La contaminación del océano Pacífico sobre la costa de la ciudad de Iquique, 1.800 kilómetros al norte de la capital de Chile, causó la muerte de incontables peces y crustáceos y algunos lobos marinos.
Las principales sospechosas de este desastre ecológico ocurrido el viernes son las industrias pesqueras de Iquique, que botan desechos al mar y productos tóxicos utilizados para limpiar sus bodegas de almacenamiento.
El Servicio de Salud, la Gobernación Marítima y el Servicio Nacional de Pesca comenzaron las investigaciones para establecer las causas del desastre.
Una primera evaluación de estos organismos concluyó que la contaminación produjo una falta de oxígeno que mató a especímenes de pejerrey, lenguado y cabrilla, entre otras variedades ictícolas.
Sin embargo, se aguardará el resultado de los análisis para emitir una versión oficial.
El club de aficionados a la navegación de Iquique anunció que presentará una querella criminal contra los posibles responsables.
Los peces muertos en las rocas y a la orilla de la playa serán retirados para impedir que sean recogidos, por el posible riesgo que presenta su ingestión a causa de la contaminación.
La actividad pesquera es la base de la economía de Iquique y sus alrededores, de donde procede uno de los mayores volúmenes de pesca del país.
Los pescadores, además de realizar sus faenas de rutina, pasean a los turistas en sus botes. Ambas tareas se verán dificultadas por la contaminación del mar.
Los habitantes de Iquique están indignados y no se descarta que se inicien sumarios para establecer las responsabilidades.
Las muestras de agua contaminada están siendo analizadas y pronto se entregarán los resultados oficiales.
Este sería uno más de los graves desastres ecológicos que afectan al norte de Chile, conocido mundialmente por el desierto de Atacama. En los anteriores, los responsables fueron industrias y empresas de la zona.
El Río Loa, el más largo de Chile y cercano a la ciudad de Antofagasta, a 480 kilómetros de Iquique, fue contaminado tiempo atrás por los desechos de las empresas mineras. Los culpables aun no son castigados. (FIN/IPS/as/mj/en/99