Los partidos políticos de Paraguay debatirán la semana próxima una inesperada propuesta de salida a la crisis político-militar que afecta a este país.
La iniciativa fue formulada por el diputado Enrique Riera, independiente dentro del gobernante Partido Colorado.
Riera propuso una fórmula según la cual el ex comandante en jefe del Ejército Lino Oviedo debe ir a prisión para cumplir una pena que le impuso la justicia y el presidente Raúl Cubas debe convocar en una semana a un "diálogo nacional sin exclusiones".
A su vez, el Congreso tendría que devolver en menos de seis meses al jefe de Estado la facultad de indultar a Oviedo sin esperar que éste cumpla la mitad de la pena, o sea cinco años.
Poco antes de que se conociera la propuesta de Riera, la mayoría del Congreso logró sumar 47 diputados (sobre 80) y 27 senadores (sobre 45) a su idea de juicio político a Cubas, agregando el nuevo cargo de desacato a una orden del Poder Judicial a los ya formulados previamente de "mal desempeño" y "violación de la Constitución".
Se necesita una mayoría especial de dos tercios de los presentes para que la cámara baja eleve al Senado la petición de realizar un juicio político al jefe de Estado.
Cubas dijo este viernes que no tenía "conocimiento de lo que se dijo" en el maratónico debate de casi siete horas en ambas cámaras parlamentarias.
Agregó que tiene "las valijas listas" para retornar a su hogar si es destituido por no obedecer el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de apresar a Oviedo, condenado en 1998 a diez años de prisión por un intento de rebelión producido dos años antes.
Dirigentes del Partido Colorado y de la oposición, divididos internamente respecto de una salida pactada, toman aún con pinzas la fórmula lanzada por Riera.
Descolocados ante la ponencia, los líderes de bancada manifestaron su acuerdo crítico con partes de la iniciativa, pero se reafirmaron en mantener el proceso de juicio a Cubas hasta tanto los presidentes partidarios no den su parecer sobre la viabilidad política de la propuesta de Riera.
Cubas debió por su lado desmentir que tuviera intención alguna de rodear al Congreso con fuerzas militares, tal como lo acusó el presidente del Congreso, Luis González Macchi, según el cual en Asunción había "ruido de sables".
El canciller Dido Florentín convocó a todos los embajadores acreditados ante Paraguay para dar por infundada la versión, pero a la vez denunció a legisladores opositores y partidarios del vicepresidente Luis María Argaña de pretender un "golpe parlamentario".
El nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia, Wildo Rienzi, fue a su vez criticado por la Cancillería por afirmar que "se ha quebrado el Estado de Derecho".
Rienzi se refería al incuplimiento por Cubas de la orden de la Suprema Corte de Justicia de detener a Oviedo antes de este miércoles.
La embajadora de Estados Unidos, Maura Harty, se entrevistó con Florentín para manifestarle su preocupación por la salud de "las instituciones y la democracia" en Paraguay.
No obstante, el canciller afirmó a la salida de la reunión que la diplomática no se refirió a asuntos de política interna. (FIN/IPS/cm/dg/ip/99