercio y una violación a las disposiciones de la OMC.

Las restricciones comerciales a los productos madereros que puedan ser portadores de pestes destructivas conocidas como especies invasoras podrían también ser consideradas barreras al comercio, explicó Victor Mendotti, del Foro Internacional de Globalización, de California.

Una de estas pestes es el escarabajo de cuerno largo de Asia, que mató a miles de árboles en Estados Unidos desde que fuera importado en leños que no fueron sometidos a un tratamiento previo.

La protección contra la importación de pestes sería incluso más necesaria si se levantan las barreras comerciales a los productos derivados de la madera, explicó Paige Fischer, del Centro de Recursos y Ambiente del Pacífico.

"Es muy sencillo. Cuánto más se comercia en productos de madera, más posibilidades hay de importar una peste destructiva", afirmó.

Los grupos también temen que los métodos no arancelarios coarten los esfuerzos para clasificar o certificar los productos madereros que se obtienen mediante métodos sustentables que prohíben la tala de especies amenazadas o de gran antigüedad.

Los esfuerzos realizados por el Consejo de Administración de Bosques, una organización ambiental internacional que certifica y clasifica la madera, ya fueron cuestionados por Malasia.

No obstante, Phillips informó a IPS, que "todavía es demasiado pronto para decir" qué puntos se incluirán en el acuerdo para liberalizar el comercio de la madera.

"Las negociaciones del método no arancelario todavía están en su etapa inicial, por tanto es prematuro aventurar cuáles serán las consecuencias", concluyó Phillips. En todo caso, "los grupos ambientales disponen de tiempo suficiente para expresar sus temores". (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/mvf/aq/en-if/99

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