DESARME: Minas antipersonales prohibidas por ley internacional

La prohibición mundial de las minas antipersonales se convertirá en ley internacional la semana próxima, y una coalición de organizaciones no gubernamentales lanzó una campaña para obligar a Estados Unidos a firmar el acuerdo.

La Campaña Internacional para Prohibir las Minas Terrestres, una coalición de más de 120 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, ha exhortado al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a que firme el acuerdo hacia fines de este año.

Un grupo de ex militares, sobrevivientes de explosiones de minas en combate, participarán de una oración que se realizará frente a la Casa Blanca el 1 de marzo, día en que la convención que prohíbe estas armas se convertirá en ley internacional.

En un acto simbólico, los mutilados de guerra se quitarán sus prótesis y las dispondrán frente a la residencia oficial del presidente Clinton en Washington.

Mary Daly, de la Red de Sobrevivientes de las Minas Terrestres y miembro de la coalición, recordó que Estados Unidos es uno de los pocos países que se negó a firmar el acuerdo.

"Hasta ahora, 133 países firmaron el acuerdo. Nosotros preguntamos, ¿por qué nosotros no?", cuestionó Daly. El acuerdo fue ratificado por 65 estados que lo integrarán a su legislación nacional.

Estados Unidos declaró que firmará el acuerdo alrededor del 2006, cuando sus jefes militares estén seguros de poder prescindir de esas armas devastadoras.

"Nosotros, que experimentamos las consecuencias de una mina terrestre, un arma inventada para mutilarnos al estallar bajo nuestras piernas, no aceptamos que Estados Unidos firme el acuerdo en el 2006", declaró Ken Rutherford, cofundador de la Red de Sobrevivientes a las Minas Terrestres.

Rutherford observó que más de 15.000 personas podrían perder la vida o partes de su cuerpo en esos años.

Los países que se negaron a firmar la Convención sobre la Prohibición del Uso, Acumulación, Producción y Traspaso de Minas Antipersonales, fueron China, Cuba, Corea del Norte y del Sur, Estados Unidos, India, Pakistán, Rusia y Turquía.

La Asamblea General de 185 miembros adoptó una resolución en noviembre, por la que insta a sus integrantes a brindar ayuda material para localizar, retirar, destruir y hacer todo lo necesario para desactivar campos minados, minas y trampas explosivas.

Las Naciones Unidas crearon un Servicio de Acción contra las Minas que funcionará como centro de operaciones de todas las actividades del organismo en la materia.

Mientras, la Asociación Estados Unidos-Naciones Unidas lanzó el programa "Adopte un Campo Minado", para conseguir apoyo del sector privado para localizar y desactivar minas terrestres.

Noruega, uno de los principales defensores del acuerdo sobre minas terrestres, reunió un Grupo de Acciones de Apoyo a la Campaña contra las Minas integrado por 20 gobiernos que hicieron grandes donaciones.

Suiza creó un Centro Humanitario Internacional para Eliminar las Minas en Ginebra que funcionará como oficina central para recibir toda la información al respecto que se consiga bajo coordinación de las Naciones Unidas.

La Unión Europea contribuyó entre 1993 y 1998 con más de 200 millones de dólares a la causa contra las minas antipersonales, lo cual la convirtió en el principal donante del mundo para esa causa.

Priscilla Clapp, subdirectora de la Oficina para la Eliminación Mundial de las Minas de Estados Unidos, dijo a la Asamblea General en noviembre que su país se propone eliminar el peligro de las minas para los civiles cerca del 2010.

Clapp señaló dos factores decisivos para que la iniciativa de Estados Unidos resulte exitosa. El primero, que la comunidad internacional debería unirse para coordinar esfuerzos bastante mayores a los actuales.

El segundo es la necesidad de una inversión mundial anual de cerca de 1.000 millones de dólares, lo que representa un presupuesto cinco veces mayor al que el mundo invierte hoy en la eliminación de las minas terrestres.

El embajador de Egipto en la ONU, Nabil el-Araby, observó que la carga tecnológica que implica la eliminación de las minas no debería corresponder sólo a los países afectados, pues se requiere apoyo internacional.

Egipto, que estima tener alrededor de 23 millones de minas terrestres, colocadas, en su mayoría, en 1942, y es el país con mayor cantidad de minas del mundo, lanzó un ambicioso plan rumbo al 2006.

"La implementación del proyecto, sin embargo, implica cargas tecnológicas y financieras que Egipto no puede asumir en solitario", declaró el-Araby.

El embajador de Egipto indicó también que todos los países responsables por la colocación de esas minas deberían brindar información al gobierno de su país para facilitar su localización.

Las minas constituyeron, además, un obstáculo para el desarrollo de los recursos naturales del país, sobre todo en el desierto del Sinai.

Durante la guerra de Vietnam, las minas terrestres fueron la principal causa de accidentes entre los soldados de Estados Unidos. De los 64.000 casos de soldados heridos, 90 por ciento fueron víctimas de las minas puestas por Estados Unidos.

Los 10 países más afectados por minas terrestres son Egipto, Irán, Angola, Afganistán, Camboya, China, Iraq, Vietnam, Croacia y Bosnia-Herzegovina, según una base de datos regularmente actualizada por el Departamento de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.

Las Naciones Unidas estimaron que hay más de 110 millones de minas enterradas en más de 70 países y se calcula que hay unas 25.000 víctimas por año en toddo el mundo, a causa de las explosiones que ocasionan. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ceb/mj/ip/99

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