PERU: La tensión pasa de la frontera con Ecuador a la colombiana

La orden del presidente de Perú, Alberto Fujimori, de desplazar más tropas hacia la frontera con Colombia y sus críticas al proceso de paz en ese país serían una ofensiva para impulsar una intervención multinacional contra la guerrilla colombiana, a jucio de varios expertos.

Dos batallones de infantería del Ejército se sumaron el último fin de semana a los 600 soldados que la semana pasada fueron movilizados desde la localidad de Iquitos para reforzar diversos puntos de la frontera peruano-colombiana.

Este aumento de la presencia militar en la frontera nororiental del país, tres meses después de haber firmado la paz con Ecuador, vuelve a generar un clima de tensión en esa vasta zona selvática.

Expertos y dirigentes de la oposición se mostraron preocupados y se preguntan los propósitos de las medidas adoptadas y las declaraciones de Lima respecto del diálgo de paz colombiano, que generaron un conflicto diplomático con Bogotá.

Fujimori se declaró el viernes en Washington contrario a las conversaciones iniciadas en enero entre el presidente colombiano Andrés Pastrana y las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El gobierno de Colombia comete un error al reconocerle a la guerrilla el estatus de virtual gobierno regional, dijo Fujimori, quien puso como ejemplo contrario y más conducente la política de aniquilamiento militar puesta en práctica en Perú para derrotar a las organizaciones insurgentes de su país.

Agregó que las guerrillas colombianas son financiadas por el narcotráfico, lo que constituye un peligro mayor para la estabilidad y la paz en la región.

Las declaraciones de Fujimori, pronunciadas en ocasión de la reunión con sus pares Jamil Mahuad, de Ecuador, y Bill Clinton, de Estados Unidos, fueron consideradas por expertos como un virtual apoyo a un presunto proyecto de Washington de crear una fuerza multinacional contra la guerrilla colombiana.

Mirko Lauer, comentarista del diario izquierdista La República, manifestó que "en su propósito de cortejar a la derecha internacional y tratar de exportar el 'fujimorismo", el presidente "podría estar creando problemas donde no los había".

Por su parte, Flavio Solorzano, del centrista partido Acción Popular, opinó que "se trata de una maniobra de distracción con fines electorales".

Lima no tardó en pedir excusas a Bogotá ante el inmediato reclamo diplomático colombiano, las que fueron aceptadas por el canciller Guillermo Fernández de Soto, pese a que reiteró que los comentarios de Fujimori fueron "inconvenientes e inoportunos".

El presidente del Congreso peruano, Ricardo Marcenaro, afirmó este martes que el desplazamiento militar hacia la frontera con Colombia no afecta las relaciones con ese país.

Marcenaro sostuvo también que las declaraciones de Fujimori sobre el proceso de paz colombiano "no constituyen una intromisión en asuntos internos de ese país porque refieren a un riesgo para Perú".

"Fujimori advirtió a la comunidad internacional que los narcoguerrilleros colombianos se infiltran en nuestro territorio y la decisión de reforzar los destacamentos militares en la frontera tiene el propósito de cerrarle el paso", agregó

Fuentes que se identificaron como del gobierno hicieron llegar este martes por correo electrónico a varios medios de información locales y a corresponsales extranjeros una lista de presuntas incursiones de guerrilleros colombianos en territorio peruano.

La nota comienza informando sobre un ataque contra un puesto fronterizo el 7 de febrero de 1993 y concluye con un operativo de paramilitares colombianos el 27 de agosto de 1998, donde habrían sido heridos varios soldados y policías peruanos, y muertos o secuestrados numerosos civiles.

Algunas zonas del río Putumayo, limítrofe entre Perú y Colombia, están bajo control de fuerzas paramilitares y grupos de narcotraficantes colombianos, y hay muy poca presencia de efectivos peruanos, según Roger Rumrill, experto en temas de la selva.

"Es un área de mucha violencia, la población de las aldeas ribereñas viven atemorizadas y la policía peruana no puede protegerlos porque no cuenta con los elementos necesarios para patrullar el río", dijo Rumrrill. (FIN/IPS/al/dm/ip/99

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