Portavoces del Movimiento Popular Democrático (MPD), del asesinado diputado ecuatoriano Jaime Hurtado, rechazaron la información oficial que señala a paramilitares colombianos como probables responsables del crimen.
El ecuatoriano Washington Aguirre, detenido en relación con el asesinato, perpetrado el miércoles en Quito, aseguró a la policía que el izquierdista Hurtado fue muerto por paramiliares colombianos de derecha por su supuesto apoyo a la guerrilla de Colombia y porque intentaba crear un movimiento insurgente en Ecuador.
El testimonio de Aguirre fue difundido el viernes por cadena nacional de radio y televisión por el ministro de Gobierno (Interior), Vladimiro Alvarez. También intervino en la misma cadena el presidente Jamil Mahuad.
Pero portavoces del MPD acusan al propio gobierno de la autoría intelectual del asesinato de Hurtado, de 62 años. También fueron muertos en el mismo episodio Pablo Tapia, suplnente de Hurtado en la Cámara de Diputados, y Wellington Borja, sobrino del líder del MPD.
Hurtado, sepultado este sábado en la ciudad portuaria de Guayaquil, 270 kilómetros al sudoeste de Quito, fue candidato a la Presidencia en 1984.
La versión comunicada por Alvarez fue calificada de "detestable" por Lenin Hurtado, hijo del fallecido diputado.
Lenin Hurtado explicó que su padre tuvo vinculación con la guerrilla colombiana sólo cuando fue invitado a la ceremonia de inicio de las conversaciones de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el 7 de enero.
Aguirre habría asegurado que Hurtado envió a militantes de izquierda ecuatorianos a Colombia y Guatemala para recibir instrucción militar, con vistas a la conformación de un grupo guerrillero en Ecuador.
Mahuad informó que la policía detuvo a tres sospechosos del triple asesinato, y que otro fue muerto cuando se enfrentó a balazos a los agentes que intentaban arrestarlo.
Los detenidos, que fueron presentados a la prensa en una segunda cadena nacional, son Aguirre, Christian Steven Ponce y Sergei Merino, y el muerto fue identificado como Michael Stalin Oña Arriaga.
Aguirre afirmó que un colombiano a quien llamó "Victorino" fue el autor de los disparos contra Hurtado y sus dos acompañantes, a escasa distancia del Palacio Legislativo y de la Corte Suprema de Justicia.
Victorino y otro colombiano participante en el hecho, Gerardo Martínez, abandonaron Ecuador rumbo a Santafé de Bogotá en un vuelo de la empresa Avianca cinco horas después del crimen, de acuerdo con la información oficial.
La versión de Aguirre no fue respaldada ni confirmada por el gobierno, que se limitó a exponerla públicamente. Mahuad reiteró el interés del gobierno en resolver el caso y aseguró que las investigaciones continuarán "con seriedad".
Aguirre informó a la policía que en las últimas semanas realizó varios viajes a Colombia, donde jefes paramilitares le encargaron la vigilancia de Hurtado y la preparación del asesinato.
Tras alquilar un apartamento en Quito, comprar un automóvil y armas con financiamiento colombiano, Aguirre y sus compañeros recibieron a Victorino y Martínez, los dos pistoleros que habrían de ejecutar el crimen.
El automóvil fue la pista que llevó a la policía hasta el apartamento en que se reunían los detenidos.
Aguirre dijo que un comandante paramilitar de la sureña zona colombiana de Urabá, llamado "Andrés", le expuso el propósito de su organización de acabar con Hurtado, por tratarse de un amigo de los guerrilleros colombianos de izquierda.
Andrés aseguró en esa conversación que Hurtado había acogido y proporcionado nuevos pasaportes y documentos a guerrilleros colombianos para que pudieran trasladarse a terceros países.
El paramilitar colombiano también afirmó que disponía de la lista de los activistas ecutorianos que, por iniciativa de Hurtado, recibieron instrucción militar para organizarse en guerrilla.
Por su parte, Lenin Hurtado declaró que esas afirmaciones, "absurdas y ridículas", están destinadas a desviar la atención de los verdaderos móviles del crimen.
Un militante del MPD calificó a Hurtado, en el sepelio de éste, de "nuevo Che Guevara", y portavoces del partido anunciaron que pedirán el apoyo de organizaciones internacionales de derechos humanos para garantizar la seriedad de la investigación del asesinato.
Los representantes del MPD consideraron la información difundida por el gobierno una agresión a la memoria, lucha y legado político de Hurtado.
Mientras, el gobierno se limitó a responder que hay una investigación en marcha cuando algunos periodistas preguntaron si se tienen indicios de la existencia de algún grupo guerrillero en Ecuador.
La última organización insurgente ecuatoriana, el movimiento Alfaro Vive Carajo, estuvo activo en los años 80 y abandonó las armas a fines de esa década, durante el gobierno del socialdemócrata Rodrigo Borja. (FIN/IPS/gm/ff/ip/99