El ex presidente y ahora senador Carlos Andrés Pérez hizo hoy en Venezuela una ardorosa defensa de la democracia y del Congreso y alertó sobre los peligros de una autocracia, en su primer discurso público desde 1993.
"Se está jugando la suerte de la democracia venezolana", afirmó Pérez al intervenir en una sesión bicameral del parlamento para debatir el texto del decreto con que el presidente Hugo Chávez convocó a un referendo sobre una Asamblea Constituyente.
El dos veces presidente y dirigente socialdemócrata criticó que ese decreto pretenda "un poder absoluto" para Chávez, al pedir respaldo para que el presidente "tenga una autoridad que nunca debe tener en un proceso constituyente".
Chávez asumió el poder el día 2, cuando firmó el decreto para la consulta sobre la creación de una Asamblea Constituyente que refunde políticamente el país y entierre el agotado modelo representativo y de partidocracia instaurado en 1958.
En su esperada alocución, seguida atentamente y con aplausos por las filas del gobierno y la oposición, Pérez, de 76 años, defendió la idea de la asamblea y admitió que el sistema venezolano requiere "urgentes y muy profundos cambios".
"Chávez representa el inicio de un nuevo tiempo histórico en Venezuela", afirmó Pérez, y demandó a los criticados políticos tardicionales el comprender que "vienen nuevos actores" para regenerar la vida pública local, ante su fracaso en hacerlo.
"Aquí han colapsado las instituciones y hay una razón importante y definitiva para una Asamblea Constituyente", dijo, para reconocer que el presidente ha sido el impulsor del proceso y Poder Legislativo no puede pretender quitarle el protagoismo.
Pero con igual firmeza, el ahora lider de la nueva agrupación Apertura, dijo que lo que le provoca "honda preocupación" es que el presidente usa su poder y su capital político "para retar al Congreso" y dar pasos hacia su clausura, así como para imponer por su cuenta las reglas de la Constituyente.
"Sin Poder Legislativo no hay democracia", remarcó, al plantear el establecimiento de una comisión parlamentaria especial, que pase a dialogar con el gobierno sobre la modificación del texto del referendo, ya impugnado ante la Corte Suprema de Justicia, en dos recursos diferentes.
La polémica sobre el decreto se centra en la segunda de sus dos preguntas, en que se pide a la población a que autorice al presidente a que fije las bases comiciales de la Asamblea, una vez oídos los diferentes sectores del país.
Chávez, un teniente coronel retirado de 44 años, obtuvo un rotundo triunfo en las elecciones de diciembre, con más de 56 por ciento de los votos, después de haber fracasado hace siete años en tomar el poder por las armas, en un alzamiento contra Pérez.
El actual presidente, una figura carismática a la que algunos analistas ubican su único antecedente local en el propio Pérez, cuenta con el respaldo de una alianza de casi toda la izquierda y antiguos oficiales golpistas, que tiene un tercio de los escaños.
Pérez fue elegido como senador por su natal estado de Táchira en los comicios de noviembre, lo que significó su retorno a la política activa, después que su segundo quinquenio terminó anticipadamente, al iniciársele un juicio por desviación de fondos secretos, que terminó con una condena de 28 meses.
El ex presidente, que gobernó el país entre 1974 y 1979 y entre 1989 y 1993, consideró que el decreto se inserta en "una avanzada constante de una posición autoritaria que pretende tomar el poder en Venezuela".
"Se busca motivos para sacarnos por la fuerza", afirmó en el Congreso, que desde el día 3 concentra su labor en el interminable debate en torno a la Asamblea y el decreto.
"Si se nos va a clausurar, que se nos clausure, pero cumpliendo con nuestro deber y nuestro juramento", dijo Pérez, en medio de posiciones oficialistas a favor de que el Congreso sea disuelto cuando comience sus funciones la Asamblea, en julio.
Pérez pidió perdón por sus errores como gobernante, antes de subrayar que los delitos en la democracia "son pese a ella y no por ella" y asegurar que la insistencia en vilipendiar el sistema democrático sólo tiene sentido si se quiere destruirlo.
Calificó de "desenfado inconcebible" el continuo ataque al Congreso y su validez, para insistir en que las fallas son de las personas y no de las instituciones.
"Eso no es verdad, no podemos admitirlo", afirmó ante la posición oficialista y del propio Chávez de que los votos de los legisladores no tienen legitimidad, al contrario de los del presidente.
Pérez afirmó que la tolerancia es la base de un espíritu democrático, en alusión a las duras reacciones del presidente ante las críticas opositoras en torno al decreto y otros puntos. "Venimos a pedir y a ofrecer tolerancia", dijo.
Aseguró que "el Congreso no está retando al Poder Ejecutivo, pero desgraciadamente tengo la sensación de que el Poder Ejecutivo está retando al Congreso y eso es inaceptable".
El ex gobernante dijo que el rediseño constitucional "no puede ser sobre la imposición de una sola persona, un solo sector y un solo poder", antes de llamar a Chávez a que pase a promover el consenso en lugar de la confrontación.
A juicio de Pérez, la Asamblea será la puerta de la autocracia si no es fruto de un pacto legítimo de todos los actores de la sociedad venezolana. (Fin/IPS/eg/ip la/99