YUGOSLAVIA: Callejón sin salida para gobierno de Milosevic

La República Federal de Yugoslavia es un país asolado por 10 años de gobierno del controvertido Slobodan Milosevic.

Milosevic es un producto de la declinación del comunismo en los años 80 y gobernó mientras su país se iba desintegrando. Ahora se enfrenta a una revuelta interna en Kosovo.

También se convirtió en uno de los villanos oficiales para los países industrializados, junto con Saddam Hussein, de Iraq, y Moammar Gadafi, de Libia.

Durante el período de Milosevic, Yugoslavia recorrió el camino que separa a la sociedad próspera que supo ser, del país que ocupa el último lugar de Europa.

Los ciudadanos yugoslavos, a diferencia de los de otros países otrora socialistas de Europa oriental, no fueron los protagonistas de la transición sino que jugaron un papel secundario en una obra dirigida desde los corredores del poder tanto dentro como fuera del país.

"El proceso de transición, del que fueron testigos los países de Europa oriental, aún no ocurrió aquí, pero los sucesos de los últimos 10 años ahora pueden verse como un callejón sin salida", sostuvo un estudio realizado por 14 sociólogos del independiente Centro de Estudios Políticos, de Belgrado.

Se trata del primer estudio de su tipo en los últimos 10 años, desde que Milosevic asumió como presidente de Serbia, en la entonces República Federativa de Yugoslavia, que estaba al borde de la desintegración y la guerra, aunque nadie lo sabía.

El propósito de los autores del estudio fue exponer el tipo de cambios ocurridos desde 1991, cuando Eslovenia y luego Croacia declararon su independiencia de Yugoslavia. Estalló entonces la guerra en Bosnia, y las potencias industriales impusieron sanciones económicas.

El grupo de sociólogos responsabilizó a Milosevic y a los gobernantes de Croacia, Franjo Tudjman, y de Eslovenia, Milan Kucan, de haber causado el desastre de Yugoslavia.

"La sociedad actual soporta una pesada carga de problemas económicos, políticos y sociales debido a las guerras que hubo entre 1991 y 1995, a las sanciones internacionales planteadas entre 1992 y 1995, y a la concentración del poder en manos de un círculo de allegados a un único hombre", observan en el ensayo.

El estudio citó a la "pobreza, el desempleo, un nivel de vida deteriorado, y una población envejecida, seguidas de un alto nivel de criminalidad" como los principales problemas sociales.

Los sociólogos sostuvieron que "no hay señales de que el actual régimen tenga alguna política social o la intención" de atacar dichos problemas de algún modo significativo.

Pero el Partido Socialista en el gobierno cree haber sido competente en cuanto a la superación de adversidades. "Logramos lo imposible: sobrevivir a años de sanciones y mantener al país en marcha", declaró el portavoz del parlamento, Dragan Tomic.

Occidente apoyó a Milosevic en el inicio de su carrera, en la década del 80, por ser un nacionalista y reformista que desafiaba al Partido Comunista, que gobernaba en las cinco repúblicas yugoslavas desde 1945.

No obstante, Milosevic se convirtió rápidamente en un villano a los ojos de Occidente cuando las antiguas repúblicas comenzaron a convulsionarse y el dirigente se mantuvo aferrado a las viejas estructuras.

"Milosevic no es ni comunista ni nacionalista serbio, sólo es un muy hábil orador que sabe exponer esas ideas en público. Nunca tuvo, ni tiene ahora, una posición política clara. Es un hombre obsesionado hasta lo patológico con el poder", sostuvo Nebojsa Covic, que supo estar muy cerca de Milosevic.

Covic dejó el Partido Socialista hace dos años para organizar un grupo llamado Alianza para los Cambios, que va ganando popularidad entre los jóvenes y los sectores sociales con mayores niveles de educación.

Milosevic fue, primero, presidente de Serbia en 1989, cuando Yugoslavia era todavía un estado único. Para sorpresa del mundo entero, las primeras elecciones con pluralidad de partidos lo confirmaron en el poder en 1990, y lo reeligieron en 1993.

Considerado gobernante de Yugoslavia -compuesta ahora por Serbia (9,5 millones de habitantes) y Montenegro (650.000)- desde hace tiempo, Milosevic recién fue elegido presidente federal por las dos cámaras del parlamento, dominado por los socialistas, en julio de 1997.

La regresión social de los años 90 causó un profundo daño a los 10,5 millones de yugoslavos, señaló la socióloga Marina Blagojevic, del Centro de Estudios Políticos.

"Más de 350.000 personas entre 25 y 40 años, la mayoría con altos niveles de educación y preparación, abandonaron el país entre 1991 y 1995, según las estadísticas. Entre ellos había más de 1.500 expertos de alto nivel", explicó Blagojevic.

Los antecedentes de la provincia de Kosovo, con 90 por ciento de población de ascendencia albanesa, no pudieron incluirse en el estudio, pero los expertos creen que dichos datos habrían contribuido a empeorar las cifras sociales del país.

Las últimas estadísticas revelaron que el producto interno bruto disminuyó 50 por ciento entre 1990 y 1996, y que el ingreso anual por persona apenas alcanzó a 1.500 dólares.

Estas cifras sitúan a Yugoslavia entre los países más pobres de Europa, sólo por encima de Bosnia-Herzegovina, Albania, Moldavia y Rumania, devastados por las guerras.

Los sociólogos trataron de explicar los motivos por los que, en circunstancias adversas y a pesar de las promesas de los países industriales de aumentar sustancialmente la ayuda, la mayoría aún vota a Milosevic y a su partido.

Uno de los autores, Berislav Sefer, explicó el apoyo ciudadano a Milosevic por la campaña de los medios de comunicación, que "en forma bastante intencional" crearon el ambiente necesario para hacerle creer a la población que "sin la ayuda del Estado, las cosas estarían aún peor y la gente moriría de pobreza".

"Tal estado de ánimo tiene su origen en la época de las catástrofes sociales, durante y después de largas y sangrientas guerras, en la desintegración de los estados y de los sistemas tradicionales de valores", explicó Zoran Vidojevic, un sicólogo de Belgrado.

"Comprobamos que la gente de la ex Unión Soviética y la ex Yugoslavia convive con esos estados de ánimo. Como regla general, cuando pueden votar una opción democrática, tienden a elegir dictadores", declaró. (FIN/IPS/tra-en/vp/ak/js/ceb/nc/aq/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe