Los creadores cubanos contarán a partir de abril con una nueva revista literaria, nacida en el contexto del lento resurgir de la industria editorial, gravemente aectada por la crisis económica que ya lleva nueve años.
La Isla Infinita saldrá a la luz con el único compromiso de "dar un impulso a la creación como tal, sea narrrativa, teatro, poesía o música", indicó su director, el poeta, ensayista y narrador Cintio Vitier.
En la publicación "se podrá ver lo que se está haciendo en Cuba en materia literaria y dar a conocer a creadores con talento, pero poco divulgados", dijo Vitier, de 77 años, Premio Nacional de Literatura en 1988 y considerado por los críticos el escritor cubano vivo más importante radicado en el país.
La revista tendrá unas 50 páginas, una frecuencia trimestral y será editada por el Instituto Cubano del Libro, lo que no significa subordinación a esa entidad, agregó.
Vitier aseguró a IPS que "casi todas las revistas existentes tienen una institución a la cual se deben de alguna manera, pero ese no es el caso de la Isla Infinita".
La independencia y desapego a las diferencias generacionales que alentarán las páginas de la publicación, constituyen dos importantes características que destaca su director, que fuera encargado de dar vida a este proyecto por el ministro de Cultura, Abel Prieto.
"Es un privilegio trabajar con los más jóvenes y hacer una revista sin tener que rendir cuentas a nadie", comentó Vitier, quien considera que el país vive situaciones "malas desde el punto de vista económico, pero en el ámbito cultural estamos en el mejor momento".
La industria editorial de Cuba tuvo hasta fines de los años 80 una producción de 80 millones de ejemplares, con el respaldo de un sistema de publicaciones al que la crisis puso fin de un plumazo.
Las revistas prácticamente desaparecieron a comienzos de los años 90, pero en los últimos tiempos comenzaron a resurgir de manera lenta y paulatina.
Así, la Isla Infinita viene a sumarse la oferta de revistas como Unión (de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba), la Gaceta de Cuba, Revolución y Cultura, Caimán Barbudo y Casa de las Américas.
Expertos destacan, sin embargo, que el país carecía de una revista puramente literaria, vacío que la nueva publicación podría llenar.
"No queremos nada programático, ni una declaración de principios, queremos una revista muy libre y abierta, en la cual se hable de aquellas cosas que nos alimentan, nos acompañan y en las cuales creemos", explicó Vitier.
El antecedente más directo de esta revista hay que buscarlo en Orígenes, que entre 1944 y 1956 nucleó a lo mejor de la cultura cubana de la época, encabezada por el novelista y poeta José Lezama Lima.
"Quiero que nos parezcamos a Orígenes, que no establecía fronteras generacionales", dijo Vitier, sin dejar de advertir que resulta imposible emular la calidad de aquel movimiento que él integró siendo muy joven.
El escritor trabajó codo a codo en la confección de primer número de la Isla Infinita con su nieto José Adrián Vitier, de 24 años, licenciado en lengua inglesa y poeta.
Una de las secciones de la revista se llamará "La ballena codorniz", nombre de una pequeña publicación artesanal que el joven Vitier dirigió en su época de estudiante universitario.
José Adrián integra el cuerpo editorial de la revista, junto a Daniel García Santos y Rinaldo Acosta.
El consejo asesor está compuesto por las poetas Fina García Marruz y Nancy Morejón, Roberto Friol (Premio Nacional de Literatura 1998), los poetas y ensayistas Omar Pérez y Francisco López Sacha, la especialista en teatro Lilliam Vázquez y el crítico literario Enríque Saínz.
La primera edición, de unos 2.000 ejemplares, se abrirá con un estudio de Lezama Lima desde una perspectiva budista, a cargo de Omar Pérez. "Es la primera vez que el budismo entra como elemento interpretativo de la cultura cubana", observó Vitier.
En la presentación del primer número, Vitier marcará pautas de lo que será la Isla Infinita para el movimiento cultural cubano.
"Donde haya un espacio de gracia, de imaginación, de belleza, está la patria y es más fuerte. De tal seguridad partimos al elevar el ancla de esta navecilla que quiere ser metáfora del destino de Cuba en el mundo y del mundo en Cuba". (FIN/IPS/pg/dm/cr/99
