El Partido de la Revolución Democrática (PRD), de oposición en México, obtuvo su tercera gobernación, mientras el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el gobierno retuvo por escaso margen un donde opera una organización guerrillera.
Encuestas a boca de urna y resultados parciales de la votación indicaron que el centroizquierdista PRD, cuyo candidato, Leonel Cota, ganó el domingo la gobernación del estado de Baja California Sur, en la costa norte del Pacífico, con más de 50 por ciento de los votos.
Mientras, en el estado de Guerrero, también en la costa del Pacífico pero al sur, el PRI habría conservado la gubernatura con un margen de menos de tres puntos porcentuales. El PRD, que ocupó el segundo puesto, anunció que no reconocerá la derrota hasta que se difundan los resultados finales, este jueves.
Guerrero, donde en 1996 hizo su aparición el Ejército Popular Revolucionario, es un importante centro turístico de unos tres millones de habitantes, pero también zona de presencia indígena y alta marginalidad.
Baja California Sur, en tanto, es un estado con 400.000 habitantes dedicado principalmente a la pesca y con un nivel de marginalidad media, según estudios oficiales.
La dirigencia del PRD, que en 1997 y 1998 obtuvo sus primeras dos gobernaciones (la capital y el estado de Zacatecas, en el centro) afirmó que sus triunfos demuestran que camina seguro hacia la elecciones presidenciales de julio del 2000.
El Partido Acción Nacional, también opositor, y el PRD gobiernan actualmente 10 estados donde residen poco más de 32 por ciento de los 96 millones de mexicanos. El PRI, partido que gobierna el país de forma ininterrumpida desde 1929, continúa siendo el más poderoso.
Los tres partidos principales disputarán en forma apretada la elecciones presidenciales del año próximo, cuando Ernesto Zedillo, del PRI, terminará su gestión de seis años, según las encuestas.
En julio de 1997, cuando el PRI sufrió su peor derrota electoral a nivel federal al perder el control absoluto que había mantenido por decenios en la Cámara de Diputados, la oposición vaticinó que el partido oficial caminaba hacia la extinción.
A pesar de esos augurios, la mayoría de analistas consideran que el PRI sigue siendo el partido más fuerte de México y que la posibildad de un nuevo triunfo electoral en el 2000 no debe ser descartada.
Nueve políticos se mencionan hace varios meses como posibles candidatos de los principales partidos, algunos de los cuales ya realizan campañas de propaganda.
La mayoría de políticos y analistas coinciden en que las próximas elecciones presidenciales serán las más democráticas y transparentes en los últimos 70 años gracias a las reformas electorales aprobadas en 1995 y 1996 por las dos cámaras legislativas.
Los resultados electorales fueron tradicionalemte impugnados en México, pero en los últimos comicios las denuncias de irregularidades se redujeron de forma drástica. (FIN/IPS/dc/mj/ip/99