El gobernador de la región chilena de Bío Bío, Juan Carlos Coronata, y habitantes de la zona responsabilizaron a empresas forestales por incendios que han destruido unas 80 viviendas y más de 30.000 hectáreas de plantaciones, bosques y pastizales.
Coronata acusó a esas firmas de quemar basura y otros desechos en los predios afectados y anunció que elevará denuncias penales contra ellas.
Por su parte, los dueños de los predios incendiados pidieron este miércoles la nominación de un juez especial para que investigue el incendio que afecta desde el domingo la zona del Bío Bío.
Para evaluar los daños y las necesidades de las 600 familias damnificadas, el subsecretario del Ministerio del Interior, Belisario Velasco, sobrevoló este miércoles las áreas afectadas, donde el fuego cerca la ciudad de Concepción, a 515 kilómetros de Santiago.
Según Luis Mario Rondón, investigador del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, la situación es muy grave por el peligro de que se generen nuevos focos y de que los siniestros se expandan hacia otros poblados y bosques nativos.
"Hay una situación general de sequía y de humedad en la zona. Por eso se requiere que el gobierno ponga a disposición todos los recursos que se necesiten", señaló.
La sequía está causando millonarias pérdidas, que se suman a la catástrofe ambiental provocada por los incendios forestales.
Desde noviembre, se han quemado unas 80.000 hectáreas en la zona sur del país, de las cuales 40 por ciento corresponde a bosque nativo.
Esta cifra es seis veces mayor que la de la temporada anterior.
Sólo en el incendio de La Rufina, a 100 kilómetros al sur de Santiago, se quemaron alrededor de 20.000 hectáreas de bosque nativo en diez días.
Las familias cuyos hogares y animales fueron arrasados por los incendios de la región del Bío Bío ya suman 500 y se encuentran viviendo en albergues y escuelas.
Aunque se sabe que en 90 por ciento los incendios forestales en Chile son causados por el hombre, las penas para los responsables casi nunca se cumplen por la dificultad de establecer la intencionalidad.
La Corporación Nacional Forestal (CONAF, encargada de prevenir y controlar los siniestros forestales, se ha visto sobrepasada por la sequía, los fuertes vientos y las altas temperaturas.
Para suplir esas carencias, grupos ecologistas pidieron al gobierno que las Fuerzas Armadas apoyen a las brigadas de CONAF.
"La seguridad del país no puede incluir sólo la preparación para enfrentamientos bélicos, sino el resguardo permanente de su territorio de todo tipo de amenaza", dijeron.
"Numerosas especies en vías de extención estám amenazadas, mientras en otros casos pueden ser necesarios miles de años para la regeneracin de ecosistemas devastados", señalaron. (FIN/IPS/as/dg/en/99