MERCOSUR: Neonazis procuran crear red regional

Pese a que los gobiernos de los países del área procuran minimizar su incidencia y peso político, grupos neonazis de diversos países del Cono Sur de América Latina han intensificado su accionar e intentan establecer una coordinación.

Así lo consideran integrantes del Centro Internacional Simón Wiesenthal, especializado en la "caza" de nazis en todo el mundo y que intenta mantener viva la memoria del Holocausto judío en la segunda guerra mundial.

Investigaciones llevadas a cabo por medios de prensa de Argentina y Uruguay también destacan el aumento de la presencia pública de organizaciones de ultraderecha xenófobas y racistas en esos dos países y en Chile.

Una reunión desarrollada en agosto pasado en el colegio católico La Salle de Buenos Aires contó con participación de distintos grupos neonazis argentinos y de otros países del área, en particular de Uruguay.

"Hemos detectado que desde hace unos 18 0 20 meses se está formando una especie de red neonazi en América Latina a través del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, como Internet", dijo el representante para América Latina del Centro Simón Wiesenthal, Sergio Widder.

Grupos de ultraderecha han comenzado a hacer circular desde hace varios años una convocatoria para un congresio internacional nacional-socialista que se realizaría en Santiago de Chile en el año 2000.

En declaraciones a la publicación uruguaya Poder Civil, Widder destacó que el incremento de la actividad de esas organizaciones extremistas en la red de redes informática reclama "una respuesta muy fuerte, muy rápida y muy contundente" de parte de los poderes públicos.

Widder indicó que se reunió con el embajador de Uruguay en Buenos Aires, Juan Raúl Ferreira, para alertarlo sobre el contenido racista, en especial antijudío, de los sitios electrónicos animados por grupos de ultraderecha uruguayos.

A fines del año pasado se produjeron en Montevideo diversos atentados con bomba.

La policía logró detener al autor de los ataques, que admitió su ideología neonazi pero que fue presentado como un "loco" y un "violento solitario" por el ministro del Interior Guillermo Stirling.

No obstante, investigaciones desarrolladas por medios de prensa de Montevideo revelaron que existen en la capital uruguaya grupos de extrema derecha organizados que, aunque no cuentan con muchos simpatizantes, protagonizan actividades de distinto tipo, a veces violentas.

La policía uruguaya nunca logró aclarar atentados producidos contra domicilios o comercios de personas de origen judío, así como la profanación de tumbas de ciudadanos de la misma colectividad.

"Tenemos constancia de que el embajador Ferreira fue receptivo a las informaciones que le aportamos y las transmitió al gobierno uruguayo", dijo Widder.

Una actitud distinta fue la que el representante regional del Centro Wiesenthal encontró en el presidente de Chile, Eduardo Frei, quien nunca respondió a un mensaje que esa organización le envió en enero de 1998.

"A Frei le ofrecimos nuestra cooperación para la redacción de una legislación antidiscriminatoria y para el diseño de programas y actividades de educación para la tolerancia, pero nunca nos contestó", aseguró Widder.

En Chile, así como en Argentina, Brasil y Paraguay, los grupos de ultraderecha fueron siempre activos y relativamente poderosos. Esos cuatro países estuvieron entre los principales lugares de refugio elegidos por los jerarcas nazis que buscaban asilo tras el fin de la segunda guerra mundial.

La justicia chilena está llevando a cabo actualmente investigaciones para detectar la presencia de un cementerio clandestino en el predio de la Colonia Dignidad, dirigida por refugiados alemanes.

Denuncias de organismos humanitarios y de familiares de víctimas de la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990) indican que en ese establecimiento fueron detenidos clandestinamente, torturados y ejecutados opositores políticos.

En Uruguay nunca hubo una militancia neonazi de peso, pero en los últimos años se ha detectado un incremento de la actividad de organizaciones de ese perfil ideológico.

Los semanarios Brecha y Posdata indicaron que en Internet existen cuatro sitios electrónicos animados por grupos de ultraderecha nacionales.

En Argentina, Iván Franze, que se hace llamar "camarada jefe" del Partido Nuevo Orden Social Patriótico (PNOSP), dice que ese grupo cuenta con más de 6.000 militantes en la Capital Federal y cerca de mil en la provincia de Buenos Aires.

Franze se reclama "fascista", por considerar que "en los años 20 y 30 el fascismo italiano fue el precursor de una serie de movimientos antimarxistas" que en Alemania cristalizaron en el nacionalsocialismo, en España en el falangismo de José Antonio Primo de Rivera, en Rumania en la Guardia de Hierro.

"Aquí en Argentina", dijo a Poder Civil de Uruguay, "el fascismo estuvo encarnado en el Movimiento Nacional Justicialista" fundado por el ex presidente Juan Domingo Perón.

La mayor parte de los militantes del PNOSP provienen del peronismo, señaló Franze, para quien su partido sólo excluirá de sus filas a "los marxistas y los liberales".

Entre los postulados de ese grupo, que reconoce vínculos con el recién creado Frente Nacional Revolucionario de Uruguay, figura el "restablecimiento del poder" de las Fuerzas Armadas, "atacadas desde todos lados" desde el fin de la última dictadura militar (1976-9183).

Según dijo, "Argentina necesita la reactivación del aparato industrial militar" porque sigue estando "amenazada por distintos factores", entre los que enumeró conflictos territoriales con Chile y Brasil, en América Latina, y con Gran Bretaña, por la posesión de las islas Malvinas.

También señaló que "aún existe un movimiento interno muy fuerte de la guerrilla castrista-guevarista" e identificó entre los "enemigos" a quienes atacan a las Fuerzas Arnadas por su actuación en los años 70 "en el combate al marxismo".

Franze se dijo partidario de la anexión de Uruguay por Argentina en el marco de una Confederación del Río de la Plata. "Uruguay no es un país más ni un país vecino sino parte integrante de nuestro cuerpo que ha sido cercenada por los intereses económicos de Inglaterra en el siglo pasado", expresó.

Alejandro Biondini, dirigente del Partido Nacionalista de los Trabajadores, fracción rival del PNOSP en la ultraderecha argentina, señaló a su vez su certeza de que "cuando se desate la crisis económica sonará la hora" del "nacionalismo revolucionario".

"Yo me vengo prepando desde los 16 años para gobernar el país", anunció, negando ser "nazi sino nacionalsocialista argentino".

En sus declaraciones a Poder Civil, Widder observó que siempre que hablan en público o responden a entrevistas los militantes ultraderechistas argentinos se cuidan mucho de expresarse en términos que puedan hacerlos condenar en virtud de la ley antidiscriminatoria vigente.

"Nunca reconocen públicamente su odio por los judíos o por los inmigrantes extranjeros ni su adhesión al nazismo, porque no podrían hacerlo, pero basta leer cualquiera de sus revistas o sus páginas en Internet para darse cuenta de hacia dónde apuntan", señaló a su vez el diario argentino Página 12. (FIN/IPS/dg/ag/ip- hd/99

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