Por primera vez los rumores actuaron hoy a favor y no contra la moneda de Brasil, permitiéndole una pequeña mejoría en su cotización.
El dólar se cotizó a 1,91 reales al cierre de los negocios este martes, contra 1,92 reales en la víspera. En la mañana había alcanzado 1,97 reales, una tendencia que se invirtió en la tarde.
Para esto contribuyeron informaciones, no confirmadas, de que empresas e instituciones financieras están logrando renovar eurobonus, títulos con que captaron recursos en el exterior en los últimos años.
Una fuerte presión devaluadora contra el real la ejerce el vencimiento de títulos y créditos, sin posibilidad de prórroga en un mercado financiero cerrado para Brasil, como consecuencia de la desconfianza sobre su capacidad de pago.
Este miércoles vencen eurobonus por 108 millones de dólares, emitidos por el estado de Minas Gerais, justamente el que decretó la moratoria de su deuda con el gobierno central el 6 de enero, decisión que agravó el descrédito internacional en la economía brasileña que culminó en la devaluación forzada del real.
La Asociación Brasileña de Bancos de Inversiones estimó en 1.500 millones de dólares los títulos y préstamos bancarios que vencen este mes, suma que se elevará a 2.000 millones de dólares en marzo y en abril. Y habrá que pagarlos, si no se reabre el crédito externo a bancos, empresas y organismos estatales.
Las refinanciaciones ablandarían la presión contra el real, que ya se devaluó 57 por ciento desde el 13 de enero.
El mercado cambiario sigue a merced de ese tipo de presiones, mientras las autoridades económicas del país discuten hace 10 días con una misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) los criterios y mecanismos para futuras intervenciones del Banco Central para evitar oscilaciones excesivas.
Por ahora el Banco Central elevó a 39 por ciento su tasa de interés, que estaba en 29 por ciento antes de la devaluación, e informa diariamente el nivel de las reservas internacionales de la víspera, que el lunes estaban en 35.931 millones de dólares.
Pero dejó de informar las salidas e ingresos de divisas extranjeras en el país, que pasó a hacerlos públicos cada quincena. El objetivo alegado es evitar interpretaciones equivocadas de que el flujo negativo representaba pérdida de reservas.
Las bolsas, en la expectativa de las nuevas medidas fiscales del gobierno también en discusión con el FMI, registran pocos negocios. Sus índices tienden a variar según el cambio.
Con la interrupción del alza del dólar en relación al real, vienen sufriendo bajas en los últimos días. El índice de Sao Paulo cayó 1,7 por ciento, mientras el de Río de Janeiro se mantuvo estable.
La Bolsa de Sao Paulo se vio afectada también este martes por un apagón de dos horas, provocado por fuertes lluvias. Pese a la falta de energía, los negocios fueron interrumpidos solo por media hora. (FIN/IPS/mo/ag/if/99