Granjeros y activistas de países en desarrollo pretenden realizar una marcha por Europa en protesta contra las corporaciones agrícolas transnacionales, pero Gran Bretaña ya aguó sus planes al negar la visa de ingreso a tres participantes de India.
El gobierno también negaría el ingreso de 600 productores, 500 de ellos de India, para la marcha prevista para el verano europeo que recuerda el estilo de Mahatma Gandhi, quien condujo su campaña independentista hasta las puertas de los fabricantes y trabajadores textiles británicos hace ya más de cinco décadas.
Los productores y activistas planean campañas de "acción directa sin violencia" fuera de las oficinas de las compañías transnacionales en Europa.
La Caravana Intercontinental (ICC) se lanzó en Londres la semana pasada cuando los activistas alzaron sus voces contra las transnacionales occidentales que, según dijeron, afectan los intereses de los pobres del mundo en desarrollo.
Sin embargo, la Alta Comisión Británica en Nueva Delhi negó las visas a los tres activistas indios, informó un portavoz del encuentro.
"Sospechamos que existe un motivo político detrás de la negativa", explicó Mark Brown, representante de la Acción Mundial Popular Contra el Libre Comercio, la Organización Mundial del Comercio y el Imperio de las Compañías.
Los organizadores contaban con la presencia de los tres oradores de India, el profesor Nanjudaswamy, del estado sureño de Karnataka, Vijay Jawandia, de la provincia de Maharashtra, y Checkotu Kariyanjanu, un activista que lucha por los derechos territoriales de los indígeneas.
"Este es un operativo ambicioso y el hecho de que estas tres personas no puedan venir pone en duda la perspectiva de traer a 600 personas aquí en el verano", admitió Kate Wilson, una de las organizadoras.
Los organizadores del encuentro internacional renovaron sus esfuerzos para lograr apoyo para la caravana entre los representantes de Alemania, Francia y Gran Bretaña en el parlamento europeo.
Declararon que existían antecedentes de otros grupos que fueron reconocidos como "embajadores políticos" y que obtuvieron las correspondientes visas.
Grupos de activistas que trabajan en las áreas de inmigración y refugiados ofrecieron alojamiento a los granjeros si lograban llegar a Gran Bretaña.
"Una vez que lleguen aquí, no deberían terminar en un centro de detención o en el próximo avión hacia su país. Debemos asegurarnos que la población británica presencie la movilización", comentó Wilson.
De acuerdo a lo planeado, una vez en Europa los granjeros participarían en lo que los organizadores llamaron la "acción directa sin violencia".
"No van a venir aquí a desmantelar edificios ladrillo por ladrillo. Aquí no habrá destrucción de propiedades", aseguró Wilson.
"Lo que probablemente hagan es participar en encuentros de alto perfil para resaltar los peligros de la biotecnología en la agricultura", agregó.
En Gran Bretaña existen antecedentes de manifestaciones similares que adoptaron formas menos pacíficas, como el caso de la destrucción de un campo de cultivo de plantas genéticamente modificadas que fueron arrancadas de raíz por activistas.
Para los activistas indios, no obstante, dicha acción podría ser considerada como de bajo perfil.
Los activistas europeos afirmaron que sus asociados indios están habituados a que las autoridades "cierren los ojos" frente a medidas como lanzar piedras, dañar locales de venta de comidas rápidas y quemar campos sembrados con semillas genéticamente modificadas.
En cambio, dos activistas en Gran Bretaña fueron demandados por difamación cuando McDonald's, el gigante estadounidense de las comidas rápidas, los demandó por distribuir panfletos que atacaban los productos de la compañía.
"No defenderíamos la medida de quemar los cultivos en Gran Bretaña, probablemente ese tipo de medidas ni siquiera se plantearían en este país", expresó Rowan Tilly, activista de Genetix Snowball, cuyos miembros fueron demandados por las multinacionales por destruir plantíos genéticamente modificados.
Los activistas afirmaron que están decididos a seguir adelante con una serie de protestas callejeras a lo largo de Europa que coinciden con dos acontecimientos políticos muy importantes fijados para junio: las reuniones cumbres de la Unión Europea y del Grupo de los Ocho países más ricos, en Colonia, Alemania.
Los organizadores de la protesta instaron a los participantes de los países en desarrollo a unirse a los granjeros europeos, así como a los activistas contra la deuda mundial, por el comercio justo y el desarme en caravanas de 15 a 20 autobuses con rumbo a Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia y Suiza.
También se estaban organizando "grupos de bienvenida" en Polonia y República Checa, informaron los organizadores. (FIN/IPS/tra-en/dds/mk/mvf/nc/aq/dv/99