El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió este viernes, por unanimidad, cancelar la misión de paz en Angola, tras una década de vanos intentos para poner fin a su guerra civil.
La decisión del Consejo, que tiene efecto automático, finaliza el mandato de la Misión de Observadores de la ONU en Angola (MONUA), cuyos 650 soldados quedaron de lado en los últimos meses por la reanudación de hostilidades entre el gobierno y la rebelde Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).
Luego de que el gobierno angoleño decidió que la MONUA ya no tenía ningún papel que jugar, los funcionarios de la ONU comenzaron a reducir el tamaño de la fuerza de paz, y contingentes claves de Portugal, Rusia y Namibia tienen previsto dejar el país este fin de semana.
Todas las fuerzas de la ONU abandonarán Angola en un plazo de seis meses, con excepción de un contingente simbólico de 250 personas encargadas de desmantelar las instalaciones de la misión, según informó el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
El Consejo de Seguridad aprobó la continuacion de la tarea humanitaria de la MONUA durante el "período de liquidacion", en tanto Annan negoció con el gobierno del presidente de Angola, Jose Eduardo dos Santos, el mantenimiento de una pequeña presencia diplomática que trataría de mediar en el conflicto.
Sin embargo, el hecho es que el gobierno angoleño ha decidido prescindir de la ONU.
El general Higinio Carneiro, viceministro de Administración Territorial de Angola, afirmó este viernes que las acciones de la UNITA terminaron con el frágil proceso de paz que había durado cinco años, e hicieron inútil la presencia de la MONUA.
El lider de UNITA, Jonas Savimbi, "está tratando de ganar poder a toda costa", dijo Carneiro al Consejo de Seguridad.
En una carta enviada a Kofi Annan a comienzos de este mes, Dos Santos expresó que las condiciones que permitían a la MONUA trabajar en Angola habían "dejado de existir", pero agregó que su gobierno seguirá tratando con agencias humanitarias y de derechos humanos de la ONU.
Dos Santos también expresó su deseo de considerar la designación de un enviado especial de la ONU para Angola, pero sólo si ese funcionario permanecía en Nueva York.
En cambio, Savimbi envió un mensaje a Annan diciendo que la ONU podía permanecer en el país como testigo y mediadora entre los beligerantes. Sin embargo, la UNITA ha sido culpada por numerosos países de haber atacado a personal de la ONU, e incluso del abatimiento de dos aviones en los que perecieron 13 personas.
El Consejo de Seguridad expresó este viernes sus dudas sobre la conducta de los rebeldes, y señaló "la pérdida en circunstancias sospechosas de otro avión comercial en áreas controladas por UNITA". Ademas pidió ayuda especial a os liderados por Savimbi para investigar los incidentes aéreos.
La ONU se muestra ahora desorientada respecto a la actitud que corresponde adoptar en el caso de Angola.
Varias misiones de paz fracasaron en sus intentos de lograr un cese del fuego prolongado, y un anterior plan de paz se derrumbó en 1992 luego de que la UNITA se negara a reconocer su derrota en elecciones supervisadas por la ONU.
Otro plan de paz, firmado en 1994, estableció una frágil tregua, pero a fines del año pasado ambos bandos se dispusieron a librar una guerra en gran escala. El gobierno, que controla la mayor parte de las zonas petrolíferas, y la UNITA, que domina las diamantíferas, han podido mantener sus fuerzas bien pertrechadas.
La UNITA se encuentra sometida a un embargo de la ONU, y sesuponía que debía desarmar a todas sus tropas en 1998, pero logró mantener la capacidad combativa de sus fuerzas.
Los rebeldes han tratado de apoderarse del rico enclave petrolero de Soyo en las últimas semanas, mientras las tropas gubernamentales estarían logrando una ventaja considerable en las altiplanicies centrales del país, indicó Annan.
Ambos bandos se culpan mutuamente de recurrir a terceras partes para obtener ayuda. Las autoridades afirman que Zambia está implicada en el rearme de la UNITA, y ésta denunció que tropas de la República Democrática de Congo están luchando junto a las del gobierno.
Este viernes el gobierno de Zambia negó una vez más cualquier vínculo con la UNITA, pero Annan informó al Consejo de Seguridad que "la presencia de tropas congoleñas, que reciben entrenamiento de las fuerzas armadas de Angola, ha sido confirmada en las areas de Lubango y Matala".
La retirada de la ONU de Angola se produjo 24 horas después de que una misión de paz de la misma organizacion en Macedonia fuera vetada por China, aparentemente debido a una disputa entre los dos países acerca de Taiwan, y en un momento de declinación general de las tareas de pacificación de la ONU.
Tras la partida de los soldados de la ONU de Bosnia- Herzegovina, la misión en Angola constituyó el mayor esfuerzo del organismo mundial para mantener un fuerzas de paz.
No obstante, a pesar de haber desplegado miles de soldados y una misión policial, poniendo a la vez en marcha un proyecto para eliminar los campos minados, la ONU fue incapaz de eliminar los recelos entre el gobierno y la UNITA, y de obligar a los rebeldes a entregar sus armas y desmovilizar sus fuerzas.
La UNITA saboteó los esfuerzos de la ONU para el desarme, entregando armas inútiles u obsoletas, y desmovilizando combatientes demasiado viejos o muy jóvenes, mientras conservaba intacta una fuerza de 30.000 personas bien pertrechadas.
A fines de 1998, mientras aumentaban los choques armados entre el gobierno y la UNITA, se hizo evidente que el acuerdo de 1994 había fracasado, al igual que el plan de paz en cuyo marco se realizaron las elecciones de 1992.
Tras el fracaso anterior, se estimó que la reanudación de hostilidades llegó a causar más de 5.000 muertes diarias a causa de la guerra y el hambre, y funcionarios de la ONU temen que ahora el país vuelva al imperio de la brutalidad y el caos, sin ninguna interferencia desde el exterior. (FIN/IPS/tra- en/fah/kb/ego/mp/ip/99)