El gobierno de Colombia consideró hoy que el presidente de Perú, Alberto Fujimori, está "en todo su derecho" de militarizar la frontera para prevenir ataques guerrilleros, aunque cuestionó sus declaraciones sobre la guerra civil.
El canciller de Colombia, Guillermo Fernández, afirmó que el gobierno de Andrés Pastrana "está desconforme" con algunos aspectos del discurso que pronunció Fujimori el jueves ante el Colegio Interamericano de Defensa de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.
Fernández reconoció, no obstante, que "el gobierno peruano ha expresado su solidaridad con el proceso de paz de Colombia".
El canciller indicó que el gobierno colombiano rechaza "la interpretación que hizo el presidente Fujimori sobre el conflicto" interno y el escenario en el que la expresó, pero manifestó su respeto a la decisión del mandatario de militarizar su frontera.
Fujimori anunció el domingo que las Fuerzas Armadas de su país ocuparán el territorio fronterizo con Colombia para hacerle frente a los guerrilleros.
No obstante, Fujimorí descartó que estas medidas "de carácter estratégico, global y preventivo" puedan afectar las relaciones de su gobierno con el de Colombia ni que constituyan una injerencia en los asuntos internos de su vecino, con el que comparte 1.800 kilómetros de frontera.
El mandatario aseguró que hará una lucha frontal contra la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las principales fuerzas guerrilleras de este país, que han incursionado en Perú desde 1993 y constituyen una amenaza su seguridad, según Fujimori.
Informes de inteligencia del Perú citados por el mandatario afirman que las FARC y el ELN realizaron 17 incursiones a su país desde 1993, en las que fueron secuestrados y heridos soldados y agentes de policía.
Fujimori afirmó ante el Colegio Interamericano de Defensa que los guerrilleros colombianos representan "una amenaza para la seguridad regional" frente a la cual se deberían tomar medidas, y que no compartía la idea de buscar la paz por la vía del diálogo.
Fernández indicó que Fujimori debe comunicar al gobierno colombiano la información de que disponga sobre actividades guerrilleras en sus fronteras, con el objetivo de coordinar actividades que garanticen el orden público en esa zona.
Fujimori anunció la militarización de la frontera un día después de ser calificado por el presidente Pastrana de "intervencionista" por criticar el proceso de paz de Colombia.
Las afirmaciones de Fujimori ante el Colegio Interamericano de defensa fueron interpretadas por el ex canciller y director del diario El Espectador, Rodrigo Pardo, como "casi una invitación a la intervención en los asuntos internos de Colombia".
En opinión de Pardo, normalmente los jefes de Estado sólo se refieren a los asuntos de sus vecinos "en privado o en términos cordiales".
Pardo consideró que Fujimori "no fue cortés al descalificar los esfuerzos de paz de Colombia ante un foro de la OEA como el Colegio Interamericano de Defensa".
Para Daniel García-Peña, ex asesor de paz de la Presidencia de Colombia, las afirmaciones de Fujimori "reflejan el hecho de que la crisis colombiana se ha vuelto un tema de dominio público en los círculos de poder" del exterior, más allá de ser una intervención indebida en los asuntos internos.
Otros analistas atribuyeron la posición del mandatario de Perú a la necesidad de emprender una cruzada que le dé dividendos políticos rumbo a una segunda reelección consecutiva, posibilidad que, según encuestas, es considerada inconstitucional por hasta 67 por ciento de los peruanos.
Según estos expertos, tras la firma de la paz con Ecuador y el virtual aniquilamiento de los grupos guerrilleros de su país, el mandatario se ha quedado sin enemigos internos y externos que le permitan aumentar su popularidad.
Con la firma de la paz con Ecuador, las Fuerzas Armadas, que han sido aliadas incondicionales de su gobierno, podrían sufrir un recorte presupuestal que evitarían si surge un nuevo enemigo.
Otros analistas consideran que las afirmaciones del mandatario pueden ser preocupantes, si no sólo esta hablando en su nombre, sino en el de influyentes círculos de Washington que se oponen a la negociación de paz de Colombia y promueven la creación de una "fuerza multinacional" para enfrentar a la subversión. (FIN/IPS/yf/mj/ip/99