Grupos de mujeres de Japón denunciaron la discriminación del gobierno porque este aprobó rápidamente el Viagra, el medicamento contra la impotencia masculina, pero aún discute la autorización de la píldora anticonceptiva.
"Esta situación ilustra el doble discurso del gobierno. Mientras las mujeres todavía luchan por acceder a la píldora anticonceptiva, los hombres ya tienen derecho a comprar Viagra para mejorar su calidad de vida", protestó Yuriko Ashino, vicedirectora de la Federación de Planificación Familiar.
Las mujeres luchan hace años para que el Ministerio de Salud y Bienestar importe anticonceptivos orales como método de control de natalidad.
Pero a pesar de los reclamos, las mujeres deben esperar siempre un poco más, sostuvo Ashino.
El Consejo Central de Asuntos Farmacéuticos, órgano asesor del gobierno, aún delibera sobre el permiso solicitado por nueve firmas farmacéuticas entre 1990 y 1991 para vender las píldoras anticonceptivas que se usan en el resto del mundo.
La píldora anticonceptiva, eficaz en casi 99 por ciento de los casos si se la toma correctamente, tiene una historia tortuosa en Japón. El desacuerdo entre sus propulsores y el gobierno lleva casi una década de duración.
La prensa japonesa dio a entender en diciembre que el gobierno daría su aprobación entre marzo y junio de este año.
Pero los grupos de mujeres señalaron que el gobierno ya había prometido levantar la prohibición en 1992 y luego sucumbió a la presión de los opositores, lo cual sucedió en numerosas ocasiones anteriores, por lo que ya no se hacen ilusiones.
En cambio el Viagra, un medicamento para mejorar el desempeño sexual de los hombres, fue aprobado luego de tan sólo seis meses de discusiones. La aprobación oficial incluye el permiso para la importación y la fabricación del mismo en Japón.
La decisión se produjo en forma inusualmente rápida, ya que el Consejo suele tardar al menos 19 meses en procesar el ingreso de medicamentos comunes, observaron las activistas.
Los que se oponen a la venta de la píldora anticonceptiva, hombres del Consejo en su mayoría, sostuvieron que su fácil adquisición podría perjudicar la moral sexual del país y contribuir a la propagación de enfermedades de transmisión sexual y del VIH, ya que el uso del preservativo podría disminuir.
Daisaku Sato, del Ministerio de Salud y Bienestar, advirtió que la píldora puede producir trastornos hormonales y hacer daño a las mujeres.
El "Viagra se considera un tratamiento médico para hombres enfermos, mientras que los anticonceptivos son para mujeres saludables. Esa es una diferencia importante que debe considerarse con cuidado", explicó Sato.
Esos son los argumentos que fastidian a las mujeres que luchan por la aprobación de la píldora anticonceptiva. Ellas subrayan que lo esencial de su pedido es el derecho a acceder a un método anticonceptivo seguro para mejorar su calidad de vida, como se supone que Viagra mejora la de los los hombres.
"La píldora anticonceptiva es más segura que otros métodos de control de natalidad disponibles en Japón. Por eso es tan importante para nosotras", explicó la doctora Tomoko Saotome, ginecóloga y activista en favor de la píldora.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Población criticó el año pasado a Japón por no aprobar la píldora, y expuso las altas cifras de embarazos no deseados y de abortos causados por el fracaso de los métodos anticonceptivos vigentes en este país.
El método de control de natalidad más extendido en Japón es el condón, lo que obliga a las mujeres a confiar en los hombres, observó Saotome. Japón tampoco aprobó aún el dispositivo intrauterino.
Unas 338.000 mujeres recurrieron al aborto para terminar embarazos no deseados en 1997, según datos de las municipalidades. Los médicos estimaron que, de considerarse los casos no declarados, la cifra se duplicaría, y aseguraron que el aborto es más peligroso que la píldora.
Una encuesta sobre control de natalidad que realizó Saotome entre 1.800 estudiantes mujeres de preparatorios, nivel terciario y escuelas vocacionales de enfermería, reveló que más de 40 por ciento de esas mujeres no usa métodos anticonceptivos y dejan la decisión en manos de los hombres.
"Todo indica que la salud de las mujeres y su derecho a usar un método anticonceptivo son temas que el gobierno prefiere ignorar. Eso se debe a que los hombres están a cargo de nuestras vidas", explicó Saotome.
La oposición sostuvo que, si la píldora no se aprueba por motivos de salud, tampoco debería aprobarse el Viagra, que fue acusado de causar algunas muertes.
"El procedimiento de aprobación de medicamentos del Ministerio es incoherente", sostuvo Midori Ashida, directora de la Coalición de Mujeres Profesionales por la Sexualidad y la Salud.
Saotome agregó que la aprobación de la píldora anticonceptiva integra una larga campaña realizada por grupos de mujeres para que el gobierno adopte políticas que brinden la mayor protección posible a la salud.
"Estamos en campaña contra los nuevos métodos, invasivos y peligrosos, que los médicos pretenden que adopten las mujeres para curar supuestos problemas de fertilidad", indicó.
"La adopción de la píldora debe integrar una campaña completa de la cual surjan leyes para defender el derecho de las mujeres a tener una buena salud reproductora", concluyó Saotome. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/ceb/aq/pr-he/99