Los valles de los ríos fueron la cuna de antiguas civilizaciones en India, Egipto e Iraq, pero hoy los cursos de agua de la cuenca de Bengala, que cubre Bangladesh y Bengala Occidental, en India oriental, están envenenados por químicos tóxicos.
En un simposio reciente en Dhaka, científicos locales y extranjeros exigieron a las autoridades tomar medidas correctivas inmediatamnente o enfrentar las desastrosas consecuencias de los contaminantes tóxicos en la salud, la ecología y el ambiente.
El uso excesivo de fertilizantes químicos para aumentar la producción de granos y el vaciado de aguas residuales industriales sin tratar en los ríos crearon una situación de emergencia en las densamente pobladas cuencas de los ríos Ganga y Meghna.
"Se importaron toneladas de químicos tóxicos, inclusive mercurio, cuyo uso no fue justificado", dijo Ainun Nishat, director para Bangladesh de la Unión de Conservación Mundial (IUCN).
Las personas desconocen los efectos adversos de la toxicidad en el cuerpo y el ambiente, por lo que Bangladesh necesita lanzar rápidamente una campaña informativa y formar funcionarios para tratar la toxicidad química, agregó.
Nishat sugirió que los expertos locales y extranjeros podrían evaluar el alcance del daño al ecosistema provocado por los fertilizantes químicos y la industria.
La extinción de los pavos reales en la cuenca de Bengala ha sido particularmente preocupante, por ser una clara señal de la presencia de contaminantes en la cadena alimenticia.
"De los dos principales ríos (de la región), el Brahmaputra (en India) todavía no fue afectado, pero los molinos de papel establecidos al otro lado de la frontera (sobre el río) lo contaminaron en Bangladesh. El Ganga (que viene de India) está muy contaminado", declaró.
"Pero, ¿cuán contaminados? Faltan datos empíricos", dijo Subhash Basak, de la Universidad de Minesota, Estados Unidos. "La mayoría de los países en desarrollo no tienen los recursos o la tecnología para rastrear todos los tipos de presencia tóxica que requiere la evaluación de los riesgos", agregó.
El uso difundido de químicos para aumentar la producción de granos también afectó la fertilidad de los suelos en muchas áreas. Miles de agricultores se empobrecieron a medida que aumentó el uso de fertilizantes, de 200.000 a tres millones de toneladas entre 1971 y 1998.
Igual de alarmante es el aumento de la contaminación con arsénico del agua subterránea. Hace tres años Bangladesh logró que casi 90 por ciento de su población tuviera acceso a agua potable con la perforación de miles de pozos en todo el país.
Pero el éxito se volvió tragedia con la presencia de arsénico en el agua subterránea en 59 de los 64 distritos. Hace dos décadas los expertos de la salud rogaron a las personas que sólo tomaran agua de los pozos para protegerse de las enfermedades. Hoy predican que el agua de la superficie es más segura.
"Aproximadamente 15 millones de personas corren riesgo debido al arsénico", dijo M. Nazrul Islam, director de la operación de la Inspección Geologica de Bangladesh.
Una toxicóloga estadounidense, Indgrid Harding-Barlow, estimó que en el futuro podría provocar el aumento de los casos de cáncer.
La conferencia sobre Reducción del Impacto de los Químicos Tóxicos en las Economías Asiáticas fue organizada por el Ghosh Research Associate, un organismo consultor liderado por Rashbehari Ghosh, en Dhaka, y Shanti Niketan, en Bengala Occidental.
Los políticos, planificadores de desarrollo y ambientalistas, identificaron en primer lugar los problemas ambientales y de salud causados por químicos y contaminantes tóxicos, y buscaron resolverlos teniendo en cuenta las capacidades y limitaciones del país.
La reunión, ceñebrada entre los días 2 y 4, fue unánime en que los acuíferos, la fuente de agua potable, deben ser protegidos adecuadamente.
"Debemos mantener el acuífero a cualquier costo y podemos utilizar acuíferos de producción profunda como tanques de almacenamiento subterráneos", dijo Ghosh.
Una encuesta realizada por el Ministerio de Ambiente en Dhaka reveló que aproximadamente 14.000 toneladas de desechos sólidos y 16.000 metros cúbicos de residuos químicos son vaciados anualmente en los ríos del país por las industrias.
"Con la alta densidad de población y otros factores sociales, económicos y políticos, Bangladesh está al borde del uso no sostenible de sus recursos, inclusive recursos hídricos, suelos, recursos pesqueros, selvas y zonas húmedas", señala un informe del Banco Mundial.
"Las tendencias duales de industrialización y urbanización crearon serios y crecientes problemas de contaminación del aire, el agua y problemas de desechos sólidos", agrega el informe.
La contaminación del aire en Dhaka, la capital de ocho millones de habitantes, es la causa de 15.000 muertes y enfermedades prematuras, indicó egún Fred Temple, director del Banco Mundial en el país.
Desde el 1 de julio, sólo se venderá combustible sin plomo en todo el país.
La presión de la población sobre los recursos, la pobreza endémica en la Cuenca de Bengala, el desarrollo no planificado, la tala indiscriminada de selvas y los terraplenes para controlar las inundaciones anuales contribuyeron a provocar la destrucción ecológica.
Ahora, la meta es desarrollar soluciones efectivas y viables que tengan un impacto positivo. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/at-dg/en/99