La capital de Sierra Leona parece una ciudad fantasma luego de la invasión, hace un mes, de la guerrilla integrada por miembros del ex ejército oficial y por el Frente Revolucionario Unido (FRU).
Alrededor de 2.000 rebeldes descendieron a Freetown el 6 de enero desde las colinas cercanas a los barrios del este y sitiaron a la mayor parte de la ciudad.
Los insurgentes saquearon y destruyeron propiedades, sobre todo en el centro y el este de la ciudad, durante la primera semana del sitio.
Fuentes oficiales anunciaron que en esos ataques murieron unas 3.000 personas, pero se sospecha que el número de muertos es mucho mayor.
"La campaña de destrucción de los rebeldes fue despiadada. Ni siquiera respetaron a los edificios importantes del gobierno y mataron a miles de civiles inocentes. Es inaceptable", protestó el ministro de Información, Julius Spencer.
El cuerpo de mantenimiento de paz de Africa occidental (ECOMOG) dirigido por Nigeria y con el apoyo de las milicias locales, expulsó hace un año al Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas, que actualmente lucha junto a los rebeldes.
El ECOMOG contuvo el avance de los insurgentes y este lunes recuperó la mayor parte de los sectores sitiados.
Unas 600 residencias privadas fueron incendiadas por los insurgentes, por lo que decenas de miles de civiles quedaron desamparados, o en refugios improvisados, anunció el Standard Times, un diario independiente de Sierra Leona.
"Los despiadados rebeldes incendiaron cada casa que encontraron en su camino, incluso mezquitas e iglesias, de manera que dejaron empobrecidos a la mayoría de los residentes de la ciudad", comentó el diario.
El Estadio Nacional de Sierra Leona fue convertido temporariamente en un refugio al aire libre que aloja a unos 30.000 civiles desplazados, la mayoría provinientes de la zona este de la ciudad.
Algunas mezquitas, escuelas e iglesias que resistieron al ataque también fueron ocupadas por las personas que se quedaron sin hogar y sin bienes.
Los desplazados dependen ahora completamente de la ayuda alimentaria que les brinda el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas.
Marie Sesay, de 40 años y desplazada del barrio oriental de Kissy, dijo que los rebeldes habían matado a tres de sus hijos.
"Durante el día, hago fila con los cuatro hijos que me quedaron para conseguir trigo y aceite comestible, con lo que sobrevivimos. No pienso irme del estadio hasta que el gobierno no nos brinde algún tipo de refugio", explicó.
El presidente Ahmed Tejan Kabbah anunció este lunes que su gobierno busca soluciones inmediatas a la falta de vivienda que enfrentan los residentes de Freetown.
"Mi gobierno proyecta introducir un plan de créditos para que todas esas personas puedan reconstruir sus casas, destrozadas por los rebeldes", declaró Kabbah.
Los principales bancos y comercios de Freetown aún están cerrados, al igual que varias dependencias del gobierno.
Tampoco se terminó de limpiar la ciudad. Todavía hay cadáveres en algunas esquinas, y en algunas casas quemadas aún quedan docenas de caáveres civiles calcinados.
En el Hospital Connaught, el principal de la ciudad, hay docenas de pacientes cuyos miembros fueron amputados por los rebeldes, y cientos con heridas de bala y laceraciones múltiples.
El hospital tiene capacidad para 200 pacientes, pero en la actualidad recibe a unos 1.000, lo que hace que el servicio sea muy malo. Muchos médicos huyeron de la ciudad sitiada, porque los rebeldes saquearon o incendiaron sus hogares, o por temor, debido a la inseguridad.
Tres mujeres embarazadas murieron este lunes antes de parir porque en el Hospital de Maternidad y Pediatría de la zona este no había médicos disponibles para hacerles una cesárea.
"La situación es terrible. La maternidad está en mal estado. No hay médicos, sólo quedan unas pocas enfermeras", señaló John Conteh, un trabajador de la salud de Freetown.
Nigeria, que tiene 14.000 soldados en el ECOMOG y gasta cerca de un millón de dólares por día en las operaciones de dicha fuerza, advirtió que no seguirá ocupándose de Sierra Leona una vez realizadas las elecciones a fin de año.
Sierra Leona no tiene ejército, ya que el mismo fue disuelto en 1998 por haberse unido a los rebeldes del FRU para derrocar al presidente Kabbah. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/ceb-dg/ip-hd/99