Las autoridades de Estados Unidos más que triplicaron su recompensa por la cabeza del prófugo líder portorriqueño Filiberto Ojeda, pero seguirán teniendo mucho trabajo para atrapar al hombre que los ha burlado durante los últimos 10 años.
Ni bien la noticia de que la suma ofrecida por su captura había aumentado de 150.000 a medio millón de dólares, Ojeda respondió que cualquier portorriqueño que colaborara con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos pondría en peligro su vida.
"Advertimos a aquellos que pretenden ganar una fortuna con el pago de 'chotas' (informes) que no hay nación en el mundo que no castigue la traición", expresó en un mensaje grabado enviado a los medios.
Observadores portorriqueños comentaron que el mensaje causará temor a cualquiera que se sienta atraído por el dinero de la recompensa y tenga alguna intención de entregar al fugitivo.
Según informes del FBI, Ojeda formó en 1967 un grupo terrorista denominado MIRA que puso bombas en numerosos hoteles, tiendas por departamentos y edificios gubernamentales, entre 1969 y 1971.
En octubre de 1970 fue arrestado, pero poco después de haber sidio excarcelado bajo fianza desapareció y pasó a la clandestinidad.
No se oyó hablar de él hasta agosto de 1985, cuando fue nuevamente arrestado. Cuatro años más tarde resultó absuelto de todos los cargos pero, antes de liberarlo, el FBI le colocó un brazalete electrónico para poder rastrear todos sus movimientos.
Tambien debió declarar en un proceso desarrollado en Estados Unidos contra personas acusadas de robar siete millones de dolares de un camion blindado en el estado de Connecticut.
En septiembre de 1990, Ojeda se deshizo del brazalete electrónico y volvió a la clandestinidad. Fue sentenciado en ausencia a 55 años de cárcel y desde entonces está prófugo.
"Filiberto se encuentra en su tierra, donde tiene el derecho de estar. El intento del FBI de comprar conciencias es un insulto a todos los portorriqueños", declaró Rafael Cancel-Miranda, veterano activista del Partido Nacionalista de Puerto Rico.
Cancel-Miranda pasó 25 años en una prisión estadounidense por su participacion en un ataque armado contra el Congreso en 1954.
En un comunicado de prensa, el Congreso Nacional Hostosiano, una importante organización independentista, señaló que la cacería del FBI contra Ojeda era un intento de distraer la atención pública sobre su reclamo de liberación de presos políticos portorriqueños.
Ese grupo lleva a cabo una campaña para la excarcelación de 15 portorriqueños recluidos en prisiones de Estados Unidos por ser miembros de los grupos revolucionarios Macheteros y Fuerzas Armadas de Liberación Nacional.
La búsqueda de Ojeda "así como la negativa a liberar a nuestros prisioneros políticos y el aumento de la presencia militar de Estados Unidos en Puerto Rico demuestra que Washington quiere mantener su control sobre nuestro país", dijo Julio Muriente, presidente del Nuevo Movimiento Independentista.
William Abreu y Linda Backiel, dos abogados que representaron a Ojeda en el pasado, declararon a un semanario local que el FBI tiene la intencion de matar a Ojeda en lugar de detenerlo vivo.
"La renovada persecución contra Filiberto Ojeda incluirá sin duda nuevas intervenciones telefónicas, visitas (del FBI) a lugares de trabajo y escuelas con el fin de intimidar, así como otras sofisticadas formas de acoso usadas en el pasado contra el movimiento independentista de Puerto Rico", añadió Muriente. (FIN/IPS/tra-en/cr/cb/ego-dg/ip/99)
