Representantes de las organizaciones ambientalistas más importantes del mundo pidieron hoy en esta ciudad de Colombia la moratoria del comercio y liberación de organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos.
Unos 36 delegados de organizaciones no gubernamentales (ONG) de América Latina, Africa, Asia, Estados Unidos y Europa rechazaron la pretensión del Norte industrializado de monopolizar el control de la seguridad alimentaria, la producción de fármacos y los procesos agroindustriales en el mundo.
La postura de los países industrializados, apoyada por las empresas transnacionales de biotecnología, que fue considerada en la negociación del Protocolo de Bioseguridad, afecta especialmente a los países del Sur en desarrollo.
"La moratoria deberá seguir hasta que se evalúen los riesgos que conlleva el consumo y liberación de OGM para la salud humana y la integridad de la diversidad biológica y cultural, y hasta saber cómo afecta a las economías de los países en desarrollo", advirtieron las ONG.
Los ambientalistas apelaron al sentido de responsabilidad de las delegaciones gubernamentales de más de 150 países que asisten a la reunión en la norteña ciudad colombiana de Cartagena.
La declaración de las ONG se produjo en el tercer día de negociaciones del Protocolo de Bioseguridad, en las cuales más de 500 delegados no han logrado conciliar los intereses contrapuestos del Norte y del Sur.
La reunión se propone dictar una serie de regulaciones internacionales sobre la transferencia, manejo y uso de OGM, que en su mayor parte son cultivos diseñados y manipulados mediante la ingeniería genética.
Las organizaciones no gubernamentales exigieron que las decisiones sobre los transgénicos deben ser debidamente informadas y debatidas con la sociedad civil, "principal víctima potencial de estos productos y la gran ausente en las reuniones", dijo el colombiano Germán Vélez.
Vélez, delegado del Programa Semillas, informó que más de 100 organizaciones ambientalistas, campesinas e indígenas de América Latina, reunidas en Quito días antes de que comenzara el encuentro de Cartagena, pidieron la moratoria del comercio y liberación de OGM.
La declaración dada a conocer en esa oportunidad también rechazó la tendencia creciente a la manipulación y privatización de la vida, dijo Vélez, quien habló en representación de las organizaciones no gubernamentales latinoamericanas.
Por su parte, Marijane Lisboa, de Greenpeace Internacional, en representación de las ONG europeas, norteamericanas, asiáticas y africana, adivirtió que "los ciudadanos, consumidores, agricultores y médicos deben ser informados y consultados, además de participar activamente en estas decisiones".
Sin embargo, "hasta el momento su participación ha sido restringida al mínimo", aseguró Lisboa.
La científica Mae Wan Ho, genetista de la Universidad Abierta de Gran Bretaña, dijo, a su vez, que un grupo de colegas de varias partes del mundo ya lanzó una peticición de "moratoria inmediata del comercio y liberación de OGM".
Entre esas personalidades de la ciencia se se encuentra Vandana Shiva, del Instituto de Investigación para la Ciencia y la Ecología de la India.
Wan Ho, célebre por su libro "Ingeniería genética: sueño o pesadilla" y pionera en las investigaciones sobre los riesgos en la manipulación de la vida, informó que la declaración incluye "un enérgico rechazo a las patentes y los sistemas de protección de derechos de propiedad sobre los seres 'vivos"'.
Los investigadores se muestran muy preocupados por "las crecientes evidencias científicas sobre los nocivos efectos para la salud que causa el consumo y los ensayos con OGM", agregó.
Wan Ho explicó que el estudio en ratas a las cuales se les hizo consumir papas transgénicas, en la Universidad de Virginia, demostraron importantes efectos negativos en sus sistemas inmunológicos y desarrollaron infecciones virales.
También se ha confirmado la utilización de "genes marcadores", que aumentan la resistencia contra los antibióticos.
Por otro lado, las semillas transgénicas diseñadas para resistir herbicidas, pueden "contaminar genéticamente" a otras especies y producir "supermalezas", que también adquieren una fuerte resistencia a los venenos.
Esta tecnología intensifica el uso y el consumo de grandes dósis de agroquímicos como el glifosato o round up, cuyos efectos tóxicos para la salud han sido documentados de manera abundante, inclusive por investigadores del gobierno de Estados Unidos.
La ingeniera genetista Ricarda Steinbrecher informó que este martes se lanzó en la sede del parlamento de Gran Bretaña una campaña nacional para solicitar una moratoria de por lo menos cinco años, al comercio y liberación de organismos transgénicos.
"Contamos con el apoyo de un grupo de parlamentarios de todos los partidos ingleses, que han recogido las crecientes protestas ciudadanas por la introducción de transgénicos al territorio", señaló Steinbrecher.
Las ONG anunciaron al finalizar las sesiones de este martes que se reunirán con el ministro de Medio Ambiente de Colombia, Juan Mayr.
Los ambientalistas esperan que Mayr, en su calidad de anfitrión y de representante de países ricos en biodiversidad, escuchará sus opiniones.
Las ONG pretenden que sus posturas sean divulgadas y tenidas en cuenta por las delegaciones gubernamentales a la hora de redactar el nuevo texto del Protocolo de Bioseguridad, que será divulgado el día 19. (FIN/IPS/as/dm/en/99