/BOLETIN-AMBIENTE/

Los tigres corren peligro de extinción en uno de sus últimos reductos en India porque japoneses y otros creen que las medicinas fabricadas con partes de su anatomía curan la artritis y la inapetencia sexual, entre otros males, según un informe publicado la semana que concluye.

El informe "El estado del tigre", de la no gubernamental Agencia de Investigación Ambiental (EIA), de Londres, se centra en Madhya Pradesh, el estado de India central donde quedan menos de 1.000 de esos animales por culpa de la caza furtiva.

Dave Currey, de la EIA, dijo que la corrupción y las promesas incumplidas también están destruyendo el hábitat natural del tigre.

Currey recalcó que la principal razón de la reducción del número de tigres en Madhya Pradesh es la demanda de medicinas y afrodisíacos fabricados con partes del animal en Japón, un país que se niega a aprobar leyes contra el tráfico y comercio del tigre.

Agregó que aunque el gobierno de India acepta que el tigre estuvo al borde de la extinción en Madhya Pradesh, el hogar de 20 por ciento de los poco más de 6.000 tigres del mundo, razones políticas impidieron la adopción de medidas.

El Partido del Congreso, que gobierna Madhya Pradesh, el mayor estado de India, se opone políticamente al Partido Bharatiya Janata (BJP), que lidera al gobierno de coalición en Nueva Delhi.

Sin embargo, la EIA se acercó a la líder del Partido del Congreso, Sonia Gandhi, para persuadir al primer ministro de Madhya Pradesh, Digvijay Singh, de tomar medidas urgentes para detener la caza furtiva del tigre.

Después de su último informe en 1996, "La política salvaje – La crisis del tigre en India", el entonces primer ministro Deve Gowda prometió a la EIA que tomaría medidas para detener la caza del tigre y la invasión de sus hábitats.

Pero tratar con India es tratar con "cambiantes reglas de juego", dijo Currey refiriéndose a los gobiernos efímeros de este país, lo que ayudó a promover la caza furtiva, entre otras cosas.

El informe se refiere a la preocupación mundial por los tigres, expresada por dirigentes políticos y millones de personas. "Pero en general, el tigre está en medio de una crisis internacional que acelera el proceso de extinción", dijo Currey.

A pesar de la prohibición mundial al comercio internacional de productos derivados del tigre por la Convención sobre el Tráfico Internacional de Especies en Peligro (CITES), estos productos se comercializan en gran escala en el este de Asia y en Estados Unidos.

El informe de la EIA contiene pruebas del tráfico y nombra fabricantes en China y Japón. La diferencia es que en Japón el problema es la falta de legislación y en China es que no se aplica, explicó Currey.

En octubre, Estados Unidos finalmente aprobó una norma contra el tráfico del tigre en ese país, prohibiendo la venta de todos los productos que contengan derivados de tigre.

"Pero todavía hay un floreciente negocio clandestino", observó Currey.

Los huesos y otras partes del tigre se utilizan en medicinas tradicionales chinas, mientras que el pene del animal se utiliza para fabricar "productos para la virilidad".

"Necesitamos actuar en las dos puntas del comercio del tigre. En India el estado y el gobierno central deben imponer el respeto por la ley y proteger al tigre y su hábitat", declaró Currey.

Debbie Banks, coautora del informe, dijo que durante sus viajes por el estado de Madhya Pradesh se encontró con una actitud de extrema hostilidad hacia el felino.

Banks, que también produjo un video documental complementario del informe, dijo que la creciente demanda internacional de partes del tigre hizo que el animal fuera baleado, atrapado o incluso electrocutado con cables de alta tensión.

Desde el punto de vista ambiental, Banks aseguró que la salud del tigre corre peligro por obras como el proyecto de la represa de Mohini Sagar, la mina diamantífera propiedad del estado de Panna, una mina de hierro en Bailadila, la extracción de piedra arenisca en Gangau y la tala ilegal de árboles.

Banks también informó que los guardabosques son una especie tan amenazada como el tigre. Entre 1992 y 1998 fueron asesinados 37 guardabosques en India.

Con poco apoyo del gobierno estatal, los guardabosques sufren desatención y abusos de parte de cazadores furtivos, insurgentes políticos y enojados pobladores, dijo Banks.

"El ingreso anual real de las selvas de Madhya Pradesh, incluida la madera y otros productos, es de aproximadamente 160 millones de dólares, y se invierte menos de medio millón de dólares para proteger ese tesoro natural y fortalecer a los guardabosques", dijo Banks.

"Mientras el personal de la selva en India pierde la vida tratando de salvar al tigre, el gobierno japonés permite que las partes del tigre se vendan legal y abiertamente en las calles de Tokio. Es una desgracia internacional", afirmó Currey. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/at/aq/en/99

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