VENEZUELA: Chávez amenaza al Congreso con su disolución

El presidente electo de Venezuela, Hugo Chávez amenazó al Congreso bicameral que se instalará el sábado con su disolución, "si se coloca fuera de la ley" al maniobrar contra un referendo para convocar a una Asamblea Constituyente.

Chávez endureció su discurso contra quienes desde los partidos tradicionales buscan poner obstáculos o condicionar su proyectada Asamblea Constituyente, en su primera intervención pública tras regresar de una gira de una semana por Europa, Canadá y Cuba.

El triunfador de las elecciones de diciembre y quien tomará posesión el 2 de febrero afirmó que el parlamento actuaría ilegalmente si llegase a destituir a las autoridades electorales en caso de que organicen un referendo que no emane de ese poder.

Con una decisión así, aseguró Chávez en un discurso de estilo mitinesco, el parlamento "se colocaría fuera de la ley y si está fuera de la ley habría que disolverlo".

La contraofensiva de Chávez sigue a los señalamientos de la oposición concentrada en los disminuidos partidos tradicionales Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei de que el presidente no puede llamar a un referendo sobre si la población desea que una asamblea refunde políticamente el país.

Chávez dijo en un discurso en el acto del 28 aniversario del Movimiento Al Socialismo (MAS), su aliado de izquierda moderada, que "al referendo popular no lo para nadie", y desestimó los argumentos opositores de que su convocotaría por el presidente sería algo inconstitucional.

El próximo gobernante reiteró que el nuevo Congreso tendrá hasta el 15 de febrero para convocar por su cuenta al referendo sobre la Asamblea Constituyente, y que de no hacerlo, asumirá su potestad presidencial de convocarlo ese día, para que se celebre el 19 de abril.

"La Constitución nunca es soberana ni puede estar por encima de los pueblos", afirmó Chávez en un discurso plagado de citas bíblicas, del libertador venezolano Simón Bolivar, anécdotas de su juventud y carera militar, truncada cuando en 1992 protagonizó en una sublevación, siendo teniente coronel.

"Si el pueblo quiere Constituyente, tendrá Constituyente", dijo Chávez, mientras que pidió a la Iglesia Católica que utilice su gran ascendiente para promover el consenso en torno al tema.

Dentro de la actual Constitución, de 1961, no existe la figura de la Asamblea Constituyente y la única manera de cambiar sustancialmente su texto es por una reforma refrendada por dos tercios de las cámaras y ratificada por un referendo.

Esa fórmula resultaría muy lenta según la posición de Chávez y su alianza de fuerzas de izquierda y antiguos militares golpistas, que controlan sólo 35 por ciento del Congreso.

Por esa razón, el presidente electo y sus aliados propugnan la convocatoria a un referendo consultivo sobre la Constituyente, que se cálcula que recibiría un apoyo superior a 65 por ciento, y que de acuerdo a la Ley del Sufragio puede convocar el presidente, el Congreso o 10 por ciento del electorado.

Legalmente, una consulta promovida por el Poder Ejecutivo no sería vinculante, pero si su resultado fuese lo contundente a favor de la Asamblea Constituyente resultaría muy difícil para el Congreso desconocer la voluntad popular y no encontrar alguna fórmula jurídica para darle salida legal a la situación creada.

Ricardo Combellas, secretario ejecutivo de la Comisión Presidencial Constituyente, designada por Chávez para promover dentro de la ley el llamado al referendo, dijo a IPS que lo más probable es que la Corte Suprema de Justicia deba dirimir las diferencias de interpretación sobre cómo convocar a la asamblea.

La Asamblea Constituyente es la gran oferta electoral de Chávez y artícula su promesa de barrer de la política a AD y Copei y enterrar el sistema político bipartidista que dominó la escena desde 1958 y sobre el que recae el resentimiento popular por el empobrecimiento generalizado y la corrupción.

El rechazo popular tiene en el Poder Legislativo uno de sus mayores focos, por lo que Chávez busca confirmarlo ante la población como el fuerte que defiende el viejo regimen político e intenta evitar la regeneración de la democracia venezolana.

Chávez aseguró que con la telaraña de poder clientelar y cupular tejida por "esta democracia podrida y corrupta que no es una verdadera democracia", será imposible que pueda promover un gobierno donde se limite la pobreza que afecta a 80 por ciento de los 23 millones de venezolanos.

Añadió que está decidido a llevar adelante una política económica que tenga "rostro humano", mediante una fórmula que imite la del agua (H2O, dos moléculas de hidrógeno y una de oxigeno) y que denominó S2E (dos moléculas sociales y una económica). (Fin/IPS/eg/ip la/99

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