VIETNAM: Rusia recupera protagonismo en materia de inversión

La búsqueda de capital extranjero por parte de Vietnam para impulsar su economía ha llevado de vuelta al país a los brazos de Rusia, su viejo aliado en la época de la guerra fría, tras coquetear durante años con inversores occidentales.

Vietnam ahora ha recorrido un círculo completo. A raíz del colapso del comunismo soviético y el fracaso de la economía centralizada, Hanoi dirigió la mirada a otra parte y procuró atraer inversiones extranjeras de compañías privadas de ultramar.

En la actualidad, Vietnam se encuentra inmerso en una renovada asociación con Rusia, y Moscú se convirtió en el principal inversor extranjero en ese país del sudeste asiático en 1998.

En algunos rubros, podría ser incluso el mayor inversor, pero no resulta fácil hacer una clasificacion categórica debido a la calidad de las estadísticas sobre inversiones de Hanoi.

"Obviamente, la mejoría de la posición rusa entre los inversores extranjeros en Vietnam refleja algunas realidades económicas", opinó Alexander Thikonov, un experto sobre Vietnam del Ministerio de Comercio Exterior.

Con empresas mixtas rusas que extraen el 90 por ciento del crudo vietnamita y aportan casi la mitad de los ingresos del país en moneda extranjera, no es infundado afirmar que Rusia se encuentra entre los principales inversores en Vietnam, señaló.

Rusia cuenta con unos 30 proyectos de inversiones en Vietnam. Mientras los dos más importantes ascienden a 2.800 millones de dólares, los restantes tienen un valor total de 100 millones, apuntó Thikonov.

Las inversiones extranjeras impulsaron el crecimiento económico vietnamita a un promedio del 10 por ciento en los últimos años, y datos oficiales destacaron que los países del este de Asia aportaron dos tercios de sus inversiones foráneas.

Pese a que los inversores se zambulleron en lo que consideraron un mercado recién abierto, la ruta vietnamita en pos de inversiones extranjeras no siempre se deslizó suavemente ni dio utilidades.

Vietnam logró compromisos de inversiones extranjeras directas (IED) por 35.000 millones de dólares en la última década, pero la mayor parte no se concretó pese a que Hanoi reclama un desembolso del 30 por ciento.

A comienzos de los años 90, muchos en Occidente tuvieron un concepto idealizado de la economía vietnamita. Trataron de estudiar ese "trabajo de ciencia ficción" al que llaman estadísticas de inversiones, y los datos sobre IED fueron el mecanismo favorito para medir el éxito de las reformas.

Sin embargo, desde aquellos días iniciales han surgido muchas dudas acerca de las estadísticas vietnamitas sobre inversiones y el panorama en ese campo.

Por ejemplo, Hanoi fue acusado de abultar artificialmente los totales de inversiones en 1996, tras aprobar dos proyectos por valor de 3.100 millones de dólares en los últimos días del año. Los funcionarios de Hanoi negaron que se pretendiera distorsionar las cifras.

Probablemente, debido a las críticas, Hanoi admitió una caída sin precedentes del 50 por ciento en los compromisos de inversión de 1997. En 1998, a pesar del retroceso de la economía global, Hanoi aseguró haber tenido 4.100 millones de dólares en licencias de IED.

No obstante, los detalles dieron considerables sorpresas. Para comenzar, las inversiones aprobadas sólo en diciembre de 1998 se triplicaron respecto de los 1.700 millones de dólares estimados a fin de noviembre.

En segundo lugar, el primer proyecto que obtuvo licencia en el año pasado fue por 700 millones de dólares para un centro turístico en la zona montanosa de Dalat.

Ese plan fue aceptado a fines de 1997 y se prolongó hasta 1998, a pesar de que los analistas dijeron que su puesta en marcha es improbable dada las inciertas perspectivas del turismo en Vietnam.

Como ocurrió antes, las inversiones de 1998 se totalizaron recién en los últimos días del año: Hanoi concedió la licencia por 1,300 millones de dólares para la refinería de Dung Quat el 29 de diciembre.

