Unos 56 millones de niños y niñas no asisten a la escuela en Asia meridional pese a la abundante legislación en favor de la educación primaria universal, denunció hoy la organización británica Oxfam International.
India, el mayor país de la región y el segundo más poblado del mundo, con 950 millones de habitantes, lleva la delantera en cuanto a promesas incumplidas, aunque las normas constitucionales que establecen educación gratuita y obligatoria para todos los menores de 14 tienen ya medio siglo de antigüedad.
Todavía hay en India 30 millones de niños que no asisten a la escuela pese a las numerosas promesas de la Comisión de Planeamiento, el parlamento y los gobiernos estaduales, dice el informe de Oxfam, titulado "Educación ahora: Rompiendo el ciclo de la pobreza" y publicado este lunes en Nueva Delhi.
Cuando en 1997 se propuso una reforma constitucional para convertir la educación básica en un derecho fundamental aplicable por ley, se plantearon varias objeciones que calificaron la propuesta de "inaplicable y potencialmente dañina para los pobres" (quienes serían privados del trabajo doméstico de los niños), señaló Oxfam.
Las normas constitucionales y legislativas sobre educación son importantes pero no sustituyen una acción eficaz del Estado, como lo demuestra la experiencia de varios países de Asia meridional.
Bangladesh aprobó en 1990 la Ley de Educación Primaria Obligatoria y desarrolló ambiciosos programas para poder alcanzar sus objetivos, incluso en colaboración con organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, esas metas permanecen lejanas en ausencia de un incremento del gasto público en educación primaria, que debería crecer de menos de uno por ciento del producto interno bruto a tres por ciento por lo menos.
La educación básica universal está aún más lejana en Pakistán, donde la Política Nacional de Educación para el período 1998-2010 fijó ambiciosas metas vinculadas a compromisos políticos, como una inscripción de 90 por ciento para el 2002.
También en el caso de Pakistán, la política educativa abunda en retórica sobre los méritos de la educación pero carece de instrumentos esenciales como medidas financieras y administrativas para lograr sus objetivos.
"En este país todavía falta compromiso político para una campaña de universalización de la educación primaria en el menor plazo posible", destacó el fallecido funcionario de las Naciones Unidas Mahbub ul Haq en su Informe sobre Desarrollo Humano 1998.
Gran parte de lo acontecido en Asia meridional en procura de la "Educación para todos" establecida como meta en la conferencia de Jomtien, Tailandia, en 1990, refleja en el mejor de los casos un compromiso político superficial y en el peor una práctica cínica de relaciones públicas, acusó Oxfam.
Por ejemplo, los programas de gobiernos estaduales y central de India respetan fielmente los objetivos de descentralización, movilización social e integración de programas informales de educación a los nacionales fijados en Jomtien.
Sin embargo, aunque en teoría debería haber 250.000 centros de educación informal (uno por cada dos aldeas), un estudio descubrió que 188 aldeas del norte del país cuentan apenas con 10 centros funcionales.
La educación informal no ofrece, salvo en casos excepcionales, una alternativa auténtica a la acción del Estado, como lo demuestra la experiencia de la Comisión para el Progreso Rural de Bangladesh.
Pese a emplear 34.000 maestros de tiempo parcial y funcionar en 66.000 aldeas, el programa de la Comisión cubre apenas 10 por ciento de la población infantil en edad escolar de Bangladesh.
Además, los sistemas de enseñanza paralela pueden absolver al Estado de su responsabilidad de satisfacer la necesidad de educación básica de sus ciudadanos y también ser deficientes en calidad, advierte el informe.
De hecho, Oxfam atribuye la alta tasa de deserción escolar en Asia meridional a la mala calidad de la educación que se ofrece y a sus pobres resultados.
Un estudio realizado en Pakistán reveló que sólo 34 por ciento de los niños que completan la enseñanza primaria pueden comprender lo que leen y más de 80 por ciento no son capaces de redactar una simple carta.
En Bangladesh, sólo 64 por ciento de las niñas y 57 por ciento de los varones que completan la educación básica llegan a ser alfabetos.
No obstante, los avances logrados en India y Bangladesh harán que la proporción de niños sudasiáticos que no concurren a la escuela con respecto al total mundial disminuya a la mitad para el año 2005 y a 10 por ciento para el 2015.
Mientras, Pakistán experimentará una tendencia inversa. Para el 2005, ese país tendrá 40 por ciento de los niños de la región que no asisten a la escuela, frente a 27 por ciento en 1995, advierte el informe.
Pakistán debe lograr la escolaridad de dos millones de niños más para cumplir el objetivo de transición hacia la educación básica universal fijado para el año 2005. Nepal debe lograr la inscripción de otros 600.000 niños en el mismo período.
"Educación ahora" sugiere una serie de respuestas políticas a este problema de la región, comenzando por un aumento de la proporción del producto interno bruto asignada a la educación y un incremento de los recursos mediante la reforma del sistema tributario.
Mientras el sistema educativo precisa con urgencia recursos adicionales, Asia meridional invierte cerca de 10.000 millones de dólares al año en importación de armas, y Pakistán e India aumentan su presupuesto militar, lamentó Oxfam. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/mlm/ed dv/99