Una delegación de los habitantes de La Mosquitia lanzaron hoy en la capital de Honduras un llamado de auxilio contra el hambre que amenaza a unos 70.000 damnificados por el huracán Mitch, que pasó hace tres meses por esa región selvática en la frontera con Nicaragua.
Willi Sudia, originario de Puerto Lempira, la cabecera municipal de La Mosquitia, dijo sentirse decepcionado de la ayuda obtenida y añadió que hasta ahora no habían hecho pública su situación a pedido de funcionarios gubernamentales.
Pero "la ayuda obtenida ha sido tan raquítica que no nos dejan más remedio que protestar ante la prensa", afirmó.
Sudia dijo que unas 20 comunidades de La Mosquitia, el principal pulmón ambiental de Honduras, presentan problemas de alimentación y medicamentos debido a que fueron las más afectadas por el paso del huracán Mitch.
Mitch comenzó en la región misquita, donde vive una de las siete etnias indígenas existentes a nivel nacional y a la que sólo se puede accesar por aire o por mar. Sus pobladores viven de la pesca, el cultivo de granos básicos y algunos productos no tradicionales, utilizados para consumo propio.
La delegación misquita que llegó a Tegucigalpa a mediados de este mes y se trasladó este sábado a la norteña ciudad de San Pedro Sula, la segunda del país, en un último intento en busca de ayuda, manifestó que el huracán Mitch destruyó prácticamente todos sus cultivos.
Por este motivo, solicitan al gobierno apoyo en alimentos, medicamentos y semillas para reanudar la siembra en las tierras que quedaron aptas, así como la reconstrucción en sus viviendas, en su mayoría de adobe y bahareque, combinación de lodo y madera.
El diputado misquito Frank Goff dijo que desde hace tres semanas ha venido denunciando la situación de los habitantes de la zona. Hasta ahora "sólo hemos arrancado promesas al gobierno y consideramos que el contenedor donado no será suficiente para atender a unos 70.000 damnificados", afirmó.
Sudia y Goff coincidieron en indicar que la única ayuda visible en la zona es la proporcionada por el Programa Mundial de Alimentos y varias iglesias cristianas.
Los miembros de la delegación que se entrevistaron con los encargados del Gabinete de Reconstrucción, creado por el gobierno para atender los problemas dejados por Mitch, señalaron que éstos prácticamente le recomendaron que trabajaran por su propia cuenta.
"Ellos nos escucharon, dijeron que iban a intentar nuevas ayudas, pero fueron claros en señalar que muchos de nuestros problemas deberíamos resolverlos solos, y esto nos ha desencantado un poco, porque lo que estamos pidiendo son alimentos y medicamentos", dijo Sudia.
Moisés Starmank, uno de los miembros del Gabinete de Reconstrucción, manifestó la voluntad de cooperar con los casi dos millones de damnificados que dejó Mitch en Honduras.
Pero "hay que ser claros en el sentido que las comunidades, a través de sus alcaldías, deben ser capaces de gestionar y conseguir sus propios proyectos", afirmó.
En el caso de La Mosquitia, dijo que van a enviar medicinas y alimentos a la zona en cuanto "sea posible" y logren sacar de la aduana algunas donaciones, pero la dificultad radica en que la zona presenta dificultades de acceso, por lo que están buscando mecanismo para atender sus demandas en la próxima semana.
El huracán Mitch dejó en Honduras más de 5.000 muertos, cerca de dos millones de damnificados y pérdidas por unos 4.000 millones de dólares, además de haber destruido 70 por ciento de su red vial y productiva.
El gobierno estima para fines de este año un déficit superior a los 560 millones de dólares, uno de los mayores de los últimos nueve años. (FIN/IPS/tm/ag/dv/99