El monopolio petrolero vietnamita, Petrovietnam, y su socio ruso, la empresa estatal Zarubezhneft, se repartirán el 50 por ciento cada uno del proyecto a 25 años. La refinería comenzará a funcionar en el 2004 con una capacidad instalada de 130.000 barriles diarios.

La refinería será construida en la bahía de Dung Quat, en la provincia central de Quang Ngai, en una localidad aislada a cientos de kilómetros de los abastecimientois de crudo y los mercados potenciales.

Su lejanía también aumentará los costos de transporte, pero Hanoi quiere la refinería en ese lugar para desarrollar la empobrecida región central.

Desacuerdos sobre el lugar de instalación de la refinería motivaron el retiro del gigante petrolero francés Total SA, que quería construirla cerca del puerto meridional de Vung Tau, a 100 kilómetros de los principales yacimientos costa afuera.

Por eso la proyectada empresa VietRoss no está exenta de riesgos. Debido al exceso de la capacidad de refinación en el sudeste asiático, con los precios petroleros en picada y la demanda en disminución, la instalación de nuevas refinerías en la región no sería justificable sin adecuados incentivos.

Sin embargo, como carece de capacidad de refinación, Vietnam debe exportar todo su crudo y luego importar los productos refinados.

Oleg Popov, director general de Zarubezhneft, reconoció que Dun Quat no es la mejor ubicación, pero su empresa tomó "lo que ofrecían los vietnamitas".

Añadió que Zarubezhneft estaba interesada sobre todo en el potencial a largo plazo de la refinería, pero los analistas dijeron que sólo una empresa estatal pudo ser involucrada en un proyecto "antieconómico"..

Zarubezhneft opera el principal yacimiento petrolero vietnamita costa afuera de Vung Tau, también en sociedad con Petrovietnam y a través de otra compañía mixta, Vietsovpetro.

Lejos de haber sido marginada por gigantes petroleros occidentales que irrumpieron en Vietnam, esta empresa mixta ruso- vietnamita por 1.500 millones de dólares, originada en la era soviética, sigue siendo la mayor productora de crudo y totaliza nueve décimos del total de las exportaciones petroleras del país.

La extracción de crudo de Vietsovpetro fue de 11 millones de toneladas en 1998, y planea bombear 11,7 millones de toneladas este año, según Sergei Omelchenko, vocero de Zaburezhneft. A pesar de la caída de los precios del petróleo, las ganancias de Vietsovpetro ascendieron a 343 millones de dólares en 1998.

Debido a que Vietsovpetro fue establecida en 1981, mucho antes de la aprobación de la ley vietnamita sobre inversiones extranjeras en 1987, sus operaciones no fueron reflejadas en las estadísticas oficiales sobre inversiones.

Se estima que Vietsovpetro hizo contribuciones a las arcas estatales de Vietnam por más de 5.000 millones de dólares en impuestos y regalías en la década pasada, una cifra muy superior a todos los otros proyectos combinados de IED.

Algunos dicen que Hanoi ocultó intencionalmente el desempeño de Vietsovpetro para destacar la diversidad de su política de inversiones extranjeras.

Aparte del debate sobre las estadísticas, el país ha venido asistiendo a una desaceleración de las inversiones debido a la crisis asiática, lo cual frenará su crecimiento en casi el cuatro por ciento para 1999.

En su informe de fin de año, la Oficina General de Estadísticas de Vietnam dijo que los desembolsos de IED en 1998 cayeron en un 45 por ciento, a 1.200 millones de dólares. El Banco de Desarrollo Asiático señaló que incluso 500 millones de dólares en pagos de inversiones en 1999 "parece optimista".

No obstante, los dirigentes vietnamitas pueden reconfortarse por el hecho de que, cualquiera sean las cifras y a pesar de sus problemas económicos internos, Rusia seguirá siendo uno de los principales inversores. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/ego/ag/if-dv/99

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