La crisis económica que se extendió a América Latina desde el sudeste de Asia en 1997 ocasionó un severo retraso de los planes para erradicar la pobreza acordados en la Conferencia Mundial de Desarrollo Social de 1995.
Social Watch, una coalición mundial de 50 organizaciones no gubernamentales, expresó sentimientos econtrados respecto de los éxitos y los fracasos de la cumbre celebrada en de Copenhague, donde 185 líderes mundiales se comprometieron a luchar contra la pobreza y adoptar planes concretos para alcanzar ese objetivo.
Las organizaciones admitieron que más de 60 naciones en desarrollo lograron significativos avances en áreas como educación básica, agua potable, sanidad, nutrición infantil y salud reproductiva, como se acordó en la cumbre.
La lista incluye a países como a Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, Dinamarca, El Salvador, Holanda, India, Irán, Irlanda, Nueva Zelanda, Singapur y Suecia.
"Si se mantiene este ritmo, estos países podrán celebrar el milenio anunciando el cumplimiento de los objetivos fijados por la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Social y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing de 1995", dijo Roberto Bissio, secretarios de Social Watch.
John Langmore, director de la División de Política Social y Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo a los periodistas que muchos países se tomaron los compromisos de Copenhague en serio.
Por ejemplo, dijo, China anunció que se fijó la meta de eliminar las peores formas de pobreza en sus regiones periféricas para el 2000, y 38 países también se fijaron un plazo para la reducción de la pobreza, como se recomendó en la cumbre de Copenhague.
La mala noticia, según Bissio, es que los avances hacia la erradicación de la pobreza continúan siendo demasiado lentos en al menos 70 países.
Trece países están igual o peor que en 1990 y en otros 40 los datos insuficientes "probablemente reflejan una situación aun peor", dijo Bissio.
Esta lista incluye a Albania, Birmania, Burundi, Guinea-Bissau, Haití, Iraq, Liberia, Nigeria, Sierra Leona y Somalia.
Al dirigirse a la Comisión para el Desarrollo Social de las Naciones Unidas el miércoles, Bissio señaló que la crisis financiera que comenzó en Tailandia a mediados de 1997 tuvo un impacto muy negativo en la erradicación de la pobreza.
"Los mecanismos diseñados para tratar el problema colocaron desigualmente la carga sobre los hombros de los pobres, las mujeres, los niños y otros sectores vulnerables de la sociedad", dijo a la Comisión.
La Asamblea General de 185 miembros de la ONU planea realizar una sesión especial en junio del año próximo, para evaluar el progreso social desde la cumbre de Copenhague.
Bajo el título de "Copenhague más cinco", la reunión procurará renovar los compromisos para erradicar la pobreza.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo la semana pasada que la lucha contra el desempleo y la pobreza fue afectada por severas dificultades económicas precipitadas por la crisis financiera asiática.
La crisis, que devastó las economías de Brasil, Corea del Sur, Indonesia, Malasia, Rusia y Tailandia, provocó un intenso debate acerca de cuál sería la política económica más sensata, dijo.
Los gobiernos y las instituciones financieras son cada vez más conscientes de la necesidad de un enfoque integral respecto del desarrollo y comienzan a traducir esa conciencia en acciones, dijo Annan.
"Si las semillas del cambio florecen, habrá mayores probabilidades de que se cumplan las metas de la cumbre de Desarrollo Social", agregó.
En su tercer informe anual, Social Watch afirma que aunque las metas fijadas son viables, muchos países no hicieron suficientes esfuerzos para alcanzarlas.
El fracaso en el cumplimiento de algunas de las metas de la cumbre también se atribuye a las crecientes deudas del mundo en desarrollo, a la caída de la asistencia internacional a los países pobres y a conflictos internos en algunas naciones.
Otros factores incluyen los efectos negativos de la globalización y el impacto social de políticas de ajuste estructural impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, según expertos.
El informe dice que el número de personas pobres que viven con menos de un dólar por día está aumentando, y que un tercio de la población de los países en desarrollo vive en la pobreza. Más de 800 millones de personas están pasando hambre y 180 millones de niños sufren de malnutrición.
"Las perspectivas de crecimiento no son buenas: el consumo se estancó en América Latina, el norte de Africa y Medio Oriente, y cayó en Africa subsahariana. Si el crecimiento disminuye en los próximos años, la pobreza recrudecerá en el sudeste de Asia, Africa y América Latina", dijo el informe.
Como consecuencia de la crisis económica, se estima que la pobreza se duplicará en el sudeste de Asia y la distribución del ingreso empeorará. Según el informe, el número de personas que viven debajo de la línea de la pobreza en los países afectados por la crisis aumentará de 40 a 90 millones. (FIN/IPS/tre- en/td/mk/at/mj/dv/99