BOLIVIA-BRASIL: Cardoso y Banzer inauguran gasoducto

Los presidentes Hugo Banzer, de Bolivia, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, inaugurarán este martes un gasoducto entre ambos países que constituye la obra de integración energética más importante de América del Sur.

Pese a la crítica situación económica de su país, Cardoso aseguró su presencia en la fronteriza ciudad de Puerto Suárez.

Brasil necesita "buenas noticias" en estos días, y el gasoducto lo es, dijeron en La Paz representantes diplomáticos ese país.

Banzer y Cardoso abrirán las llaves de los ductos que tras atravesar pantanos, ríos y selvas, llevarán el gas natural boliviano a Campinhas, Sao Paulo, Curitiba, Florianápolis y Porto Alegre para mover la gigantesca industria de esas regiones brasileñas.

La venta de gas natural a Brasil es uno de los sueños dorados de Bolivia, porque le dará ingresos de 124,75 millones de dólares en el 200, con una perspectiva de llegar a casi 500 millones en el 2005, según las previsiones.

En cuanto a las cantidades de gas exportado, se estiman en ocho millones de metros cúbicos por día en un primer tiempo, y en 30 millones hacoa el 2005.

En los próximos cinco años se prevé una inversión global de 1.900 millones de dólares en los campos gasíferos desarrollados y en nuevos trabajos de exploración e inversión.

Con la inauguración de este gasoducto, Bolivia se habrá consolidado como la potencia gasífera de América del Sur.

La mayor parte de los 3.069 kilómetros del gasoducto (2.512) estarán del lado brasileño, mientras en la parte boliviana tendrá 557 kilómetros de extensión.

Un informe reciente del Viceministerio de Energía de Bolivia aseguró que las reservas certificadas de gas natural alcanzan a 9,78 trillones de pies cúbicos (6,62 trillones probadas y 3,17 trillones probables), suficientes para exportar unos 30 millones de metros cúbicos diarios de gas durante dos décadas.

Conformado por la soldadura de más de 255.000 tubos de 12 metros de longitud, el gasoducto está enterrado en su totalidad para evitar posibles accidentes o atentados, y tiene un revestimiento externo anticorrosivo y un sistema de protección catódica.

La compra y el complejo tendido de la tubería tuvo un costo total de 2.015 millones de dólares (435 millones en el tramo boliviano y 1.580 millones de dólares en el brasileño).

En Bolivia, la tubería tiene un diámetro constante de 32 pulgadas, mientras en Brasil los diámetros varían entre 32, 24, 20, 18 y 16 pulgadas, según los tramos.

La construcción del ducto en el territorio boliviano comenzó en agosto de 1997, y concluyó en diciembre pasado. La obra supuso el trabajo de 700 obreros, mientras en Brasil se necesitó la labor de 9.000 operarios.

Los primeros documentos para la realización del megaproyecto fueron firmados hace 25 años por el entonces dictador boliviano Hugo Banzer y el también jefe de la dictadura de Brasil Ernesto Geisel firmaron un primer documento de compra-venta. No obstante, diferencias de precios frustraron el acuerdo. (FIN/IPS/ac-dg/if/99

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