Una disputa laboral entre la administración del canal de Panamá y los pilotos que dirigen los barcos que transitan por esa vía interoceánica desató una aguda polémica que amenaza convertirse en un problema de dimensión internacional.
El debate se inició la semana pasada luego que una delegación de la Asociación de Pilotos del Canal denunció en el exterior que una serie de reformas en estudio de la junta directiva binacional que gobierna el canal atenta contra la seguridad de las naves que usan esa ruta.
Entre ellas señaló la eliminación de los seguros de accidentes por debajo del millón de dólares que planea aplicar la administración a partir de este año, así como la reducción del número de pilotos a bordo de las naves de gran tamaño.
El presidente de la Asociación de Pilotos del Canal, Jorge Terán, afirmó que esa medida va a provocar "forcejeos" entre los capitanes de las naves y los pilotos del canal.
En cuanto a la supresión de uno de los dos pilotos que hoy operan a bordo de las naves de gran tamaño, Terán indicó que eso aumentará el peligro de accidentes para 56 por ciento de las naves que atraviesan el canal.
Pero un documento enviado a las firmas navieras extranjeras por la Asociación de Pilotos en el que se advierte que si son aprobadas las medidas los barcos van a transitar por el canal de Panamá "bajo su propio riesgo" ambientó una dura reacción del gobierno y una fuerte polémica entre varios sectores.
El presidente Ernesto Pérez Balladares y el canciller Jorge Ritter calificaron de "antipatriotas" a los pilotos, 80 de los cuales son de nacionalidad estadounidense.
"Me llama la atención que sea justamente ahora, cuando estamos por entrar a administrar el canal, que empiecen este tipo de movimientos, que no se hicieron durante todos los años de administración norteamericana", dijo Pérez Balladares.
El 31 de diciembre Panamá asumirá la jurisdicción plena sobre el canal interoceánico de conformidad con los tratados firmados con Estados Unidos 22 años antes.
La denuncia de los pilotos, dijo el presidente, es "falsa" y sólo busca "hacerle daño al país y crear un ambiente de inseguridad" frente a los usuarios del canal.
El administrador de la vía, Alberto Alemán, dijo que el problema con los pilotos es producto de los desacuerdos de tipo económico que han surgido en las negociaciones de una nueva convención colectiva entre ambas partes, los cuales se han sometido a arbitraje.
Asimismo, desmintió que los cambios que planea introducir la junta directiva que gobierna el canal vayan a poner en riesgo la seguridad de las naves.
Pero el ex presidente de Panamá Jorge Illueca pidió a Alemán que explique a la industria marítima internacional y a los panameños en qué consisten los cambios que propone introducir la dirección del canal "para no hacerle el mandado a la administración" estadounidense.
Pese a que ambos países comparten la administración del canal los tratados de 1977 otorgaron a Estados Unidos el control de las operaciones de la vía y la mayoría de la junta directiva que la gobierna, integrada por cinco funcionarios estadounidenses y cuatro panameños. Esta situación cesará el 31 de diciembre.
Illueca, quien hasta mediados de 1997 fue representante alterno de Panamá ante la Organización de las Naciones Unidas, afirmó que "se incurrirñia en una ligereza" si se acusa de antipatriotas a los pilotos sin conocer el fondo del problema.
Tras recordar que Estados Unidos nunca había eludido asumir riesgos por accidentes en el canal, Illueca dijo que "es evidente que la administración norteamericana se quiere despedir con medidas que no resulten nada gratas ni para los trabajadores del canal ni para las empresas navieras usuarias de la ruta".
"Alemán debe explicar a la industria marítima y a la opinión pública las razones que tiene la administración dominada por Estados Unidos para cambiar las reglas vigentes referentes al tránsito de buques" que han regido durante casi todo el siglo, dijo Illueca.
Sin embargo, el consultor marítimo Carlos González de la Lastra, indicó que los pilotos "se están aprovechando de la ignorancia de los panameños sobre el funcionamiento del canal para crear un conflicto que no existe".
"El canal fue (bajo administración estadounidense) un área donde existian letreros de prohibited (prohibido), no trespassing (no pase). Todo aquello era misterio y el canal es visto por los panameños como algo subliminal", afirmó.
"Por eso ahora es completamente inaceptable que los pilotos del canal traten de vender su trabajo como si fuera extraordinariamente complicado cuando no es así, con el propósito de obtener ventajas de tipo económico en su convención colectiva", subrayó.
"Lo que está pasando es que (Estados Unidos) va a entregar a Panamá un canal lleno de problemas y alto riesgo de accidentes", advirtió el piloto Jorge Sadinas durante una de las protestas diarias que realiza junto a sus colegas ante la sede de la administración canalera. (FIN/IPS/sh/dg/ip/99)