/BOLETIN-CIUDADES DEL MERCOSUR/ ARGENTINA: El turismo crece pese a la crisis

El turismo sigue siendo una de las principales fuentes de divisas en Argentina, que se ha constituido en el país de América del Sur que más visitantes atrae, pese a los efectos de la crisis financiera mundial sobre la llamada "industria sin chimeneas".

Un informe de la Organización Mundial de Turismo reveló que en 1998 llegaron a Argentina 4,8 millones de personas, superando holgadamente a Brasil con sus codiciadas playas, que sólo atrajo a 3,1 millones de extranjeros .

El ingreso de turistas a este país creció 70 por ciento el año pasado, respecto de 1990, el año anterior a la instrumentación del plan de estabilidad, que equiparó la moneda nacional con el dólar, acompañado de una apertura económica y privatizaciones, denominado por los más optimistas como "el milagro argentino".

El crecimiento del turismo en Argentina, que convoca principalmente a latinoamericanos, contrasta con la retracción de esta actividad en las naciones de América del Norte.

La merma de visitantes procedentes de Asia a Estados Unidos, a causa de la crisis financiera mundial, se hizo sentir con fuerza en 1998, pese a lo cual ese país continúa como el de mayor atractivo turístico del continente, seguido de Canadá, México y Argentina.

Pero Argentina no sólo se nutre de extranjeros. El informe indica que más de 12 millones de nacionales se trasladaron por vacaciones o negocios dentro del país, mientras que 1,4 millón decidieron disfrutar sus vacaciones en el exterior.

La industria sin chimenea ocupa a 12 por ciento de la población económicamente activa y permite facturar alrededor de 11.000 millones de dólares al año, desplazando en importancia a las exportaciones de cereales y carnes como fuente de ingresos de divisas.

La riqueza que ofrecen los diferentes paisajes y climas de Argentina se suma a una organización cada vez mejor montada para cubrir toda la gama de requerimientos del visitante. Turismo de estancias, ecoturismo, organización de seminarios y una importante capacidad de alojamiento.

Según datos recogidos por la Fundación Ecoturismo, este país es el destino preferido en América Latina para el turismo de aventura, que requiere ríos caudalosos, montañas y lugares para cabalgar o acampar.

Los descensos bruscos por los torrentes de agua se pueden hacer en el sur del país o en la provincia de Mendoza, limítrofe con Chile. Para los menos osados, existen zonas adecuadas para realizar caminatas o ciclismo de montaña, que incluye el cruce de la Cordillera de los Andes.

La fundación señala que unos 15.000 visitantes al año llegan a Argentina para disfrutar de los variados accidentes natuarales que ofrece el país, como el glacial Perito Moreno, San Carlos de Bariloche, Villa la Angostura o Villa Traful, en la sureña Patagonia.

En la zona montañosa del sur argentino se puede practicar esquí y otros deportes invernales entre junio y septiembre, y acampar junto a los lagos, caminatas, cabalgatas, alpinismo y recorridos en bicicleta el resto del año.

El ecoturismo, que crece alrededor de 30 por ciento cada año, está destinado principalmente a personas de entre 25 y 40 años, es el segmento con más futuro, opinan los empresarios turísticos.

Otra área que ha tenido un gran crecimiento en los últimos años es el turismo de establecimentos de campo, que permite al extranjero conocer la tradicional "pampa argentina", que, como dijera el escritor Ernesto Sábato, "es la más pura representación de la nada".

La pampa está constituida por miles de kilómetros de llanura verde, sólo matizada con pequeñas manchas de animales pastando y la presencia cada tanto de un conjunto de árboles que da sombra "al casco de la estancia" (casa de campo de un establecimiento ganadero)

El agro-turismo creció en la década de los años 90 a un ritmo de 10 a 15 por ciento anual, lo que llevó al estatal Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria a ofrecer financiamientos especiales para capacitar a unos 500 productores que quieran reconvertir sus establecimientos.

En estos sitios los visitantes participan de diversas actividades rurales como la doma de caballos, entre otras.

Argentina ofrece también como punto turístico más tradicional a las Cataratas del Iguazú, en el noreste del país, las norteña provincias de Jujuy y Salta, de tradición indígena andina, el balneario oceánico de Mar del Plata o Mendoza, en el centro de la frontera con Chile.

Otro lugar que recoge cada vez más las preferencias de los extranjeros es la ciudad de Usuhaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo sur del país, donde se pueden recorrer las reservas de lobos y elefantes marinos, las pingüineras, o avistar ballenas en épocas de apareamiento.

Sin embargo, pese a esta variadísima oferta turística, Buenos Aires sigue convocando a la mayor cantidad de visitantes, con más de 12 millones de turistas nacionales y extranjeros en 1998.

La organización de congresos es uno de los rubros de mayor potencialidad, aunque no está suficientemente explotado, debido a la falta de una infraestructura adecuada.

No obstante, la realización de seminarios y reuniones internacionales creció casi 80 por ciento entre 1991 y 1997, informó la Secretaría de Turismo.

El informe oficial señaló que en 1998 ingresaron al país 5.000 millones de dólares por concepto de turismo, generó empleo para 450.000 personas en forma directa y 1,1 millón en forma indirecta.

Los requerimientos de empleo provocaron un incremento de la demanda de capacitación para trabajar en hoteles y agencias de viajes. El rubro hotelero recibió inversiones por 1.200 millones de dólares entre 1991 y 1997. (FIN/IPS/mv/dm/if/99)

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