Cuba interrumpió hoy parcialmente las comunicaciones telefónicas con Estados Unidos y se formalizó así un nuevo conflicto en las tensas relaciones bilaterales.
La empresa de Telecomunicaciones de Cuba SA (ETECSA), que cuenta con capitales italianos, suspendió desde las 00.01 hora local el servicio de comunicación con Estados Unidos que prestaban las firmas estadounidenses ATT, MCI, LDDS, IDB y WILTEL.
Se mantuvo, mientras, el servicio prestado a través de la estadounidense SPRINT y la puertorriqueña TLDI.
La medida de ETECSA, que cuenta con el pleno respaldo del gobierno de Fidel Castro, fue adoptada ante el incumplimiento de los pagos correspondientes a diciembre, unos 19 millones de dólares, según la prensa estatal cubana.
Los pagos fueron congelados temporalmente por orden del juez estadounidense James Lawrence King, quien en 1997 otorgó una compensación por 187,6 millones de dólares a familiares de tres de los cuatro pilotos de las avionetas derribadas por la Fuerza Aérea cubana el 24 febrero de 1996.
Los familiares de Armando Alejandre, Carlos Costa y Mario de la Peña intentan cobrar esa suma de los fondos del Estado cubano congelados en virtud del embargo que Washington mantiene sobre Cuba desde 1960 y del dinero adeudado por el servicio telefónico.
La familia del cuarto piloto fallecido, Pablo Morales, no figura en la demanda porque no tiene nacionalidad estadounidense.
Las avionetas abatidas habían sido fletadas por el grupo Hermanos al Rescate, de cubanos exiliados opositores al gobierno de Fidel Castro, e ingresaron a espacio aéreo de Cuba, según La Habana.
Una información de primera página publicada en el diario Granma, portavoz del gobierno cubano, calificó la retención de "violación abierta y descarada" de un convenio entre las empresas de ambos países, vigente desde 1992.
La nota añade que ATT, MCI, LDDS, IDB Y WILTEL no pudieron, "a pesar de su deseo", cumplir con sus obligaciones " por habérselo prohibido" el juez King, quien postergó una definición sobre el caso en una vista realizada el día 16.
SPRINT y TLDI, que de conjunto operan 30 por ciento de las líneas con Estados Unidos, ya habían cumplido sus adeudos con la isla cuando recibieron la orden judicial de embargo y tendrán ahora hasta el 30 de marzo para hacer su próximo pago.
Funcionarios de ETECSA reiteraron a IPS que esa empresa de capital mixto cubano-italiano no tiene el ánimo de suprimir la comunicación telefónica entre personas residentes en uno y otro país unidas con lazos familiares.
Estudios académicos del país caribeño sitúan en 1,2 millones el número de cubanos radicados en Estados Unidos, 60 por ciento de ellos en el sur de La Florida.
"Mi hija suele llamarme todos los viernes y me dijo que estuviera tranquila, pues buscará la manera de mantener el contacto", dijo María Caridad López, de 55 años, quien admitió, no obstante, su intranquilidad por la interrupción de los servicios telefónicos.
El teléfono 661212 por el cual se solicita la comunicación con Estados Unidos comenzó a congestionarse en el transcurso del día, y una voz grabada recomienda colgar y esperar unos minutos hasta reintentar la comunicación.
Datos no confirmados oficialmente en La Habana estiman en unos 75 millones de dólares lo que recibe Cuba anualmente por concepto de llamadas telefónicas de y hacia Estados Unidos.
Unos 145 millones de dólares más pertenecientes al Estado cubano permanecen también bloqueados en bancos estadounidenses por orden del Departamento del Tesoro, en aplicación del bloqueo vigente desde hace cuatro décadas.
El gobierno de Fidel Castro "deploró este nuevo paso de hostilidad de los Estados Unidos contra Cuba que, en la práctica, suprime una de las pocas excepciones a una política de bloqueo absoluto imperante hace 40 años", según una nota oficial.
Las autoridades calificaron de "armas justas y necesarias" dos nuevas leyes votadas el martes por el parlamento. Una de esas dos normas sanciona a quien "favorezca la aplicación" del bloqueo estadounidense y "la guerra económica contra Cuba".
La llamada ley de "Protección de la independencia nacional y la economía nacional de Cuba" penaliza fuertemente a quien suministre al gobierno de Estados Unidos información que pueda ser utilizada en favor del bloqueo, la guerra económica contra Cuba o la subversión.
Cuba y Estados Unidos carecen de lazos diplomáticos desde el 3 de enero de 1960, aunque el 30 de mayo de 1977 ambos gobiernos acordaron abrir oficinas de intereses de un país en el otro. (FIN/IPS/pg/mj/ip/99
