La renuncia de Oscar Berger como candidato del gobernante Partido de Avanzada Nacional (PAN) a la Presidencia de Guatemala sumió al oficialismo en la incertidumbre y sembró desconfianza en la oposición, que la consideran una estratagema publicitaria.
Berger, actual alcalde de la capital de Guatemala, afirmó que se trata de "una decisión personal" y negó supuestas desaveniencias con el actual presidente Alvaro Arzú, amigo suyo de la infancia.
Mientras, opositores atribuyen la renuncia de Berger nueve meses antes de las elecciones a problemas internos del PAN a raíz de la selección de su compañero de fórmula y al desgaste que sufrió el oficialismo tras la cuestionada privatización de la compañía telefónica.
Alfonso Portillo, candidato del principal partido de oposición, el derechista Frente Republicano Guatemalteco que lidera el ex dictador Efraín Ríos Montt, dijo no creer que la decisión de Berger sea definitiva.
"Es una especie de retiro temporal para que se acomoden los intereses de grupos que se están disputando el poder", aseguró.
Portillo consideró que el retiro de Berger no lo afecta porque su partido tiene "un proyecto propio". "La capacidad de triunfar depende de nosotros y no del adversario", dijo.
Edmond Mulet, secretario general del partido Unión del Centro Nacional, también atribuyó la renuncia a un acuerdo entre Berger y la dirección del PAN para "lograr un distanciamiento entre él y la desprestigiada imagen del gobierno". "Al fin y al cabo van a presentarlo como su candidato", pronosticó.
Amílcar Méndez, diputado del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala, dijo a IPS que su partido no descarta que la renuncia del alcalde se deba a contradicciones dentro del partido oficial.
"En la medida que la derecha se resquebraja con situaciones como ésta, los partidos de oposición captaremos el caudal electoral" dijo.
Arzú se enteró de la renuncia del candidato de su partido al regresar de Venezuela, donde asistió a la toma de posesión del presidente Hugo Chávez. El mandatario guatemalteco evitó a los periodistas que lo esperaban para consultarlo al respecto.
Cincuenta y cinco por ciento de los entrevistados al azar por teléfono por el diario Prensa Libre consideran que el PAN perderá las elecciones si Berger mantiene su renuncia.
Mientras, ya se barajan nombres de los posibles sucesores de Berger como candidatos a la presidencia. El más mencionado es el ministro de Comunicaciones, Fritz García Gallont, sobrino político de Arzú.
La base electoral de Berger se encuentra en la ciudad de Guatemala, con más de dos millones de habitantes. La mayoría considera que en sus nueve años al frente del gobierno de la capital ha tenido una gestión satisfactoria.
También la capital fue la que llevó a Arzú a la Presidencia, en una reñida contienda en la que le ganó a Portillo por escaso margen.
Las elecciones de 1995 se caracterizaron por la escasa participación de la población, con un ausentismo de más del 70 por ciento, en especial en el interior del país (FIN/IPS/cz/mj/ip/99