La candidata comunista a la Presidencia de Chile, Gladys Marín, y un grupo de víctimas de tortura dijeron hoy que la masividad de esa práctica durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) agrava su responsabilidad en los hechos por los que se lo juzga en Europa.
"La tortura la sufrieron y la sufrimos millones de chilenos. Se instaló como una pesadilla en nuestro país desde el mismo golpe militar del 11 de septiembre 1973", dijo Marín.
Por eso, señaló, "no es justo ni es ético que se defienda al dictador ahora, tratando de neutralizar la acusación que se le hace en Londres y en Madrid a raíz de la responsabilidad que le cabe en estos actos".
Pinochet se encuentra a la espera de un fallo en Gran Bretaña que decidirá su extradición a España para ser procesado por los delitos de tortura, terrorismo y genocidio que le imputa el juez Baltazar Garzón. De lo contrario, regresará a Chile.
El gobierno de Eduardo Frei recibió constantes críticas de grupos de izquierda de su país por defender al dictador en el proceso en Londres.
Los sindicalistas Adrián Fuentes y Sergio Troncoso entregaron este jueves su testimonio como ex presos políticos y torturados del régimen de Pinochet.
También estuvo presente Irma Véliz, esposa de uno de los 56 detenidos políticos trasladados el sábado desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago hacia otro recinto penitenciario de la capital.
Véliz denunció que su marido fue sometido, junto al resto de los reos, a malos tratos durante el traslado.
Todos expresaron su decepción porque en Chile la tortura no ha sido fuertemente condenada ni ha recibido el juicio moral adecuado "para evitar que en el futuro se vuelva a usar este atroz método represivo".
El coordinador de la campaña de Marín, Juan Andrés Lagos, señaló que el gobierno de Frei está tratando de restarle importancia a las denuncias de torturas.
"Nosotros pensamos que el gobierno no va a resolver este problema. Ellos quieren que los chilenos nos olvidemos de lo que pasó. Hasta ha ironizado con lo sucedido", dijo.
Marín señaló que los detenidos, ejecutados y desaparecidos fueron sometidos a golpes de corriente eléctrica, encierros en piezas de tamaño reducido, golpizas que provocaban la muerte y ataques de perros adiestrados.
A las mujeres, por su parte, "se les introdujo roedores y fueron violadas por sujetos que se sentían impunes", denunció.
La candidata del Partido Comunista recordó que durante la resistencia y las protestas nacionales de la década del 80, "hubo chilenos quemados vivos, otros degollados y dinamitados, y muchos, incluso niños, que murieron por disparos de agentes que entraban armados a las poblaciones".
Marín se refería a los casos de Carmen Gloria Quintana, quien fue rociada con combustible y quemada por militares en 1986, al fotógrafo Rodrigo Rojas, que murió por las graves quemaduras a causa del mismo incidente, y a los tres profesionales secuestrados y degollados en 1985 por agentes estatales.
Los testimonios de los trabajadores y de la candidata comunista se difundieron en el concurrido paseo Ahumada del centro de Santiago, después de lo cual Marínó entreg una carta a los transeúntes en la cual los invitó a condenar y a rechazar la tortura. (FIN/IPS/as/mj/hd/99