La Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó a uno de más altos funcionarios para comandar una cruzada contra la matanza de civiles en los conflictos armados de Africa.
El subecretario general de ONU Olara Otunuu anunció que viajará a fines de esta semana a tres países africanos azotados por la guerra: Burundi, Ruanda y Sudán.
Otunuu informó que se reunirá con los líderes políticos y los grupos rebeldes para acabar con la muerte de civiles atrapados en las luchas en esos tres países.
El enviado de ONU, que fue designado Representante Especial para los Niños y los Conflictos Armados, visitó Sierra Leona en dos oportunidades el año pasado y expresó su desazón ante la continua matanza de civiles en esa nación de Africa occidental.
Sierra Leona es escenario de una "tragedia indescriptible. Están mutilando personas y cometiendo atrocidades contra las mujeres y los niños. Y hay además una destrucción indiscriminada de viviendas, advirtió Otonuu.
Agregó que la mayor parte de las atrocidades en Sierrra Leona son perpetradas por los rebeldes, que parecen haber decidido "arrasar con todo lo que se les cruza en su camino".
También instó a realizar un examen de conciencia a las compañías internacionales que proporcionan armas a las partes enfrentadas en Sierra Leona a cambio de una participación en los recursos minerales del país.
"La de Sierra Leona no es una guerra como cualquier otra. La comunidad comercial debería asumir su responsabilidad en el caso y replantearse el papel que desempeña en el conflicto", aconsejó.
El Consejo de Seguridad de la ONU expresó la semana pasada su consternación ante la muerte de civiles y de asistentes humanitarios y realizó una reunión especial para tratar un solo tema: "La protección de civiles en los conflictos armados".
La sesión fue celebrada a instancias de Canadá y los miembros del Consejo condenaron "el hecho de que las facciones en guerra ataquen deliberadamente a los civiles".
Así mismo, exigieron que "todas las partes involucradas pongan fin a tales violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional".
El ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Lloyd Axworthy, señaló que la matanza de civiles en las guerras se remonta a la antigüedad, pero "nunca se dio tanto como en este siglo".
El número de víctimas de los conflictos armados casi se duplicó en esta década respecto de los años 80, hasta sumar alrededor de un millón al año, de los cuales 80 por ciento son civiles, informó Axworthy.
También se refirió a la "escalofriante brutalidad en Sierra Leona", la "limpieza étnica y el asesinato de civiles" en los Balcanes y el genocidio ocurrido en la región de los Grandes Lagos de Africa.
Por último, instó al Consejo de Seguridad a desempeñar un papel más determinante en la protección de los civiles en los conflictos armados.
El embajador de Holanda, Peter van Walsum, propuso un "marco estratégico" para esbozar lineamientos para las agencias de ONU que operan en las situaciones de emergencia.
El párrafo 7 del artículo 2 de la Carta de ONU impide al foro mundial intervenir en asuntos internos, pero el embajador holandés señaló que esa cláusula no debe interpretarse fuera de contexto.
El preámbulo de la Carta de la ONU no hace referencia a los "estados soberanos", sino a "los pueblos", observó. Agregó que el derecho a la protección debería tener prioridad frente al derecho soberano de las naciones, dijo Van Walsum.
"Ningún elemento contenido en la Carta de ONU autoriza a un estado a aterrorizar a sus propios ciudadanos", concluyó.
Cornelio Sommaruga, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), advirtió al Consejo de Seguridad que el genocidio, la limpieza étnica y los ataques al personal humanitario se repiten cada vez con más frecuencia.
La politización y la desvalorización de la acción humanitaria hacen cada vez más difícil para el CICR proteger y asistir a las víctimas en los 20 conflictos que se libran actualmente en el mundo, agregó.
"Esta tendencia insidiosa se dio en la región de los Grandes Lagos, en Africa occidental, en los Balcanes, en el Cáucaso, y en otros países", dijo Sommaruga.
"Todos somos conscientes del horror y de las consecuencias de todo esto. El dolor inimaginable que soportaron las poblaciones de esas zonas no puede resultarnos indiferente", sostuvo.
Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), informó que en apenas cinco años, su agencia debió ampliar su actividad humanitaria de 15 a 55 países.
Señaló que Unicef interviene antes, durante y después de los conflictos armados. "Y es así que hemos visto cómo aquellos niños y niñas a los que ayudamos en su crecimiento, educación y asistencia médica ahora se convierten en blanco de la violencia extrema", se lamentó.
"Muchos de ellos son reclutados como asesinos o se los empuja a servir como esclavos sexuales. Otros terminan mutilados o con traumas psicológicos", indicó.
Bellamy señaló que mientras no se imponga como norma internacional la prohibición de reclutar para el servicio militar a menores de 18 años, "continuará la explotación despiadada de niños, utilizándolos como soldados". (FIN/IPS/tra-en/td/mk/mvf- ff/hd/99