México, uno de los países de América Latina con mayor pobreza y concentración de ingreso, deberá mantener un crecimiento económico anual de dos por ciento entre 40 y 60 años para superar sus rezagos sociales, alertaron expertos.
En un foro realizado el lunes y martes con apoyo del gobierno y dos universidades, varios expertos reiteraron sus reclamos de cambios al modelo económico, mientras autoridades repitieron los argumentos con los que defienden sus programas sociales y estrategias de desarrollo.
Con 96 millones de habitantes, México, cuyo crecimiento económico promedio fue de 2,3 por ciento anual de 1981 a 1997, tiene hoy más de la mitad de su población bajo la línea de la pobreza y una cuarta parte en situación de miseria, se informó en el foro "Superación de la pobreza, diálogos nacionales".
Además, las estadísticas oficiales señalan que de cada 100 pesos —la moneda nacional— que circulan en el país, 55 pertecenen a 20 por ciento de las familias, mientras 45 se distribuyen en el 80 por ciento restante.
Según informes del Banco Mundial, México encabeza junto con Brasil y Chile la lista de los países de América Latina con mayor concentración de ingreso.
Nora Lusting, jefa de la unidad asesora sobre Pobreza y Desigualdad del Banco Interamericano de Desarollo (BID), indicó que México destina menos de 0,2 por ciento de su producto interno bruto a programas para combatir la pobreza.
Lusting advirtió que si los programas se mantienen a ese nivel y el crecimiento económico promedia dos por ciento anual, México resolverá el problema de la pobreza entre el 2039 y el 2059.
El secretario (ministro) de Desarrollo Social, Esteban Moctezuma, reconoció que los rezagos existen, pero dijo que podrían resolverse antes del plazo previsto por el BID.
"Pensamos que haciendo un esfuerzo los mexicanos podemos lograrlo en menos tiempo. Depende del compromiso y la fortaleza que tenga todo el pueblo para mantener y perseverar en un programa de combate a la pobreza", expresó.
Para José Luis García, experto de la Universidad Iberoamericana, el modelo económico y político actual debería cambiar si se quiere atender con efectividad y "sin asistencialismo" los problemas de pobreza.
Existe ahora una importante concentración del poder político y económico en México que debe eliminarse, declaró.
En este país latinoamericano, gobernado en forma ininterrumpida las últimas siete décadas por el Partido Revolucionario Institucional, 40 millones de personas sufren desnutrición y siete millones, infecciones respiratorias.
Además, dos millones tienen enfermedades diarreicas y 10 millones no gozan de acceso regular a los servicios de salud pública y privada.
A estos problemas sociales, se agregan 20 millones de jóvenes y adultos que no han terminado la educación primaria y cientos de niños que trabajan y viven en las calles.
El gobierno de Ernesto Zedillo puso en marcha en 1997 el Programa Nacional de Educación, Salud y Alimentación, que brinda apoyo a 2,3 millones de familias con becas para educación básica, servicios de salud gratuitos y entrega de complementos nutritivos para madres y niños de hasta dos años.
El plan, que siguió a una docena de otros presentados por anteriores mandatarios, se presentó, como los otros, con la tesis de que ahora sí los más pobres saldrían de la miseria.
Zedillo afirma que su gobierno está destinando al desarrollo social la mayor proporción de recursos públicos en la historia de México.
La cifras oficiales indican que casi 60 por ciento del gasto programable del gobierno federal se destina hoy a las áreas sociales, 33 por ciento más que hace una década.
Los partidos políticos de oposición acusan al gobierno de mantener programas sociales de corte asistencialista, que, según dicen, nunca resolverán los problemas de pobreza del país. (FIN/IPS/dc/mj/if dv/99