Dos periodistas de Zimbabwe detenidos por haber publicado una noticia "falsa" fueron liberados esta semana bajo fianza por un juzgado de la capital de este país africano.
Ibbo Mandaza, editor responsable del semanario Zimbabwe Mirror y la periodista Grace Kwinjeh fueron liberados luego de presentar una fianza de 135 dólares, y se les ordenó reportarse a la policía una vez por semana.
Ambos periodistas liberados el martes pasado permanecerán fuera de custodia hasta el primero de marzo, fecha en que comenzará el juicio.
Los reporteros fueron acusados de violar la Ley para el Mantenimiento del Orden y las Disposiciones Legales por haber publicado "noticias falsas tendientes a provocar miedo, alarma y desánimo en la población".
"Conmoción: Familia recibe la cabeza de un soldado de República Democrática del Congo (RDC)", en su edición del 30 de octubre al 5 de noviembre, el Zimbabwe Mirror publicó una noticia con el siguiente titular.
El semanario agregó que un familiar del soldado muerto quedó "en estado de conmoción cuando le fue entregada la cabeza en estado de descomposición de su pariente destacado en la RDC, a los efectos de proceder al entierro".
El ejército negó la versión y debió exhumar el cadáver para refutar el artículo.
"Tenemos una serie de soldados destacados en la RDC, imagínese lo que pensarían los otros padres (cuyos hijos también están en la RDC)", respondió el fiscal Mushangwe.
Zimbabwe envió unos 6.000 soldados a la RDC para combatir a los rebeldes que intentan derrocar el gobierno del presidente Laurent- Desire Kabila.
De acuerdo con el fiscal, pese a que el artículo fue escrito meses atrás, todavía conserva el potencial para provocar el desorden público.
"Después de un lapso de cuatro meses, deberíamos estar hablando de que el artículo causó miedo, alarma y desánimo, pero no acerca de lo que podría haber hecho", opinó Tendai Biti, abogado de la defensa.
La detención de Mandaza y Kwinjeh se produjo apenas semanas después de la detención y posterior tortura de los periodistas del diario Zimbabwe Standard, Mark Chavunduka y Ray Choto.
Ambos fueron acusados de haber violado la misma ley que los reporteros del Zimbabwe Mirror, con la publicación de un artículo que sostenía que se había producido un fallido intento de golpe de estado en este país.
Chavunduka y Choto también fueron liberados bajo fianza y deberán comparecer ante la corte el 27 de febrero.
Los periodistas denunciaron que fueron sometidos a torturas con picana eléctrica y golpizas, y a la inmersión forzosa conocida como "submarino". El arresto de Chavunduka y Choto fue objeto de duras críticas en el extranjero.
"Zimbabwe se enfrenta a una creciente crisis de derechos humanos que podría crear un grave impacto en los países vecinos", denunció la organización de derechos humanos Aministía Internacional este martes.
La entidad hizo un llamamiento a los jefes de estado de Africa austral para que traten el tema en forma urgente con el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe.
"Si no se respeta el estado de derecho en Zimbabwe, ello tendrá un impacto en los otros países del sur de Africa", agregó Amnistía Internacional.
El grupo de derechos humanos instó asimismo a los gobernantes de Africa austral a que se reunan con Mugabe para reafirmar la importancia del estado de derecho, la libertad de prensa y la independencia del Poder Judicial.
Cuatro periodistas del Zimbabwe Mirror habían sido inicialmente arrestados en lo que pareció otro ataque a la libertad de los medios de comunicación.
Dos de ellos fueron luego liberados, luego de que la policía informó que aún se investiga si existen motivos para detenerlos.
Los editores Fernando Goncalves y Farayi Mungazi también fueron arrestados en las oficinas del semanario Zimbabwe Mirror, y luego acusados de violar la Ley para el Mantenimiento del Orden y las Disposiciones Legales.
La detención de los cuatro periodistas efectuada el lunes se produjo luego del discurso televisado que pronunció Mugabe, de una hora de duración, el sábado 13.
En su alocución, el mandatario atacó a cuatro jueces de la Suprema Corte que le habían pedido que reafirmara su compromiso con el "estado de derecho", luego de que los militares desafiaran tres dictámenes que fallaban a favor de la puesta en libertad de Chavunduka de los cuarteles del ejército.
La semana pasada, el Departamento de Inmigración exigió que todos los periodistas locales y extranjeros que trabajan para las agencias internacionales presentaran sus permisos de trabajo y pasaportes.
La medida fue interpretada como una forma de intimidar a los corresponsales extranjeros, informó Amnistía Internacional.
La organización agregó que el ministro de Información Chen Chimutengwende, el ministro del Interior Dumiso Dabengwa y el ministro de Seguridad Nacional, Sydney Sekeramayi amenazaron con crear nuevas leyes para coartar la libertad de los medios independientes.(FIN/IPS/tra-en/lm/mn/mvf/aq/hd-cr/99