El Banco Central de Brasil, que presionó a los bancos más sospechosos de especulación, ganó la batalla de hoy en el mercado cambiario, logrando bajar el dólar a 2,04 reales, ante 2,05 reales de la víspera.
A la actuación agresiva de la autoridad monetaria, que destinó inspectores a las mesas de operaciones de los bancos, se sumó la aprobación por la Comisión de Asuntos Económicos del Senado de Arminio Fraga como presidente del Banco Central.
Así mismo, el estatal Banco do Brasil, la mayor institución financiera del país, vendió dólares, en una operación que expertos del mercado creen que fue una intervención indirecta del Banco Central.
Un director del Banco Central, Claudio Mauch, había amenazado el jueves con la cancelación de permisos para el funcionamiento de instituciones financieras que abusen de la especulación.
El desempeño de Fraga en el interrogatorio a que lo sometieron los senadores, considerado bueno por el mercado, contribuyó a la tranquilidad de los operadores de cambio y al alza de las bolsas, en una jornada, la última de febrero, que había sido aguardada con inquietud.
La Bolsa de Sao Paulo registró un alza de 2,72 por ciento y la de Río subió 2,6 por ciento, y los negocios recuperaron el volumen normal, tras dos semanas de bajo movimiento financiero.
El dólar llegó a la cotización de 2,08 reales, pero retrocedió ante la acción del Banco Central y las buenas noticias procedentes de Brasilia.
Fraga fue aprobado por la Comisión Económica por 21 votos, contra seis de la oposición. Respondió con tranquilidad incluso a las provocaciones y ataques, en un examen que se prolongó más de seis horas.
El senador Lauro Campos, del izquierdista Partido de los Trabajadores, lo acusó de pertenecer a la "patria del dinero". Otro legislador le recomendó no aceptar el cargo, incluso porque ganará menos dinero que como socio del financista internacional George Soros, su anterior empleo.
Su nombramiento como presidente del Banco Central aún depende de la votación plenaria del Senado, fijada para el miércoles. No hay dudas de que será aprobado.
Fraga negó haber favorecido con informaciones privilegiadas a su ex patrón, el húngaro-estadounidense Soros. Defendió el cambio libre, rechazando el régimen de bandas cambiarias para el real y la dolarización de la economía propuesta por el presidente argentino Carlos Menem.
La política monetaria será "restrictiva", lo que supone la persistencia de altas tasas de interés, que bajarán en la medida en que se ejecute el ajuste fiscal, dijo Fraga, repitiendo las orientaciones del ministro de Hacienda, Pedro Malán, y las tesis esperadas por el mercado.
Además, una reunión del presidente Fernando Henrique Cardoso con 26 gobernadores logró despejar el clima de enfrentamiento entre el poder central y los estados que se vivia desde el mes pasado.
El encuentro significó el aislamiento del único gobernador ausente, Itamar Franco, de Minas Gerais, que el 6 de enero decretó una moratoria de pagos al gobierno central y acusa a Cardoso de pretender intervenir en su estado.
Otros gobernadores de la oposición, como Anthony Garotinho, de Rio de Janeiro, consideraron "excelente" la reunión, porque Cardoso prometió revisar leyes que restan ingresos a los gobiernos estaduales y que dará financiación a los que dsminuyan gastos.
También autorizó la creación de fondos para el sistema de previsión social de funcionarios estaduales, una medida que puede atenuar la crisis financiera que enfrentan los nuevos gobernadores, instalados el 1 de enero.
De esa forma, fueron superados con inesperada tranquilidad los desafíos de este viernes, un día que se anunciaba tempestuoso en los frentes financiero y político.
Mientras, el vicedirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Stanley Fischer, anunció que en los próximos días finalizará la revisión del acuerdo con Brasil.
La conclusión del proceso de revisión restablecerá la ayuda internacional de 41.500 millones de dólares que el FMI prometió en enero a Brasil, y permitirá el desembolso de 9.300 millones de dólares dentro de algunas semanas.
Esos recursos mejorarán la confianza de los inversionistas en la economía brasileña y pondrán al Banco Central en mejores condiciones para contener la depreciación del real, que actualmente es "excesiva", segn Arminio Fraga. (FIN/IPS/mo/ff/if/99
