La cría de conejos puede solucionar problemas de hambre, desnutrición y pobreza rural en los países en desarrollo, afirmó hoy un experto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Los conejos de corral son una fuente adicional de ingresos para los pequeños agricultores y enriquecen la dieta de las familias rurales y urbanas con pocos recursos económicos, expresó René Branckaert, funcionario de la FAO especializado en cuestiones vinculadas con la cría de animales.
La carne de conejo es muy nutritiva, con pocas grasas, bajo colesterol y abundantes proteínas, vitaminas y sales minerales.
"Los conejos se adaptan muy bien a la cría doméstica, que no requiere grandes inversiones ni mucho trabajo. Cualquier miembro de una familia se puede ocupar de ellos", agregó el experto.
El consumo europeo de carne de conejo se remonta al año 1000 antes de Cristo, cuando, según se cuenta, los fenicios descubrieron conejos salvajes en el norte de Africa y en España, y los romanos los introdujeron en sus dominios.
La cría doméstica en Europa comenzó en el siglo XVI, y la expansión colonial la llevó a Australia y Nueva Zelanda. Actualmente, la carne de conejo es considerada un manjar en la mayoría de los países del Mediterráneo.
Malta es el país donde se registra mayor consumo, con 8,89 kilogramos por habitante cada año, seguida de Italia con 5,7, Chipre con 4,37 y Francia con 2,76. Entre los países árabes, Egipto ocupa el primer lugar con 1,5 kilogramos anuales por habitante.
La ciudad de Nápoles, en el sur de Italia, tiene fama de ser la mayor consumidora de carne de conejo en el mundo, con 15 kilogramos al año por habitante.
En la actualidad, el volumen de la producción mundial de carne de conejo se estima en 957.000 toneladas. China es el mayor productor, con unas 300.000 toneladas, seguida por Italia con 210.000 y España con 110.000 toneladas.
La FAO se propone ayudar a los países del Mediterráneo a organizar una red internacional para promover la cría de conejos, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria, obtener mayores ingresos, diversificar la producción y utilizar con mayor provecho los recursos ligados a la alimentación.
El nuevo organismo, que se llamará "Observatorio Internacional sobre la Cría del Conejo en los países del Mediterráneo", se reunirá por primera vez los días 18 y 19 de marzo en la sede de la FAO en Roma, con la participación de delegados de 14 países.
Más de la mitad de los países participantes pertenecen al mundo árabe, entre ellos Argelia, Jordania, Líbano, Marruecos y Túnez.
La red suministrará a gobiernos y productores la información necesaria para planificar el volumen de la cría de conejos en el contexto global de la cría de animales.
Según Branckaert, los principales problemas que deben resolverse para la difusión de esta actividad se vinculan con la preparación adecuada de las personas que se ocupen de los conejos y con la prevención de algunas enfermedades epidémicas que pueden tener efectos devastadores sobre los animales. (FIN/IPS/jp/mp/dv/99