Millones de personas quedarán sin empleo en Africa si no se logra una reactivación económica que cree nuevos puestos de trabajo, declaró una alta funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Lalla Ben Barka, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para Africa (CEA) de la ONU, señaló que la oferta de empleo no ha mantenido el paso con la creciente disponibilidad de fuerza de trabajo.
"La oferta de mano de obra está aumentando en un promedio de alrededor de tres por ciento anual, mientras los empleos disminuyen o se mantienen estancados", añadió.
Barka participó, junto a unos 350 representantes de organizaciones no gubernamentales, gobiernos y agencias de la ONU, en una conferencia sobre "Aceleración del Desarrollo Social en Africa en el Siglo 21", realizada en Nairobi entre el 15 y 17 de marzo.
La conferencia, organizado por la CEA (que tiene su sede en Etiopía), fue una continuación de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social que se realizó en Copenhague en 1995.
En Copenhague se recomendó un plan de acción de diez puntos para que los países enfrentaran problemas pendientes de pobreza y empleo, pero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU indicó que desde entonces se ha hecho muy poco para crear nuevos puestos de trabajo en Africa.
La OIT calculó que, de cada 100 nuevos trabajos creados en Africa entre 1990 y 1995, 50 correspondieron a la agricultura, 40 al sector urbano informal y sólo 10 al sector formal moderno.
La organización señaló también que se ha producido un desplazamiento estructural de la oferta de puestos de trabajo, desde el sector público hacia pequeñas y microempresas en el sector privado.
"En muchos países de Africa, el porcentaje de empleados formales con trabajos de ocho horas es sólo 25 por ciento", apuntó la OIT, agregando que "los salarios reales han disminuido dramáticamente en Kenia, Malawi, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe".
"En la mayoría de esos países el desempleo juvenil se ubica entre 24 y 40 por ciento, y el femenino es dos veces superior al promedio nacional", expresó la OIT.
Barka expresó que, a menos se adopten medidas radicales para combatir la pobreza absoluta, "Africa seguirá siendo el único continente en el que la pobreza siga aumentando durante el próximo siglo".
"Una manera de alcanzar ese objetivo es aumentar el capital humano de los pobres, asegurando que resulevan sus necesidades básicas de salud, educación, nutrición, empleo productivo y métodos sustentables de subsistencia", apuntó Barka.
Si bien la CEA dijo que el desempeño promedio de los países africanos mejoró en términos de aumento del producto interno bruto (PIB) desde la cumbre de Copenhague, en la mayoría de los casos ese logro no se vio acompañado de mejores indicadores sociales en áreas como la educación y la atención sanitaria.
El promedio anual de crecimiento del PIB en Africa era sólo uno por ciento en el bienio anterior a la cumbre, y ascendió a 3,2 por ciento cuatro años después.
"Debido al alto índice de aumento de población en Africa, no creemos que haya motivos para festejar. Los aumentos del PIB fueron insuficientes en relación con lo que sería necesario para reducir la pobreza a la mitad en el 2015", afirmó Barka.
Al inaugurar la conferencia de Nairobi, el presidente de Kenia, Daniel Arap Moi, expresó que "es muy difícil lograr prosperidad económica en cualquier región en cuyo ambiente económico predominen las fuerzas del mercado".
"La demanda mundial de muchas productos cuya exportación era básica para Africa ha disminuido, por la persistente existencia de prácticas desleales de comercio", señaló.
El presidente de Kenia añadió que este problema sigue debilitando la economía de los países de Africa oriental y meridional y, "al mismo tiempo, socavando la capacidad de los pobres para alcanzar sus necesidades sociales básicas. (FIN/IPS/tra-en/pn/mn/ego/dv if/99)