La ONU puso en marcha esta semana sus plan de negociación de un acuerdo entre Portugal e Indonesia sobre el futuro de Timor Oriental, pero la violencia que sufre el territorio crea temores de posible retiro repentino de Yakarta.
Los timorenses que se oponen a la anexión forzosa a Indonesia en 1976 de la antigua colonia portuguesa se alegraron por la noticia de que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) estaba considerando un camino hacia la posible independencia de su país.
Pero al mismo tiempo temen que Indonesia se retire de forma repentina, pues de ese modo podría reproducirse la violencia que vivieron al retirarse Portugal en 1975, cuyo resultado fue la invasión de Indonesia y la muerte de 200.000 timorenses, la tercera parte de la población total de entonces.
Joao Carrascalao, presidente de la Unión Democrática de Timor y miembro del independentista Consejo Nacional de Resistencia de Timor, advirtió el viernes que Indonesia contribuyó a armar a los civiles contrarios a la independencia y a crear "un clima que conducirá a la violencia".
"Lo que sucederá otra vez será una masacre de la población civil. Exhortamos a la ONU a enviar observadores a Timor Oriental con urgencia", declaró Carrascalao.
Constancio Pinto, portavoz del Consejo Nacional, afirmó que Yakarta entregó unas 10.000 armas a sus seguidores de Timor Oriental hace pocos días. "Indonesia intenta crear otra guerra civil", dijo.
La organización de derechos humanos de Timor Oriental Yayasan Hak estimó que, sólo en los últimos dos meses, murieron 21 personas, 17 fueron detenidas y torturadas, seis desaparecieron y 7.608 fueron obligadas a abandonar sus hogares a raíz de algún levantamiento armado.
Un programa de la BBC anunció el viernes que un comandante paramilitar, Kansio López, dijo haber recibido 20 rifles chinos del ejército indonesio para atacar civiles. El general Wiranto, que comanda las fuerzas armadas de Indonesia, negó esta semana que su país esté armando a milicias civiles en Timor Oriental.
El embajador Jamsheed Marker, que dirige las conversaciones de la ONU entre Indonesia y Portugal, manifestó "preocupación por el deterioro del orden y la ley", y dijo que tanto los timorenses independentistas como los que no lo son, recibieron armas.
"Participé al gobierno de Indonesia de esta preocupación", dijo Marker, que propone desarmar a los guerrilleros de Timor Oriental.
La violencia amenaza a Timor Oriental mientras los cancilleres de Indonesia, Ali Alatas, y Portugal, Jaime Gama, planean discutir este domingo el último proyecto de autonomía con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
El plan de la ONU consiste en dar una autonomía sustancial a Timor Oriental, lo que podría constituir su primer paso hacia una independencia gradual, dijeron algunas fuentes a IPS.
Pero los detalles de dicho plan, elaborado y discutido la semana pasada bajo la conducción de Marker, aún no se conocen.
Timor Oriental controlará la mayoría de sus asuntos salvo las Relaciones Exteriores y la Defensa, y algunas cuestiones financieras, anunció Marker. Una vez lograda esta autonomía, Timor Oriental tendrá incluso la libertad de unirse a asociaciones internacionales como la Unión de Naciones Lusoparlantes, agregó.
Se espera que Alatas explicite la próxima semana si el plan de autonomía representa un primer paso hacia la independencia o si es algo definitivo, y también si habrá o no algún mecanismo, un referéndum por ejemplo, para averiguar la opinión de los timorenses al respecto.
Pinto dijo que la autonomía podía aceptarse como una etapa en el trayecto hacia la independencia, cuya duración no debería superar los cinco años, pero que no podía ser una "solución final" para su país.
"Sesenta y nueve por ciento de la población indicó que apoya la independencia de Timor Oriental. La autonomía no se acepta", agregó Carrascalao.
Pero los dirigentes timorenses son conscientes de la necesidad de mantener la paz entre los que apoyan la independencia y los que están en contra, ahora que el proyecto de la ONU avanza.
José Ramos Horta, premio Nobel de la Paz e independentista de larga trayectoria, exhortó a todos los ciudadanos de Timor Oriental a responder con calma y tolerancia al desarrollo de las conversaciones sobre la autonomía y la posible independencia.
"Si Indonesia desea retirarse sin ocuparse de elaborar un perído de transición, el pueblo de Timor Oriental no debe entrar en pánico. Podemos invitar a la ONU a hacerse cargo de la tarea por un tiempo de tres años como mínimo, y podría extenderse según las necesidades", sugirió Ramos Horta el viernes.
Cualquier plan que implique supervisores o cuerpos de mantenimiento de paz de la ONU, sin embargo, depende de la aceptación de Yakarta, señaló Marker.
El actual presidente de Indonesia, Bacharuddin Jusuf Habibie, dijo por primera vez el mes pasado que se podría considerar la independencia de Timor Oriental si la autonomía resulta inaceptable, pero aún debería implementarse un referéndum sobre el futuro de Timor Oriental.
Eso podría cambiar ahora que mediadores indonesios y portugueses delinearon un plan de autonomía para Timor Oriental.
Alatas y Gama discutirán el plan la semana próxima con Annan, y durante ese tiempo, Indonesia aclarará su postura respecto de la autonomía. La ONU, entre tanto, deberá presionar por el desarme, cuanto antes, de las dos facciones de Timor Oriental.
"Llegamos a un acuerdo, el mejor que podemos obtener. Es como si se hubiera bajado telón del primer acto de las negociaciones, y estuviera por subir el telón del segundo", explicó Marker. (FIN/IPS/tra-en/fah/ceb/mj/ip/99