AFRICA: Hombres toman la iniciativa contra violencia de género

Una organización de hombres de Africa lanzó una iniciativa sin precedentes para combatir la creciente violencia contra la mujer en el continente, durante una conferencia al respecto celebrada en Kenia.

"Estamos tratando de redefinir lo que significa ser hombre", expresó Boitsepo Lesetidi del centro de Prevención y Formación contra la Violencia Doméstica de Agisanang (ADAPT), de Sudáfrica.

Lesetidi afirmó que en Africa aumentó la violencia de género porque los hombres fueron criados para actuar, y no saben comunicar sus sentimientos.

"Queremos dejar en claro que nadie nace violento. La violencia es un comportamiento adquirido", dijo durante la conferencia "Prácticas positivas para eliminar la violencia contra mujeres y niñas en Africa", celebrada en Nairobi esta semana.

"El ser violento es un desafío para muchos hombres y detener esa conducta es la responsabilidad que ellos tienen", sostuvo.

Davinda Lamba, un activista de derechos humanos de este país, afirma que la violencia de género es un problema social que sólo puede ser resuelto a través de un esfuerzo colectivo de hombres y mujeres.

"El género debe ser visto como una institución social y debe ser tratado como un problema social", explicó Lamba.

"No podemos resolver el problema de la violencia contra la mujer si nosotros, como hombres y como sujetos que perpetramos la violencia, no somos parte de la solución. La filosofía básica de la iniciativa es que los hombres que son violentos tengan la capacidad de modificar sus conductas", agregó Lamba.

"Parte del problema es que la mayoría de los hombres que son violentos no ven el problema de la violencia contra la mujer como una agresión, sino como parte de la disciplina, aprobada por la cultura", afirmó Mugambi Kiai de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC), con sede en Nairobi.

Kiai informó que en varios países africanos como Kenia, las leyes que tratan la discriminación de género se contradicen en sus propios artículos, los cuales al mismo tiempo permiten la discriminación basándose en costumbres tradicionales.

La falta de voluntad política de los gobiernos africanos dominados por los hombres también fue identificada como un obstáculo contra el progreso de la mujer para cambiar esos impedimentos legales.

Por ejemplo, recientemente cuando un grupo de mujeres de Kenia exigió participar en el debate por la reforma constitucional, un ministro del gabinete del presidente keniano Daniel Arap Moi afirmó que la organización de "mujeres era un monstruo que no merecía un lugar dentro de la reforma constitucional".

En Kenia, un promedio de 4.1 mujeres mueren al mes víctimas de la violencia, mientras que en las prisiones la cifra es de tres reclusos muertos al mes, como resultado de las enfermedades contraídas debido a las malas condiciones de las cárceles de los países de Africa oriental, según cifras de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia.

"Esto significa que las mujeres viven en condiciones aun más atroces que las de los presos de Kenia", denunció Kiai.

La violencia de género también es un fenómeno social presente en Sudáfrica, donde en 1993 se denunciaron 27.056 casos de violación. De estos sólo 8.998 violadores fueron procesados y de los casos llevados ante los tribunales, solamente 4.753 recibieron condena.

El enviado y asesor humanitario de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas para la región de los Grandes Lagos, Berhanu Dinka, afirmó que los hombres de la iniciativa contra la violencia recorrerán un largo camino para educar a sus pares, quienes necesitan sensibilizarse en el tema.

"Estos hombres que lanzaron esta iniciativa acaban de redefinir la masculinidad y la virilidad, y se liberaron de los estereotipos sociales", afirmó.

En Kenia, un grupo de activistas hombres, encabezados por el director de la Iglesia presbiteriana de Africa oriental, Timothy Njoya, formaron una secretaría llamada "Hombres a favor de la igualdad con la mujer", para tratar la violencia de género y otras desigualdades que sufren las mujeres y niñas.

"Pedimos perdón por todo el tiempo que hemos perdido y nos comprometemos a trabajar contra la violencia y la desigualdad de género. Esperamos que ahora podamos lograr una equivalencia entre hombres y mujeres", declaró Njoya.

Afirmó que el grupo está preocupado por el creciente número de casos de violencia sexual que pusieron en peligro las vidas de muchas mujeres, quienes no sólo sufren del trauma psicológico, sino también de las enfermedades de transmisión sexual como el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

"Antes, si una mujer era violada, el problema era el trauma psicológico que se experimentaba, pero ahora, con el sida estamos hablando de vidas que corren peligro", explicó.

Para combatir el mal, los hombres planifican marchas callejeras en varios países para denunciar la violencia contra la mujer.

En Kenia, el día 28 se realizará una marcha exclusivamente de hombres. "Las mujeres trabajaron muy duro para arrojar luz sobre el tema y hacer que la sociedad fuera consciente de la violencia que fueron objeto, y ahora queremos asumir el tema seriamente", agregó Njoya.

En Sudáfrica, los hombres participarán en las campañas de concienciación de la comunidad, a través de organizaciones como ADAPT. Esas campañas serán difundidas a través de los cines, estaciones de radio locales, fábricas, sindicatos, iglesias y escuelas

"Como resultado de todo esto, los hombres vendrán por sí solos en busca de terapia para que los ayudemos a modificar sus comportamientos en determinados aspectos de sus vidas como la ira, la paternidad responsable y la sexualidad", vaticinó Lesetidi.

Los hombres de otros países africanos como Burundi, Senegal y Uganda también se comprometieron a comenzar con la iniciativa masculina en sus respectivos países.

Los participantes acordaron tomar parte en el lanzamiento de un tribunal de mujeres, donde brindarán testimonio aquellas mujeres que fueron víctimas de la violencia.

En el tribunal simbólico, que comenzará en Nairobi en mayo, miembros del jurado pertenecientes a grupos de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales escucharán las historias de las sobrevivientes, para finalmente dar su veredicto.

"La creación de un espacio público y político para las mujeres violadas, llamando a los crímenes por sus nombres en sus propias lenguas vernáculas, recibiendo protección, asistencia y respeto va a contribuir a restaurar la dignidad y autoestima de las víctimas", dijo Sam Ogwalo de El Taller Africa, el grupo de Nairobi que coordinará las actividades del tribunal.

"Es a través de este proceso que las voces silenciadas de las víctimas, sobrevivientes y desamparados comienza a descubrir su poder. Al escuchar públicamente los testimonios de las mujeres violadas, veremos cómo llaman a las cosas por su nombre y el poder que tienen", concluyó.(FIN/IPS/tra-en/ja/mn/mvf/aq/hd/99

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