Organizaciones internacionales y expertos de varios países auxiliarán a autoridades de la capital de México en sus esfuerzos por combatir el trabajo infantil, problema que afrontan miles de niños en esta ciudad y unos 250 millones en todo el mundo.
Representantes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre otros, analizarán los días 16 y 17 con diputados locales y autoridades las estrategias que podrían aplicarse para el caso mexicano, se informó este jueves.
Convocados por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), los expertos, junto con delegados de organizaciones políticas y sociales, centros académicos y de investigación y sindicatos locales, ofrecerán su mejor receta.
En México, los niños que trabajan ascienden a cinco millones, de los cuales 50 por ciento abandonaron la escuela y 70 por ciento afrontan jornadas laborales de entre cinco y 14 horas al día, de acuerdo con un informe de la Comisión de Protección al Empleo y Previsión Social de la ALDF.
Sólo en la ciudad de México y su zona conurbada, donde habitan 20 millones de personas, unos 20.000 niños viven en la calle y un número indeterminado de menores trabajan.
El trabajo infantil "es reflejo natural de las condicones de la decadente economía" de los mexicanos, según documentos de la Comisión.
Desde que el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática ganó en 1997 las elecciones legislativas en la capital, logrando una mayoría absoluta en la ALDF, y su líder, Cuauhtémoc Cárdenas, conquistó la alcaldía, el trabajo infantil ocupa las primeras líneas de la agenda de la ciudad.
Para atender a los menores en situación de riesgo, el gobierno creó un fideicomiso con apoyo del sector privado, reforzó el apoyo a niños drogadictos e instruyó a la policía para tratar mejor a los que trabajan y viven en las calles, entre otras medidas.
La extrema pobreza, que sólo en la capital mexicana lacera a un millón y medio de familias, es una de las causas fundamentales del trabajo infantil, indicó a IPS el secretario técnico de la comisión de Empleo y Previsión Social, Gustavo Godoy.
La Asamblea Legislativa y el gobierno de la capital "recogen el reclamo social" de revisar las condiciones de trabajo de niños y niñas que deben emplearse para contribuir al gasto familiar, a pesar de que en México la ley prohibe trabajar a menores de 14 años, señaló Godoy.
Uno por ciento de la población de la ciudad de México es agrícola y en algunas zonas se desarrolla una fuerte industria de la flor y del nopal. Sólo en esa actividad, en la que participan familias enteras, los niños trabajan y "son obligados a estar sentados entre diez y doce horas", explicó el funcionario.
La problemática de México es, según los investigadores, muy similar a la de otros países de América Latina, donde residen 30 por ciento de los alrededor de 250 millones de niños que trabajan hoy en el mundo.
Un informe presentado a fines del año pasado por la Cámara de Diputados de Brasil señaló que en ese país viven cerca de tres millones de niños cuyas circunstancias familiares los obligaron a trabajar.
Con el título "La infancia brasileña de los años 90", un estudio de la UNICEF da cuenta de que en Brasil "los niños trabajan mucho, ganan poco y raramente tienen protección".
La lucha contra la erradicación del trabajo infantil en Brasil ha encontrado muchas dificultades, entre otras causas porque se trata de un fenómeno fuertemente arraigado en la sociedad de ese país. Ya desde 1920, según los registros laborales de la época, había 30.000 niños trabajando.
Otra causa es la pobreza, pues en ese nación 40 por ciento de la población más pobre dispone de apenas 8,9 por ciento de la renta nacional, mientras uno por ciento que posee mayores recursos acapara 13,9 por ciento, según datos oficiales del gobierno brasileño.
El panorama no es más alentador en Nicaragua. El Ministerio del Trabajo de ese país estimó que más de 100.000 niños son explotados.
Con el apoyo del gobierno de Dinamarca, las autoridades nicaragüenses crearon una Inspectoría Infantil destinada a regular las condiciones laborales de los niños.
En Nicaragua, con 4,4 millones de habitantes y abundante mano de obra, se recurre no obstante, a la fuerza de trabajo infantil para la realización de trabajos que corresponden a adultos.
La problemática de países como Brasil y Nicaragua serán, entre otras, las que den luces a las autoridades y los legisladores de la capital mexicana sobre cómo atender el problema.
En varios países, grandes cantidades de niños y adolescentes se incoporan día tras día a la economía informal, el trabajo agrícola e, incluso, a actividades ilegales como la explotación sexual y el tráfico de estupefacientes, señalan documentos previos a la cita.
En Brasil, por ejemplo, niños y niñas, en general entre 12 y 16 años aunque también de entre cuatro a seis años, se dedican a la prostitución, según UNICEF.
La ALDF atenderá las recomendaciones de los participantes en el foro para plantear alternativas al problema y tratar de honrar la letra del convenio 138 de la OIT.
Según ese convenio, la políticas de los países firmantes deben asegurar "la abolición efectiva del trabajo de los niños y elevar progresivamente la edad mínima de admisión al empleo", de modo que "haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores", reza el convenio. (FIN/IPS/pf/mj/dv hd lb/99