El nuevo gobierno "rojiverde" de Alemania (integrado por socialdemócratas y ecologistas), lanzó una iniciativa para aliviar la deuda de los países más pobres, cambiando la dura posición en la materia de sus antecesores.
La propuesta se divulgó menos de cinco meses antes de la cumbre de las mayores potencias industriales (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, integrantes junto a Rusia del llamado G-7/G-8), que se realizará del 18 al 20 de junio en la occidental ciudad alemana de Colonia.
Los países en desarrollo le deben a Alemania un total de 37 mil millones de dólares, y el año pasado le transfirieron casi mil millones de dólares en comisiones por servicio de la deuda.
"El gobierno federal tratará al más alto nivel este problema, preparando el terreno para la iniciativa de cancelación de deudas en la próxima cumbre", expresó la ministra de Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul.
Wieczorek-Zeul agregó, en una entrevista con IPS, que Alemania espera que las políticas de desarrollo sean un asunto prioritario en las conversaciones del G-7/G-8, "cuando asumamos una estrategia integral para enfrentar las crisis y prevenir conflictos".
"Pienso que la cumbre de Colonia enviará señales positivas y concretas a los países en desarrollo", afirmó la ministra, quien es vicepresidenta del Partido Socialdemócrata (SPD), socio principal del gobierno de coalición que también integran la Alianza 90 y el Partido Verde.
Por primera vez en 40 años, el Ministerio de Desarrollo ocupa un lugar en el prestigioso Consejo Federal de Seguridad, junto con los de Defensa, Economía, Finanzas y Relaciones Exteriores.
El Consejo decide los temas de importancia estratégica para Alemania, que actualmente ejerce la presidencia de la Unión Europea.
Wieczorek-Zeul explicó que la propuesta alemana, llamada "Iniciativa de Colonia", se basa en el reconocimiento de que la gran carga del endeudamiento constituye "un obstáculo para el desarrollo en varios de los países en desarrollo más pobres".
La ministra mencionó, a modo de ejemplo, que la proporción entre deuda y exportaciones en Guinea-Bissau asciende a 1.500 por ciento. En Ruanda esa proporción es 550 por ciento, en Mozambique y Nicaragua 500 por ciento, y en Tanzania 300 por ciento.
"Esto hace que cualquier tipo de desarrollo sustentable se vuelva imposible. Independientemente de la Iniciativa de Colonia, continuaremos con nuestra política de cancelar las deudas de los países menos desarrollados", agregó.
Alemania considera la cancelación de deudas por valor de unos mil millones de dólares, de Bolivia, Costa de Marfil, Guyana, Honduras y Nicaragua.
El perdón de deudas por concepto de asistencia financiera de otros países en desarrollo representó 5.600 millones de dólares durante los últimos 20 años. Desde 1978, los países del Sur recibieron fondos para asistencia no reembolsables.
La Iniciativa de Colonia, que cuenta con el apoyo personal del canciller Gerhard Schroeder, se apoya en una propuesta efectuada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1996, cuando ambas instituciones consideraron por primera vez la cancelación de deudas de los países más pobres.
Uno de los principales contenidos de la propuesta alemana, de siete puntos, es la aceleración del proceso de alivio del endeudamiento, para que los potenciales beneficiarios puedan saber a fines de este año el monto de las deudas que les serán perdonadas y la fecha en que se cancelarán.
Wieczorek-Zeul sostuvo que la iniciativa se aplicaría en beneficio de aquellos países que hayan observado los principios democráticos, desarrollando políticas sociales y llevando a cabo reformas financieras en colaboración con el FMI y el Banco Mundial.
"Sin embargo, esto puede resultar insuficiente para algunos países que se enfrentan a problemas particularmente difíciles. En esos casos excepcionales, el Club de París (que agrupa a los países acreedores de deuda privada) debería considerar la cancelación total de las deudas", opinó la ministra.
Alemania propuso formalmente que el Club de París cancelara, mediante procedimientos coordinados en forma multilateral, las deudas por concepto de asistencia para el desarrollo de los países pobres con alto nivel de endeudamiento.
Como contrapartida, se exigiría a esos países que el equivalente de la deuda perdonada se utilice en proyectos de desarrollo sustentable que combatan la pobreza y la desigualdad, teniendo en cuenta determinados principios sociales y legales básicos.
Para salvaguardar la cuota parte de los acreedores multilaterales, el gobierno alemán contribuiría, por primera vez, al Fondo Fiduciario del Banco Mundial para los Países Pobres con Alto Nivel de Endeudamiento.
Las autoridades alemanas desean que el FMI también contribuya a dicho fondo, manteniendo a la vez su propio apoyo a los países más pobres.
Según Wieczorek-Zeul, Alemania está dispuesta, a su vez, a aportar fondos al llamado "crédito mejorado para ajustes estructurales" del FMI, para la asistencia a sus miembros más pobres.
Todos los intentos de promover una mejora sustentable en el nivel de vida de los habitantes de los países más pobres, mediante alivio de la deuda o asistencia financiera, fracasarían si se desarrollan en el entorno de una situación política inestable, con conflictos armados, agregó la ministra.
El gobierno alemán apunta a que toda iniciativa para aliviar la deuda forme parte de una estrategia integral para la prevención de conflictos, y este tema será considerado en profundidad durante la reunión de Colonia, explicó.
Wieczorek-Zeul anunció que dicha estrategia podría incluir conversaciones internacionales para el logro de una coordinación basada en sistemas de advertencia temprana.
Los países en desarrollo y en transición, así como las organizaciones regionales, podrían recibir apoyo para mejorar la detección precoz y la prevención de crisis y desastres.
"En vista del alto costo y del sufrimiento humano causado por los conflictos armados en los países más pobres, los fondos destinados a una estrategia que apunte a la prevención de crisis son una inversión", escribió el canciller Schroeder en el periódico británico Financial Times.
Esa inversión "tendrá como dividendo una gran estabilidad", afirmó. (FIN/IPS/tra-en/raj/mk/mvf/mp/dv/99