ASIA ORIENTAL: Deficiencias contables agravaron la crisis

Con una información contable veraz, los gobiernos y los economistas habrían podido detectar con anticipación los excesivos riesgos financieros que precipitaron la crisis en Asia oriental.

El acceso oportuno a una información contable apropiada habría permitido que los bancos, las empresas, los operadores de los mercados y los órganos de regulación aplicaran correcciones para disminuir la magnitud de la crisis, señaló el académico Zubaidur Rahman, de Bangladesh.

El estudio de Rahman, preparado para la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), observó que en la mayoría de los países de Asia oriental, las declaraciones contables de instituciones y empresas financieras no acatan las normas internacionales sobre contabilidad.

El origen de la crisis debe atribuirse a la debilidad de la estructura financiera, a la liberalización y a la especulación, sentenció Rahman, un ex profesor de Contabilidad y Finanzas de la Universidad Estatal de Nueva York.

El autor mencionó la responsabilidad de la comunidad inversora internacional que, guiada por el afán de lucro, ignoró esas deficiencias durante mucho tiempo, en que montos elevados de capital extranjero fluyeron hacia la región.

Las inversiones y los préstamos se realizaron ante la perspectiva de jugosas utilidades y sin reparar en el hecho de que las declaraciones financieras eran incompletas o deficientes.

Cuando la crisis comenzó y los mercados trataron de evaluar las condiciones financieras de las empresas, la ausencia de información contable preparada de acuerdo con las normas internacionales impidió un análisis apropiado.

Entre las deficiencias contables, Rahman mencionó el ocultamiento de la verdadera dimensión de las deudas de las empresas mediante transacciones con partes emparentadas y balances desequilibrados.

En el sector de la microeconomía no era evidente el alto grado de exposición de empresas y bancos que presentaban un alto endeudamiento a corto plazo en moneda extranjera.

Tampoco hubo información detallada que reflejara la concentración financiera en sectores específicos, como los bienes raíces, propensos a la especulación.

Otra deficiencia se relaciona con la carencia de información sobre los pasivos asumidos por las casas matrices de empresas o de instituciones financieras para garantizar préstamos de compañias emparentadas o ajenas.

Las empresas no adoptaron precauciones apropiadas ante el riesgo de quiebra y tampoco se presionó ante las posiciones de liquidez de los bancos enfrentados a préstamos no pagados.

Esas deficiencias en los informes contables no se limitan a los países de Asia oriental, advirtió Rahman en el trabajo distribuido por la UNCTAD.

Sin embargo, las consecuencias de esos defectos fueron muy graves en esa región, porque las empresas e instituciones financieras operaban en la misma economía globalizada con socios de Occidente que en cambio cumplían con los requisitos sobre declaraciones contables.

Para sobrevivir y competir con éxito en el mercado internacional, los países de Asia oriental tendrán que observar las políticas y las prácticas de "transparencia y contabilidad", recetó Rahman.

El autor solicitó esfuerzos nacionales e internacionales concertados para establecer y aplicar normas universales de contabilidad y de presentación de informes.

Rahman precisó que esas normas deben ir acompañadas de un mecanismo que asegure su aplicación. Todos los países deben acatarlas, agregó.

Los gobiernos deben comprender, sostuvo el estudio, que la reforma contable forma parte de la reforma financiera. Las autoridades nacionales tendrán que hacer esfuerzos para armonizar sus normas contables con las internacionales.

Pero el autor advirtió que la adopción de normas más modernas solo mejorará la calidad de la información revelada en los estados financieros si va acompañada de eficaces mecanismos legales e institucionales para verificar la aplicación.

El estudio reprochó al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI) que no impusieran normas contables internacionales como condición para préstamos institucionales o de ajuste estructural.

El Banco Mundial y el FMI tienen interés en la estabilidad financiera y contable, por lo cual deben asumir el liderazgo para asegurar que la reforma contable forme parte de la reforma financiera, dijo Rahman.

El estudio de Rahman fue presentado con motivo de las sesiones que la semana pasada realizó en la UNCTAD el Grupo de Trabajo Intergubernamental de Expertos en Normas Internacionales de Contabilidad y Presentación de Informes. (FIN/IPS/pc/ff/if/99

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