Los sindicatos del Mercado Común del Sur (Mercosur) se disponen a considerar cómo enfrentar el impacto de la crisis brasileña, que estalló a mediados de enero, y lo mismo harán los empresarios, aunque con distinta óptica.
La Coordinadora de Centrales Sindicales del Mercosur se reunirá en Montevideo entre los días 22 y 24 para discutir los efectos de una crisis que sólo ha empezado "y seguramente seguirá a medida que Brasil siga adoptando más decisiones", dijo a IPS Eduardo Fernández, de la central uruguaya PIT-CNT.
"Hemos pedido a las centrales sindicales de la región, que ya estaban convocadas para evaluar el desarrollo del proceso de integración, que agreguen un estudio sobre los efectos de las medidas brasileñas", dijo Fernández, secretario de relaciones internacionales del PIT-CNT y dirigente del sindicato bancario, el mayor y más fuerte de Uruguay.
El objetivo de la reunión es formular propuestas a los gobiernos para "atemperar" los efectos de la depreciación del real y de las medidas de ajuste dispuestas por el gobierno brasileño, agregó.
Aún cuando "mágicamente" se resolvieran los problemas en Brasil, el impacto en la economía uruguaya, por ejemplo, continuará, afirmó.
En la coordinadora participan las direcciones sindicales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y en ocasiones lo hacen representantes de Chile y Bolivia, dos países que mantienen acuerdos de asociación con el Mercosur.
Fernández destacó a una emisora de Montevideo que las medidas brasileñas pueden tener distinto impacto en los países del Mercosur, aunque para los trabajadores "son preocupantes por igual", porque provocarán problemas de empleo.
Uruguay y Paraguay, los países más pequeños y "desprotegidos", dada su dependencia de las ventas a Brasil y Argentina, sufrirán un fuerte revés, y los trabajadores brasilenos perderán poder de compra, con lo cual "se produce un reacción en cadena", observó el sindicalista.
Fernández señaló que para los sindicatos de la región "nunca ha sido fácil" ponerse de acuerdo, porque el enfoque, la cultura y la historia son diferentes, pero "esperamos llegar a una visión común para plantearle a los gobiernos soluciones de emergencia para la clase trabajadora".
A su juicio, también será necesario convocar de forma urgente los organismos del Mercosur en que hay un lugar reservado para los trabajadores.
La participación de trabajadores en algunos organismos del Mercosur "hasta ahora no ha sido efectiva, pero haremos el esfuerzo y la presión para ser escuchados", advirtió.
Los documentos y conclusiones de la Coordinadora de Centrales Sindicales no han sido tomados en cuenta hasta ahora en las decisiones políticas del Mercosur.
Mientras, la crisis brasileña comenzó a generar diferencias entre los industriales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, cuyos representantes se reunirán en marzo.
Las asociaciones de industriales de Paraguay y Uruguay discreparon de la estrategia que los empresarios de los dos socios mayores desarrollan para buscar solución a sus problemas.
Argentina y Brasil optaron por la negociación bilateral, mientras que Paraguay y Uruguay exigen una discusión global de las decisiones económicas del gobierno de Fernando Henrique Cardoso.
Portavoces de la Unión Industrial Argentina (UIA) informaron que en los próximos días se entrevistarán con delegados de la Confederación Nacional de Industrias de Brasil para analizar el impacto de la devaluación del real.
La UIA pretende que el gobierno de Cardoso elimine los subsidios a las exportaciones, para evitar una invasión de productos brasileños en el mercado consumidor argentino.
Esta discusión tendrá como complemento una reunión entre delegados gubernamentales de ambos países.
Gualberto Rocco, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, destacó que los acuerdos bilaterales a que puedan llegar las asociaciones de empresarios de Argentina y Brasil carecen de efecto legal.
"Solamente son elementos de presión que pueden llegar incidir en los gobiernos", dijo Rocco, quien confirmó que se convocará en marzo a una reunión cuatripartita de industriales.
El debate debe realizarse "dentro del Mercosur", según entienden los empresarios paraguayos y uruguayos. "Con las negociaciones bilaterales, pierden los países más chicos", destacó Rocco. (FIN/IPS/rr/ff/if/99