La disolución de los 400 partidos políticos existentes en la República Democrática de Congo (RDC) dispuesta por el presidente Laurent-Desiré Kabila fue recibida por la oposición con el malestar que era de prever.
Alphonse Lupumba Kamanda, presidente del opositor Frente Republicano, describió el decreto emitido la semana pasada por Kabila como "perverso en su contenido y contrario a los principios elementales de la democracia".
"Kabila tiene la ilusión de decirle a los partidos políticos cómo deben ser dirigidos. Eso es simplemente una aberración", dijo Kamanda, cuyo partido "luchará para revocar" la norma.
El decreto emitido el 31 de enero, que regula las actividades de las organizaciones políticas, disolvió los 400 partidos y ordenó a los que pretendan continuar funcionando que se registraran en el Ministerio de Interior en un plazo de 30 días.
El proceso, que incluye el pago de 10.000 dólares, insumirá tres meses. Para ser aceptadas, las solicitudes deben estar firmada por 150 miembros fundadores entre los que deben figurar residentes en las once provincias de la RDC.
Además, el decreto prohíbe a todos los congoleños sin residencia continua en el país en los dos últimos meses así como a los hijos de extranjeros unirse a cualquier partido o involucrarse en actividades políticas.
La restricción es interpretada como dirigida a funcionarios de la dictadura del fallecido presidente Mobutu Sese Seko, que huyó del país antes de la caída de su régimen en mayo de 1997.
A los disidentes que se levantaron en armas contra el Estado, como los que integran la Unión Congoleña para la Democracia, también se les prohibió formar un partido político.
El decreto obliga a todos los partidos políticos a celebrar asambleas antes de las elecciones generales. De lo contrario, se les negará el derecho a comparecer ante las urnas, si bien aún no se ha fijado fecha para la realización de los comicios.
Joseph Kapika, portavoz de la Unión por la Democracia y el Progreso Social, dijo que su partido no estaba preocupado por la nueva ley. "No tenemos que presentar nuestras credenciales a un dictador que sólo busca mecanismos para asegurar su régimen decadente", dijo.
Kapika dijo que su sector previó de forma equivocada, antes de que se dictara el decreto, que la prohibición a los partidos políticos sería levantada.
"La Unión por la Democracia y el Progreso Social rechaza el decreto y convoca a sus miembros a estar listos para continuar la lucha para que la dictadura pierda poder", dijo.
Eugene Diomi Ndongola, presidente del Frente para la Supervivencia de la Democracia, presentó esta semana una demanda en la Suprema Corte exigiendo la revocación de la ley, que, afirmó, viola los convenios internacionales sobre derechos cívicos y políticos.
Los periódicos congoleños también criticaron la ley. "En lugar de una política adecuada de apertura y legalización de los partidos políticos", la norma impone " excesivos poderes" al Ministrio del Interior, dijo en un editorial el periódico independiente Le Potentiel en un editorial.
Otro periódico, Le Phare, también cercano a la oposición, dijo que en lugar de admitir a los partidos políticos, como prometió en Europa en noviembre, Kabila confirmó su disolución.
"El presidente ofrece un pluralismo similar a un círculo cuadrado. Por ejemplo, pide a cada partido que reclute miembros en todas partes del país. Es normal en tiempos de paz. En tiempos de guerra, al reclutar en territorio ocupado un partido sería acusado de colaborar con el enemigo", dijo la revista Numerica.
Este semanario dijo que "si no hay dirigentes políticos dispuestos a ignorar la nueva ley, no habrá partidos políticos" en la RDC.
El alto funcionario de gobierno Yarodia Abdoulaye Ntumba dijo a la televisión oficial el domingo que Kabila quería evitar la proliferación de partidos políticos en el país.
Se crearon aproximadamente 400 partidos en 1992, luego de que Mobutu levantara la prohibición a la democracia multipartidaria, tras 27 años de dictadura militar en este país centroafricano de casi 45 millones de habitantes.
Inmediatamente después de derrocar a Mobutu en mayo de 1997, Kabila suspendió a todos los partidos políticos existentes hasta nuevo aviso. (FIN/IPS/tra-en/bm/nrn/mf/mn/at/mj/ip hd/99