El conflicto entre Cuba y Estados Unidos rondará la Reunión Interamericana de Obispos, que se celebrará del 14 al 16 de este mes en esta capital para conmemorar el primer aniversario de la visita del Papa Juan Pablo II.
Aunque no está en la agenda, el conflicto puede que sea un asunto muy tratado en pasillos y conversaciones privadas, reconoció José Félix Pérez Riera, secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, en declaraciones a la prensa extranjera acreditada en el país caribeño.
Pérez Riera agregó que la vida de la Iglesia y su misión evangelizadora "no se puede desentender de ese contexto", que ha influido en la sociedad cubana durante los últimos 40 años.
Estados Unidos mantiene un embargo económico y comercial sobre la isla que ha sido condenado por la Iglesia Católica cubana y el propio Juan Pablo II.
La reunión de la jerarquía católica continental, que se celebra cada dos año y en este llega a su edición 27, congregará en la capital cubana a cinco cardenales y 25 obispos de la región, de los cuales nueve estadounidenses y seis canadienses.
Las sesiones de trabajo tendrán lugar en el hotel Palco, cercano al Palacio de Convenciones, donde el lunes 15 la Asamblea Nacional realizará una reunión extraordinaria en la que debe aprobar un código penal con penas más severas contra la delincuencia.
Los obispos tratarán, a partir del domingo 14, luego de una misa en la catedral de La Habana con la que se inagurará la reunión, el Sínodo de América, a fines de 1997, y evaluarán la visita del Papa a Cuba, en enero del pasado año.
Los resultados del Sínodo, recogidos en un documento titulado "Exhortación Apostólica", fueron entregados por Juan Carlos II en México, durante su visita a ese país en enero pasado. El texto critica el "neoliberalismo" y el proceso de globalización, por las injusticias que han generado.
La globalización otorga valor absoluto a la economía, con consecuencias como "la destrucción de la naturaleza, el aumento de las diferencias entre ricos y pobres y la competenecia injusta que coloca a las naciones pobres en una situación de inferioridad cada vez más acentuada", dice el documento.
El gobierno cubano recibió con especial simpatía el texto, que también critica el peso de la deuda externa y considera al comercio y el consumo de drogas "una seria amenaza para las estructuras sociales".
Al clasurar un congreso internacional que reunió en La Habana a unos 5.000 maestros, el presidente Fidel Castro hizo varias referencias al documento de la Iglesia Católica americana.
Las coincidencias señaladas y el trato deferente que brindó Castro al Papa durante su visita a Cuba, llevan a pensar que el presidente podría asistir a la reunión de los obispos americanos.
Aunque el secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba dijo que no está previsto en la agenda de la reunión un encuentro con Castro, tampoco descartó la posibilidad.
La cita, que se realiza por primera vez en Cuba y no prevé declaración final, dedicará una mañana de trabajo al tema de los desafíos de la Iglesia Católica en el país caribeño después de la visita del Papa. (FIN/IPS/pg/ag/ip-cr/99
