Representantes de unas 800 empresas con interés por invertir en Venezuela expresaron hoy una mezcla de incertidumbre ante el planteado rediseño político del país y de confianza en que se mantendrá como un campo propicio para la economía privada.
El presidente electo Hugo Chávez, quien asumirá el 2 de febrero, llamará a referendo para que el pueblo decida si quiere una asamblea constituyente que este mismo año "refunde la república" con una nueva Constitución, con cambios profundos en el sistema político y funcionamiento del Estado.
En paralelo, el gobierno de Chávez se iniciará con un déficit fiscal de 9.000 millones de dólares (nueve puntos del producto interno bruto), si bien ha prometido que no hará cambios económicos bruscos y como señal de ello ratificó como ministra de Hacienda a la reconocida técnica Maritza Izaguirre.
La superposición de esos panoramas "explica los elementos de incertidumbre y de gran expectativa por la continuidad jurídica bajo la cual necesita desenvolverse la actividad privada", dijo a IPS Roberto Smith, empresario del sector de telecomunicaciones.
"Las empresas extranjeras que ya están metidas en Venezuela continuarán asentadas y les da tranquilidad saber que el gobierno electo no incurrirá en `loqueras'. Pero los nuevos inversores podrían esperar un poco más, a que los panoramas se decanten", estimó Smith.
El canciller designado de Chávez, José Vicente Rangel, a quien el próximo gobernante adjudica el papel "voz política" de su gabinete, aseguró a los empresarios que "la actividad política constituyente no tiene porqué perturbar la actividad económica".
"Lo que se dará en Venezuela es un debate político que no implica abandono de las tareas económicas", subrayó Rangel ante los ejecutivos de firmas de inversores, convocados a Caracas para un acercamiento que elimine sus dudas sobre el gobierno de Chávez.
Como evidencia de su afirmación, Rangel se refirió a las giras realizadas por Chávez desde su contundente triunfo el 6 de diciembre, y sus encuentros con empresarios en 10 países de América y Europa.
La ronda de contactos internacionales previa a su asunción se completará el día 27 con un encuentro con el presidente estadounidense Bill Clinton, en Washington.
Además "aquí no habrá golpe de Chávez ni golpe anti-Chávez, porque lo que la constituyente hará será sellar la seguridad jurídica tan necesaria para la actividad empresarial", afirmó Rangel, durante medio siglo un destacado político y periodista de oposición que ahora se estrena en funciones de gobierno.
Carlos Sequera, ex presidente de la organización empresarial Fedecámaras, que preparó el encuentro, comentó a IPS que "a tono con ese esfuerzo, el sector privado ha querido aligerar este contacto para que sus inquietudes e iniciativas sean rápidamente conocidas por el nuevo gobierno".
"Queremos transmitir la idea de que Venezuela es segura para la actividad privada", dijo Sequera, y pese a que 1999 se presenta como un año difícil "la visión del país es diferente para los inversores extranjeros que miran sobre todo al mediano y largo plazo".
Sequera carece de aprensiones respecto de la constituyente "pues puede dar un impulso al desarrollo si rechaza un Estado burocrático y lo hace más barato y eficaz, además de que es una oportunidad para reducir la engorrosa cadena de permisos que obstaculiza la actividad privada".
El ministro designado de Infraestructura (Transporte, Comunicaciones y Desarrollo Urbano), Luis Reyes, aseguró que el nuevo gobierno incentivará la competencia y la inversión privada en el transporte, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones e infraestructura turística.
Las aprensiones de empresarios hacia Chávez datan de su insurgencia contra el orden establecido mediante la cruenta asonada militar que dirigió cuando era teniente coronel en 1992, y se sostuvieron a lo largo de su conversión en candidato presidencial, finalmente vencedor en los comicios de diciembre.
Chávez se apoyó en casi toda la izquierda, ex militares golpistas, grupos de empresarios proteccionistas y economistas críticos de los programas de ajuste macroeconómico, de la apertura petrolera y de la privatización de empresas básicas, sin ofrecer a cambio un plan económico definido.
El presidente electo rechaza, de todos modos, las etiquetas de izquierdista y populista y asegura que su proyecto se inscribe en la llamada "tercera vía" del primer ministro británico Tony Blair y del propio Clinton, que favorece los equilibrios sociales además de los económicos.
La Cámara Venezolano-Americana de Industria y Comercio divulgó el martes los resultados de un sondeo entre 562 ejecutivos, en su mayoría de filiales de empresas estadounidenses, sobre la confianza que le inspira el nuevo gobierno, con resultado adverso al próximo mandatario.
Para 70 por ciento de encuestados Chávez ofrece poca seguridad, ninguna a nueve por ciento, mucha a 20 por ciento y total seguridad a uno por ciento.
Según Sequera "esa situación responde en buena medida a incertidumbres creadas por el anuncio del proceso constituyente y de su base legal, pero se diluyen con el despeje que ha proporcionado la sentencia de la Corte Suprema de Justicia".
La sala político-administrativa de la Corte decidió de manera unánime que es constitucional y legal la convocatoria a la Asamblea Constituyente, mediante un referendo promovido por el presidente, el Congreso o 10 por ciento del electorado.
El pronunciamiento satisface pedidos de portavoces del gobierno de Estados Unidos y de otros países, para que los cambios políticos se hagan dentro del marco legal y ayuda a que el clima interno se crispe por conflictos entre los poderes institucionales. (FIN/IPS/jz/eg/la/99